A principios del
siglo XX Alemania ten�a un ingreso per c�pita de US$ 1.223 y Argentina lo
superaba con US$ 1.284, dejando atr�s a Francia, Austria, Suecia, Italia,
Espa�a, Finlandia y Jap�n. Era la cuarta econom�a mundial en renta per c�pita.
Hacia 1915 hab�a descendido a la 5� posici�n, de all� a la 8� en 1950 y comenz�
la segunda d�cada del siglo XXI retrocediendo a la 20� renta per c�pita mundial.
Hoy ocupa la posici�n 59�. Es el pa�s que ostenta el peor proceso de crecimiento
del mundo en mediciones de liderazgo.
Considerada la
primera mitad de siglo, en t�rminos comparativos, Argentina lideraba a muchas
naciones en crecimiento con un 2.75% frente al 1,83% norteamericano, el 1,39%
japon�s, el 2,17% canadiense o el 1,45% alem�n
Per�n y el
nacionalsocialismo latino
�Qu� marc� la ca�da
de la econom�a argentina? El ingreso del nacionalsocialismo peronista no
conllev� s�lo la decadencia cultural del pa�s latinoamericano sino tambi�n una
profunda crisis econ�mica con graves fracturas sociales. El populismo y los
devaneos pol�ticamente oportunistas del General Per�n y sus secuelas partidarias
literalmente hundieron a Argentina en la ruina.
Durante la segunda
mitad del siglo XX el pa�s creci� en promedio un 3,3%, frente al 5,2% de Estados
Unidos, el 6,1% de Canad� o el 6,8% de Jap�n. Esta crisis pone a una naci�n rica
en recursos naturales y humanos en una deplorable condici�n: hacia 2010 su renta
per c�pita era de US$ 9.154 mientras que naciones que antes le envidiaban luego
ver�an que rentas como la norteamericana - en el mismo momento � era de US$
47.153, la alemana de US$ 40.115 y la japonesa de US$ 42.830.
Un grave
problema y una tormenta que se avecina
El
nacionalsocialismo argentino destruy� las bases de la riqueza social, cultural y
econ�mica. Vaci� los campos, fuente primera de riqueza nacional en un pa�s tan
privilegiado en tierras f�rtiles que fuera considerado uno de los graneros
mundiales. Perdi� las clases dirigentes, sustituy�ndolas por un caudillismo
populista que se alimenta de la falta de un proyecto nacional coherente con
metas de desarrollo y liderazgo mundial. Y que se sostiene en la corrupci�n
generalizada, pr�cticas abusivas, pol�ticas de ideolog�a marxista y de
instituciones que no funcionan o bien devienen en simples instrumentos del poder
del momento.
Argentina carece de
pol�ticas exportadoras de corte agr�cola � el modelo que le llev� al liderazgo
mundial � y las reemplaz� por el cl�sico modelo socialista de industrializar y
reconvertir la fuerza de trabajo para sustituir las importaciones,
nacionalizando de paso la empresa privada, ahuyentando las inversiones y el
compromiso de las fuerzas econ�micas con el desarrollo del pa�s.
Como naci�n, sufri�
los experimentos caprichosos e irresponsables del populismo nacionalista. Fue
castigada con una hiperinflaci�n aterradora, con un mal concebido plan de
privatizaciones renegadas acto seguido y complicadas por la manipulaci�n abusiva
de unos sindicatos convertidos en verdaderas y poderosas mafias locales al
servicio de los intereses pol�ticos o del propio beneficio de dirigentes que al
modo de nuevos C�sares, deciden con un gesto de su mano la continuidad o ruina
de las instituciones o de la presidencia. Con rid�culas pol�ticas cambiarias,
inestabilidad del marco legal y falta de cumplimiento de compromisos pol�ticos
que explican los capitales locales que huyen o regresan seg�n el clima del
momento.
Las empresas
privadas se quejan de inseguridad para invertir, crecer y desarrollarse. No
pueden contar con garant�as m�nimas en t�rminos de legislaci�n laboral y deben
sufrir caprichosas medidas pol�ticas, como congelar sus tarifas, ver confiscadas
sus materias primas o una pol�tica energ�tica ruinosa que, por ejemplo, deja a
centenares de industrias sin abastecimiento de gas o electricidad por las
precarias redes de producci�n y abastecimiento nacional de energ�a. Y a eso se
suman impuestos que ser�an el delirio y sue�o dorado de los villanos de las
pel�culas.
