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ARCHIVO DOCUMENTAL | por Alerta Internacional

 

Tortura en el Tibet
�ltima modificaci�n: 22 de mayo de 2012 | Descargar en formato PDF

 

(De "Kuxing: Tortura en el Tibet. Un informe especial".
Centro Tibetano por Derechos Humanos y Democracia. 2005
)

 

Dhamchoe Doma, de 29 a�os (en el momento del relato), es una antigua monja del Convento Shar Bumpa y pas� seis a�os en la Prisi�n Drapchi por sus actividades pol�ticas en Tibet. Cuando escap� a la India en 2004 testific� sobre su activismo y las atrocidades de la c�rcel:

 

"En junio de 1998 la polic�a convoc� a todas las monjas para aprender una canci�n que deb�a cantarse para los l�deres locales durante su visita a prisi�n o si no se enfrentar�a un castigo. Por lo tanto, nos hicieron parar de pie bajo el sol desde las nueve hasta las cinco con una hora de descanso al mediod�a.

 

Esa noche alrededor de las 11 PM, cinco oficiales de prisi�n vinieron a mi cuarto y me llevaron a una sala donde fui interrogada sobre por qu� hab�a rehusado aprender la canci�n. No contest�. Entonces me golpearon con una picana el�ctrica por todo mi cuerpo hasta que qued� inconsciente. Cuando recuper� la consciencia, nuevamente me preguntaron si ahora quer�a aprender la canci�n y cantarla. Respond� negativamente y me golpearon en los talones con la picana, y el shock nuevamente me hizo perder la consciencia.

 

M�s tarde me encontr� en el ba�o de mi celda. Hab�a mojado y ensuciado mis pantalones. No pod�a hablar porque mi boca estaba hinchada y mi cara toda magullada y cortada. Me mantuvieron en el ba�o, en esta condici�n, por siete d�as. Luego me llevaron a una celda de confinamiento solitario y me daban una sola comida al d�a que consist�a en un poco de arroz y un cuenco de agua. La comida apenas alcanzaba para mantenerme viva. Los oficiales de la prisi�n tuvieron cuidado de darme suficiente para que no muriese. Estuve all� por seis meses, al fin de los cuales regres� a mi unidad (prisi�n)"[1].

 

Dos miembros del Grupo de "14 Monjas Cantoras de Drapchi", Gyaltsen Dolkar, de 33 a�os (en el momento del relato), y Namdrol Lhamo, de 40, llegaron a Kathmand�, Nepal, a fines de octubre de 2004. Gyaltsen y Namdol compartieron sus agotadoras experiencias en la c�rcel y la particular repulsi�n de los oficiales contra los prisioneros pol�ticos.

 

Gyaltsen testific�: "En 1990, durante el Festival Shoton (�pera), 13 monjas; cinco de mi convento Gary y ocho de Michungri levantaron esl�ganes por la "libertad en Tibet" y "Larga vida al Dalai Lama" en la calle Barkhor. En poco tiempo cerca de 30 oficiales PSB y PAP llegaron al punto. Los oficiales nos golpearon severamente y nos llevaron al Centro de Detenci�n Gutsa.

 

Cada una de nosotras fue llamada a interrogatorio, durante el cual los oficiales pegaban con porras el�ctricas en nuestros cuellos y otras partes del cuerpo que nos dejaban inconscientes. A algunas les pusieron cables y un oficial giraba un dispositivo que generaba descargas el�ctricas. El dolor era insoportable. Tambi�n soltaron perros sobre nosotras y en ocasiones nos colgaron del techo e insertaron porras en nuestra boca. M�s tarde en la noche fuimos separadas en celdas para mujeres.

 

Los siguientes d�as, dos o tres oficiales nos interrogaron a diario demandando conocer al l�der del grupo y otras actividades "separatistas" que hab�amos hecho en el pasado. Tortura en varias formas como electrocuci�n, golpes con barras de hierro y shocks el�ctricos eran una rutina en el Centro de Detenci�n Gutsa".

