El llamado "Discurso secreto", cuyo nombre oficial es Acerca del culto a la personalidad y sus consecuencias, es una famosa intervenci�n del pol�tico sovi�tico Nikita Krushchev durante el XX Congreso del Partido Comunista de la Uni�n Sovi�tica, el 25 de febrero de 1956. En �ste se reconocen y denuncian algunos de los cr�menes y represiones estalinistas, en particular durante los a�os en torno a la Segunda Guerra Mundial.

 

Discurso:

 

"Camaradas, examinemos otros hechos. La Uni�n Sovi�tica se considera con justicia el modelo de un Estado multinacional, porque hemos asegurado en la pr�ctica la igualdad y la amistad de todas las naciones que conviven en nuestra gran patria. Tanto m�s monstruosos, por eso, son los actos cuyo iniciador fue Stalin y que constituyen una vil violaci�n de los principios b�sicos de la pol�tica nacional del Estado sovi�tico, tal cual la enunci� Lenin. Aludimos a las deportaciones en masa, que alejaron de su tierra natal a naciones enteras junto con todos los comunistas sin excepci�n alguna. Estas deportaciones no pod�an justificarse por consideraciones de orden militar.

As�, ya a fines de 1943, cuando se quebr� el frente de la Uni�n Sovi�tica, se tom� y puso en ejecuci�n una decisi�n referente a la deportaci�n de todos los Karachai de las tierras en que viv�an. En el mismo per�odo, a fines de diciembre de 1943, corri� la misma suerte toda la poblaci�n de la Rep�blica aut�noma de Kalmikia. En marzo de 1944, se deportaron todos los chechenos y los inkushes y se liquid� a la Rep�blica Aut�noma de Chechenia-Ingushetia.

En abril de 1944, fueron deportados todos los balkarios a regiones lejanas del territorio de la Rep�blica Aut�noma Kabardyno-Balkaria y a la rep�blica misma se le cambi� el nombre por Rep�blica Aut�noma Kabardinia. Los ucranianos se salvaron de correr esta suerte solamente porque eran muchos y no hab�a ning�n lugar a donde deportarlos. De lo contrario, tambi�n se les habr�a deportado. (Risas y animaci�n en la sala).

Ning�n marxista-leninista ni ninguna persona de sentido com�n puede comprender c�mo se puede responsabilizar, por actividades hostiles, a naciones enteras, incluyendo a mujeres, ni�os y gente de edad, comunistas y komsomols y c�mo se puede deportar a tanta gente y exponerla a la miseria y sufrimiento por actos hostiles de individuos o grupos de personas".