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EL TERROR ROJO

 

 

INVESTIGACIONES | Alerta 360 Internacional

 

Laos: horror ignorado
Por Cynthia Caden
�ltima modificaci�n: 29 de octubre de 2013 | Descargar completo en formato PDF

 

Tabla de contenidos
1. Introducci�n
2. Historia
3. La desgracia de un pueblo
4. Dur�sima vida y muerte en la selva
5. Ataques a la religi�n
6. Las condiciones carcelarias
7. La vida del "pueblo libre"
8. Bibliograf�a relacionada

 
  1  2  3  4  5  6  7  8 

 

Dur�sima vida y muerte en la selva

 

Hay grupos de personas de etnia hmong viviendo en la selva en las provincias de Bolikhamxay, Xieng Khouang, Vientiane y Luang Phrabang, incluida la zona especial de Xaisomboune, que estuvo bajo administraci�n militar hasta el a�o 2006 y abarcaba parte de las tres provincias anteriores[1].

 

Durante los �ltimos a�os, el disminuido grupo de parias est� completamente rodeado por las tropas del gobierno de Laos que los acecha y caza incesantemente. Quedaron atrapados en una angosta franja de jungla, con todas las v�as de escape bloqueadas por soldados o minas antipersonales[2].

 

Los grupos que han podido ponerse en contacto con el mundo exterior o han recibido visitas clandestinas de periodistas se componen de hombres y mujeres � incluidas personas de edad avanzada �, ni�os y ni�as. Seg�n ellos, no han participado en ning�n ataque contra las fuerzas armadas, pero �stas los persiguen y los atacan constantemente.

 

Los periodistas que han visitado la selva dijeron que las personas que encontraron son en extremo vulnerables porque se esconden de las autoridades y son objeto de ataques violentos. Viven con sus familias y comunidades en peque�os grupos luchando mas que nada por sobrevivir, incapaces de hacer efectivo su derecho humano a un nivel de vida adecuado para su salud y bienestar, ya que carecen de alimentos, vestidos, vivienda y asistencia m�dica.

 

Han descrito a ex rebeldes armados y personas que viv�an ocultos con medios muy limitados de supervivencia y aislados de otros grupos en la misma situaci�n. Por ejemplo, en una declaraci�n ante la Subcomisi�n de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, el periodista de la BBC Ruhi Hamid, que realiz� una visita clandestina a un campamento en 2004, declar�:

 

�(�) seg�n nuestras observaciones, este grupo en concreto no tiene capacidad militar significativa y, por tanto, no supone una amenaza real para las fuerzas gubernamentales, pero se defender� si es atacado. Para protegernos en nuestro viaje de vuelta, los combatientes reunieron la munici�n que ten�a todo el grupo y se la entregaron a los seis hombres que nos condujeron fuera de la selva. Se quedaron con seis balas para defender su poblado�[3].

 

Las fuerzas armadas, sin embargo, no atienden a estas razones. Los ataques violentos efectuados por el ej�rcito regularmente dentro y fuera de los asentamientos y contra sus habitantes han causado numerosos muertos, heridos y han obligado a estos grupos a desplazarse constantemente. Este movimiento priva a las mujeres, los hombres y los ni�os de su derecho a un nivel de vida adecuado, incluido alojamiento, agua potable y alimentos. La indigencia a la que viven forzados perpet�a las enfermedades y los problemas de salud; muchas personas mueren sencillamente por no disponer de un m�nimo acceso a servicios m�dicos.

 

Lo m�s frecuente es que los ataques tengan lugar cuando las personas salen en busca de alimentos. La recolecci�n es una actividad vital y peligrosa que requiere mucho tiempo, entre 12 y 18 horas al d�a. Cuanto m�s lejos se aventuran de sus asentamientos, mayor es su vulnerabilidad frente a los ataques del ej�rcito. Numerosas personas han contado c�mo sus familiares murieron por disparos cuando buscaban algo para comer. Las estructuras familiares de los grupos que habitan en la jungla reflejan este hecho; a menudo los parientes ajenos a la familia nuclear � como t�os y abuelos � son mencionados como los que se han hecho cargo de los ni�os cuyos padres murieron v�ctimas de homicidio.

 

La vida en continua fuga ha condenado a los hmong que viven en la selva al hambre[4] y la absoluta pobreza. No pueden sembrar ning�n alimento porque ello facilitar�a su localizaci�n, especialmente desde el aire. Seg�n la informaci�n recibida por Amnist�a Internacional, evitan recolectar cantidades apreciables de frutos silvestres en ciertas zonas para impedir en cuanto resulte posible ser descubiertos y por lo mismo tampoco cazan animales con sus armas antiguas, por temor a ser escuchados.