 

Despu�s de tres meses de riguroso interrogatorio y tortura, la Corte Popular Intermedia de Lhasa las sentenci� a varias condenas, entre tres y siete a�os de prisi�n. Gyaltsen fue sentenciada a cuatro a�os de encarcelamiento en Drapchi. Ella describi� su juicio y la tribulaci�n en la C�rcel Drapchi:

 

"Los prisioneros reci�n llegados no pod�an interactuar con los antiguos. Los reclusos hac�an ejercicio en la ma�ana y por dos semanas tuvimos que aprender las reglas de la prisi�n. Si fall�bamos en memorizar las reglas, eramos golpeados y nos hac�an quedarnos de pie bajo el sol por m�s de dos horas.

 

Tras dos meses se nos asignaron invernaderos para cultivar vegetales. Cada invernadero deb�a producir vegetales por un valor de diez mil Yuan anuales, y la falla de esta meta implicaba que los prisioneros eran severamente golpeados.

 

Aunque la prisi�n tiene un peque�o dispensario, los prisioneros pol�ticos evitan visitarlo porque los doctores y las enfermeras no los tratan apropiadamente. Aunque se ha estipulado en la ley china que todos los prisioneros deben ser tratados de igual forma, en la pr�ctica hay una enorme discriminaci�n contra los prisioneros pol�ticos. Ellos son vigilados de cerca y golpeados, y las visitas de miembros de su familia se les niegan por la menor causa. Los prisioneros criminales por otro lado tienen que hacer trabajos m�s livianos y reciben tratamiento m�dico apropiado incluso por heridas menores"[2].

 

Phuntsok Tsering, de 29 a�os (en el momento del relato), un fabricante de estatuas de metal de Kardze, Provincia de Sichuan, pas� un a�o y medio detenido por oponerse al arresto ilegal de Geshe Sonam Phuntsok[3]. Phuntsok consigui� exiliarse a la India el 2 de enero de 2003.

 

En la ma�ana del 26 de octubre de 1999, en su camino desde el trabajo Phuntsok Tsering supo del arresto de Geshe Sonam Phuntsok el d�a anterior. Para mostrar su apoyo a Geshe, aproximadamente 300 personas se reunieron frente a la puerta de la estaci�n de polic�a del Condado Kardze rogando por su liberaci�n. Cuando la respuesta oficial se endureci�, se produjo una conmoci�n entre la multitud y la polic�a. Phuntsok recuerda:

 

"Alrededor de las 10:30 AM aproximadamente 100 tropas armadas consistentes de oficiales PAP y PSB nos rodearon. Los oficiales armados comenzaron a golpear a la gente en la multitud indiscriminadamente. Luego un oficial PSB me golpe� en la nariz con su revolver. Sent� el sabor de la sangre en mi boca y ca� inconsciente. Mi amigo tambi�n fue golpeado. Cuando recuper� mis sentidos, estaba cubierto con sangre y me hab�an arrastrado puertas adentro. All� mi amigo y yo recib� m�s golpes como perros. Cuando terminaron con nosotros, trat� de levantarme pero apenas pod�a sostenerme en pie.

 

Por cinco d�as y noches nos mantuvieron en el Centro de Detenci�n de la PSB local. Durante ese tiempo, los oficiales tomaban turnos para golpearnos todo el tiempo y sufrimos incre�blemente. Nos echaron agua caliente en la cara, nos golpearon con porras el�ctricas, nos pegaron con culatas de rifles y palos gruesos de madera. En ocasiones los oficiales usaron una roca para pegarnos en la cabeza.

 

Despu�s de cinco d�as fui transferido a una celda m�s peque�a de aproximadamente 3 m2. Por un d�a estuve solo all� pero al d�a siguiente lleg� m�s gente. Las personas adicionales fueron todas arrestadas en conexi�n con su disentimiento por la detenci�n de Geshe. En ese peque�o espacio �ramos unas 12 personas. Hab�a tres personas mayores. Yo era el m�s joven del grupo. Ten�a 25 a�os. Mi amigo y yo fuimos tratados peor porque nos arrestaron en el punto de manifestaci�n. El resto fue detenido en sus casas despu�s de que les buscaran. La mayor del grupo era una mujer de unos 55 a�os.