Este salto al vac�o
predice una tormenta inevitable.
A la crisis, m�s
crisis
A todo lo anterior
se suman graves fracturas nacionales. Se ha modelado una mentalidad de lucha de
clases, de facilismo compulsivo que busca el mayor beneficio con ning�n
esfuerzo, las pol�ticas educativas y culturales tendientes a destruir las bases
culturales argentinas, introduciendo casi por la fuerza el aborto, divorcio,
drogas y matrimonio homosexual, carta ideol�gica que ha recalentado la tensi�n
ciudadana que rechaza estas imposiciones pero teme la represi�n en las escuelas,
organismos del estado y las milicias ciudadanas que obedecen a las �rdenes del
partido gobernante.
Al aumento del
narcotr�fico se suma la explosi�n de la delincuencia, progresivamente m�s
violenta y generalizada, con un destacable inicio precoz en el crimen. La
inseguridad es uno de los temas omnipresentes en los debates ciudadanos y
conversaciones en la mesa.
El suicidio que
viene
Si Argentina ha
sido fuertemente cuestionada a nivel internacional por la confiscaci�n de
empresas internacionales o por la falsificaci�n de las cifras de la inflaci�n,
no ha sido por un capricho de la comunidad mundial.
Tambi�n forma parte
de la preocupaci�n internacional y nacional el desorbitado aumento del gasto
p�blico, que echa mano al tesoro para financiar planes populistas e imprudentes.
Inquieta y alarma, por otro lado, el control de precios y su pol�tica de castigo
virtual a las importaciones y exportaciones, alimentando la financiaci�n de su
econom�a por v�as externas.
Esta crisis
econ�mica, social e institucional se refleja en el nivel objetivo de vida, con
una inflaci�n acumulada del 30%, una ca�da del 15% del poder adquisitivo de los
salarios nacionales, un d�lar prohibido a sus ciudadanos y una moneda que se
deprecia. Los controles de cambio no s�lo dispararon la moneda americana en el
mercado negro en medio de un p�nico local por las restricciones que impiden
viajar al extranjero o ahorrar en divisas extranjeras, sino que incluso han sido
objeto de burlas por parte de la mandataria, quien calific� por cadena nacional
de �abuelo amarrete� al ciudadano que present� un recurso de amparo a las
restricciones de cambio por no poder comprar US$ 10 para sus dos nietos.
No es conspiraci�n,
como sugiere la Viuda de Kirchner, que la prima de riesgo coloque a Argentina
(1.175 p.b.) por debajo de un pa�s en el estado en que se encuentra la Venezuela
(1.125 p.b.) del Comandante Chavez. Y naturalmente m�s riesgosa que la de pa�ses
con fuertes conflictos internos como Brasil o Uruguay (229 p.b.) o de M�xico
(206 p.b.). La inversi�n extranjera cay� al punto de arrastrar a Argentina del
2� puesto en d�cadas pasadas a una 6� posici�n de opciones de inversi�n, en el
presente. El mismo per�odo vio huir al menos 50.000 millones de d�lares del pa�s
regentado por el populismo nacionalsocialista.
Se proyecta por
tanto, y sin alarmismos, una ca�da de la econom�a y del empleo. Los argentinos,
forzados a priorizar el propio inter�s en las lamentables condiciones de la
crisis, probablemente deber�n seguir asistiendo a pol�ticas dictatoriales
peronistas. Ver�n a la corrupci�n alimentar a personajes e instituciones
par�sitas y abusivas, mayores controles en sus vidas, restricciones para sus
viajes y movilizaci�n o para generar empleo, con mayores controles del cambio de
moneda, de tarifas y previos, de recursos naturales y de mano de obra, a la
vista complacida de una nueva Nomenklatura
criolla.
�Por el pueblo,
con el pueblo y para el pueblo. Nada sin el pueblo�
Socialmente la
poblaci�n seguir� padeciendo su destrucci�n cultural y social, enfrentando con
preocupaci�n y amargura la p�rdida de la �Argentina que fue�.
Abusando de las
cadenas p�blicas - que fuerzan a la prensa a transmitir el mensaje �nico y
simult�neo del poder gobernante � la mandataria repite por altoparlantes que
est� devolviendo a su pueblo la Argentina que les arrebataron. Los argentinos
escuchan, reniegan con la cabeza y regresan a sus preocupaciones habituales, que
se proyectan negras para el futuro pr�ximo.