 

Permanecen breves periodos en refugios temporales muy b�sicos y no tienen absolutamente ning�n acceso a servicios fundamentales como la educaci�n, la asistencia de salud o servicios sanitarios. En ocasiones abandonan sus asentamientos porque son objeto de un ataque directo, si bien a veces lo hacen porque se sienten inseguros debido a los movimientos de tropas en las cercan�as.

 

�Nunca permanec�amos m�s de 15 d�as en el mismo lugar�, declar� a Amnist�a Internacional un joven que huy� a Tailandia despu�s de vivir en la selva, en la provincia de Vientiane. Tratando de ocultarse de las autoridades y viviendo en un aislamiento casi total, la magra dieta de estos grupos consiste generalmente en lo que pueden recolectar en la selva sin dejar un rastro evidente. Los alimentos m�s importantes son ra�ces de mandioca, hojas, �ame silvestre y la corteza de una palmera asi�tica conocida como �Tong-La�, que es ligeramente venenosa y requiere un proceso laborioso para hacerla comestible[5].

 

Personas refugiadas y solicitantes de asilo llegadas recientemente a Tailandia, as� como las noticias y el material filmado en la selva, ponen de manifiesto signos de desnutrici�n severa, especialmente entre los ni�os y ni�as; muchos de ellos tienen el vientre hinchado, el cabello descolorido o un porte muy fr�gil.

 

Las heridas de bala o de metralla tambi�n son comunes en los grupos que viven en la selva. Moua Toua, un l�der de campo y comandante de su tristemente equipada fuerza de batalla, de 46 a�os en el momento de la declaraci�n, dijo: "no podremos huir ni escondernos. Cuando los helic�pteros vengan nos matar�n como a animales salvajes".

 

Moua se uni� al ej�rcito secreto de Vang cuando ten�a 15 a�os. Su brazo izquierdo termina en un mu��n porque perdi� la mano en una amputaci�n en 1974 en la jungla. Es una de las cuatro personas de la villa con capacidad de escribir y mantiene las estad�sticas del lugar. Por su informaci�n se ha sabido que hab�an 56 ni�os hu�rfanos, 40 viudas y 11 viudos. El 30% de su gente con heridas de metralla. En 1975, cuando Vang huy� de Laos, Moua, registr� su grupo en 7.000 personas. Hoy s�lo quedan 800[6].

 

Los informes � con fotograf�as incluidas � de las seis visitas realizadas por periodistas, han dejado constancia del elevado n�mero de personas desfiguradas y que presentan heridas, entre ellos ni�os y ni�as de todas las edades, a�n las m�s tempranas. Invariablemente, las v�ctimas atribu�an las cicatrices y las heridas a los ataques del ej�rcito. Como ya se ha se�alado, las personas que resultaron heridas no han tenido ning�n acceso a los servicios m�dicos dentro de Laos.

 

Amnist�a Internacional declar� estar horrorizada por los informes de lo que ocurre contra ese pueblo. Entre muchos casos se encuentra uno que incluye las im�genes de v�deo y declaraciones de testigos de un ataque llevado a cabo el 19 de mayo de 2004 por soldados de Laos contra un grupo entre los que se encontraban ni�os en la zona militar de Xaisomboune[7].

 

Los ni�os, de entre 13 y 16 a�os y pertenecientes al grupo �tnico hmong, fueron brutalmente mutilados. Las ni�as, al parecer, tambi�n fueron violadas por un grupo de entre 30 y 40 soldados, antes de ser asesinadas. Las v�ctimas � cuatro ni�as: Mao Lee, de 14 a�os, su hermana Chao Lee, de 16, Chi Her, de 14, y Pang Lor, de 14, y Tou Lor, hermano de Pang Lor, de 15 a�os � fueron asesinadas mientras buscaban comida cerca de su campamento. Iban desarmados.

 

Un testigo, que posteriormente huy� del pa�s y ha sido reconocido como refugiado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, afirm� haber o�do a uno de los soldados decir: "Meo (hmong). La boca os permite hablar. La vagina os permite engendrar�. Luego oy� gemidos y un disparo. Mao Lee recibi� un disparo en cada pecho, y los otros cad�veres fueron mutilados por lo que parecen ser disparos de rifles de alta potencia realizados a quemarropa. A una de las ni�as la destriparon. Otros miembros del grupo resultaron heridos de gravedad por los disparos de los soldados, pero consiguieron regresar al campamento, donde no obtendr�an medicinas para curarse[8].