 

No se nos permiti� hablar entre nosotros en absoluto pero igual est�bamos demasiado cansados y enfermos para hacerlo. A momentos todos fuimos encadenados unos a otros, y en otras ocasiones nuestras manos eran esposadas en la espalda. Por los dos meses que estuve detenido all� fui llevado a interrogatorio y golpeado un m�nimo de cuatro o cinco veces al d�a. Por un mes y medio no me dieron ninguna comida. Algunos de los reclusos se las arreglaron para pasar de contrabando unas bolsas de tsampa (harina de cebada tostada tibetana) y as� fue como no me he muerto de hambre. Nos confinaron a esa celda todo el tiempo y no se nos permit�a salir en absoluto. El cuarto no ten�a luz natural y ten�amos una lata com�n dentro del cuarto para defecar y orinar. La presencia de mujeres en el cuarto no importaba a los oficiales. De hecho las mujeres fueron sometidas al mismo tipo de golpes que nosotros. No hab�a espacio para que nos acost�ramos y adem�s el hecho de que estuvi�ramos encadenados entre nosotros dificultaba recostarse relajadamente. Por dos meses soportamos las severas condiciones y el hedor.

 

Cada vez que me llevaban para golpes e interrogatorio, el resto del grupo tambi�n recib�a alguna forma de golpes y hostigamientos. Las palizas pod�an ser conducidas por 10-15 oficiales sobre una persona. Todos nosotros eramos llamados al azar a diferentes horas para recibir los golpes. El peque�o espacio estaba cubierto con marcas de sangre por doquier. Muchas veces los oficiales har�an pis en la boca de algunos reclusos. Yo no tuve que sufrir era humillaci�n, ni las mujeres de la sala�.

 

Phuntsok tambi�n cuenta que: "Inicialmente ocho de nosotros fuimos mantenidos en la unidad donde deb�amos realizar rigurosos ejercicios de estilo militar. Esto comenzaba a las cuatro de la ma�ana y duraba hasta las nueve de la noche con un receso de diez minutos para almorzar. En la ma�ana a veces ten�amos que ver un video de una hora sobre la grandeza de la Rep�blica Popular de China.

 

Estuvimos detenidos en esa unidad por dos meses. La comida era indigesta y escasa. La vida era muy dif�cil. Despu�s de dos meses, nos transfirieron a la unidad de trabajo n�mero 4 dentro de la misma prisi�n. La tarea all� era hacer ladrillos. La condici�n era espantosa porque ten�amos que trabajar con un intenso calor bajo el sol abrasador. Era dif�cil porque ten�amos que trabajar largas horas con insuficiente comida. Como la c�rcel estaba lejos de nuestros hogares, raramente recib�amos visitas.

 

La vida despu�s de la liberaci�n fue terrible. Yo era hostigado constantemente. Un d�a en abril de 2001, mi bicicleta fue confiscada por "insuficientes documentos". En otra ocasi�n me multaron por 400 Yuan sin ninguna raz�n. Decid� huir del Tibet para escapar de ese hostigamiento"[4].

 

Notas:

[1] "Reconstrucci�n de convento lleva a confrontaci�n policial: Dhamchoe Dolma testifica". Human Rights Update, TCHRD, marzo de 2004.

[2] "14 monjas cantoras de Drapchi" testifican tortura en prisi�n. Human Rights Update. TCHRD, noviembre de 2004.

[3] Un profesor en el Condado Kardze fue arrestado el 25 de octubre de 1996 por conducir una oraci�n de larga vida para el Dalai Lama en Kardze, Provincia de Sichuan.

[4] "Horrendo relato de un antiguo prisionero pol�tico", Human Rights Update, TCHRD, febrero de 2003.

 

 

 

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