 

El r�gimen laosiano no ha pretendido justificar siquiera su uso de fuerza letal contra los miembros de los grupos de etnia hmong que viven en la selva alegando que se trata de un conflicto armado, sino que en general se han referido a ellos como �bandidos�, al mejor antiguo estilo sovi�tico.

 

Durante los periodos de mayor atenci�n internacional despu�s de las primeras visitas realizadas por periodistas a la selva, seg�n los informes, la comunidad internacional de donantes estaba dispuesta a ofrecer ayuda humanitaria al gobierno de Laos para que abordase las necesidades de las personas que viv�an en la selva. Las autoridades, sin embargo, no aceptaron ese tipo de ayuda[9].

 

Despu�s del homicidio de 26 personas el 6 de abril de 2006, y los actos crueles y asesinato de que fueron v�ctimas los cinco ni�os de etnia hmong el 19 de mayo de 2004, informados y filmados, el Comit� de la ONU para la Eliminaci�n de la Discriminaci�n Racial, en sus observaciones finales expres� preocupaci�n por estos y otros casos descubiertos[10].

 

El gobierno laosiano observ�, en un informe adicional remitido al Comit�, que hab�a llevado a cabo una investigaci�n en la regi�n donde se sospechaba que se hab�a producido el incidente, comprobando que no se hab�a presentado ninguna denuncia ante ninguna autoridad. El gobierno, por tanto, declar�:

 

�Esto ha llevado a las autoridades a concluir que el presunto incidente no es real, carece de fundamento y no tuvo lugar, y se ha demostrado que se trata de una simple invenci�n que pretende manchar la reputaci�n del Ej�rcito Popular Lao�[11].

 

Las autoridades tambi�n afirmaron haber llevado a cabo una investigaci�n despu�s del incidente del 6 de abril de 2006. Amnist�a Internacional ha recibido informes que indican que la investigaci�n consisti� en una llamada telef�nica a un jefe militar, en la que se le pregunt� si hab�a tenido alguna noticia del ataque. Cuando el jefe militar respondi� que no, las autoridades concluyeron que no hab�a tenido lugar ning�n homicidio. Durante una visita realizada en junio de 2006 por el fot�grafo con base en Bangkok, Roger Arnold, a la zona donde tuvo lugar el incidente, sobrevivientes del ataque lo condujeron al lugar y le dijeron que nadie hab�a ido a investigar los homicidios.

 

En el material f�lmico que obtuvo Arnold, el jefe del grupo, Blia Shoua Her hac�a un llamamiento a la comunidad internacional para que investigara el lugar y Arnold confirm� que hab�a visitado 23 de las 26 sepulturas, donde, seg�n los sobrevivientes, estaban enterradas las v�ctimas. Los enterramientos estaban adornados con objetos personales de los muertos, entre ellos ropas y adornos.

 

Seg�n la informaci�n recibida por Amnist�a Internacional, despu�s del ataque perpetrado en las cercan�as de Vang Vieng en abril de 2006, al menos cinco beb�s lactantes fallecieron a consecuencia de haber perdido a sus madres en el ataque. Ese mismo mes, en la selva de Xieng Khouang, un ni�o de aproximadamente 10 a�os result� gravemente herido en un ataque que sufri� mientras buscaba alimentos. La metralla le abri� el vientre; sobrevivi� dos ag�nicos d�as sin recibir atenci�n m�dica profesional antes de morir.

 

Aunque los grupos que viven en la selva hacen uso de la medicina tradicional en la medida que est� a su alcance, sufren las graves consecuencias de no disponer de asistencia m�dica para controlar o tratar las enfermedades que, seg�n los informes, son frecuentes debido a la escasez de alimentos y la desnutrici�n. Adem�s, las personas que viven en la selva, entre ellas las heridas en ataques directos, no pueden buscar atenci�n m�dica fuera de sus escondites, ya que se arriesgar�an a ser detectadas y atacadas.

 

Adem�s de lo ya dicho, otra pr�ctica reiterada de las autoridades en los ataques de las fuerzas armadas o cuando grupos hmong deciden entregarse y abandonan la selva para dejar de vivir ocult�ndose, es la separaci�n de las familias.

 

Los informes facilitados a Amnist�a Internacional describen c�mo se ha detenido y trasladado a otros lugares a los hombres, mientras que a las mujeres se las conduce a peque�os pueblos aislados, habitualmente junto a la frontera con Vietnam, en la provincia de Houa Phan. En otros casos se ha instalado a las familias en peque�os asentamientos, a la manera de campamentos, en la misma zona, pero a las mujeres j�venes se las ha separado y llevado a otro lugar. Algunas de ellas han sido sometidas a trato esclavista, tortura y otros malos tratos, incluidas violaciones reiteradas por parte de agentes encargados supuestamente de hacer cumplir la ley.

 

Un ejemplo del trato que reciben quienes se entregan o son aprehendidos lo ofrecen Pakou (cuyo nombre real se protege) y su familia, que en agosto de 2005 fueron capturados en la selva. Al cabo de una semana, la separaron de sus padres y hermanos, y la llevaron a un puesto de polic�a a las afueras de una localidad situada al sureste de Sam Neua. Durante aproximadamente un a�o, permaneci� recluida con otras dos mujeres de etnia hmong en una habitaci�n del puesto de polic�a. A todas ellas se las emple� para tareas dom�sticas adem�s de someterlas a servidumbre sexual. Pakou sufri� varias violaciones en grupo perpetradas por los polic�as. Tras aproximadamente un a�o, por fin vio la oportunidad de escapar cuando consigui� algo de dinero, con el que soborn� a algunos de los agentes para que la liberaran. Pakou tiene ahora cerca de 20 a�os y se encuentra abatida y traumatizada. Vive como refugiada en Tailandia, donde corre el peligro de ser expulsada y devuelta a Laos[12].

 

Por todas las razones expuestas, puede decirse sin lugar a dudas que el grupo �tnico hmong ha sido sometido a un verdadero genocidio.


 

Notas:

[1] "Rep�blica Democr�tica Popular de Laos. Ocultos en la selva. Personas de etnia hmong amenazadas". Amnist�a Internacional. 23 de marzo de 2007.

[2] "Bienvenido a la selva". Andrew Perrin/Xaysomboune. Time asociado con CNN.

[3] "La situaci�n de derechos humanos en Laos con �nfasis particular en la situaci�n del pueblo Hmong". Ruhi Hamid. Solicitado por la Subcomisi�n de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, septiembre de 2005.

[4] "Bienvenido a la selva". Andrew Perrin. Time Asia. 5 de mayo de 2003. / Declaraci�n P�blica de Amnist�a Internacional. No. 224. 13 de septiembre de 2004. / "Monta�as tr�gicas: los Hmong, los Americanos y las guerras secretas de Laos, 1942-1992". Jane Hamilton-Merritt. (Bloomington: Indiana University Press, 1992). Hamilton-Merritt sugiere, adem�s, que unos 30.000 soldados hmong y civiles murieron como resultado de su involucramiento en la guerra de Vietnam.

[5] "La situaci�n de derechos humanos en Laos con �nfasis particular en la situaci�n del pueblo Hmong" Ruhi Hamid, solicitado por la Subcomisi�n de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, septiembre de 2005.

[6] "Bienvenido a la selva". Andrew Perrin/Xaysomboune. Time asociado con CNN.

[7] "Fot�grafo de Laos describe ataques de soldados a ni�os hmong". 6 de octubre de 2004. Radio Free Asia.

[8] Noticia descrita en "Laos: Las atrocidades del ej�rcito contra ni�os hmong son cr�menes de guerra". Declaraci�n P�blica de Amnist�a Internacional. 13 de septiembre de 2004.

[9] "Rep�blica Democr�tica Popular de Laos. Ocultos en la selva. Personas de etnia hmong amenazadas". Amnist�a Internacional. 23 de marzo de 2007.

[10] Observaciones finales del Comit� para la Eliminaci�n de la Discriminaci�n Racial: Rep�blica Democr�tica Popular Lao, Doc. ONU CERD/C/LAO/CO/15, 18 de abril de 2005.

[11] Comentarios del Gobierno de la Rep�blica Democr�tica Popular Lao sobre las observaciones finales del Comit� para la Eliminaci�n de la Discriminaci�n Racial, Doc. ONU CERD/C/LAO/CO/15/Add.1,19 de mayo de 2006.

[12] Historia en "Rep�blica Democr�tica Popular de Laos. Ocultos en la selva. Personas de etnia hmong amenazadas". Amnist�a Internacional. 23 de marzo de 2007.
 

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