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AM�RICA
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por Alerta 360 Internacional
Estrategias rojas en tiempo
de elecciones
�ltima modificaci�n: 29 de
abril de 2011 |
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Los
tiempos de elecciones suelen traer dos cosas: circos o tsunamis. Luego se quejan
de la indiferencia de los votantes. P.T. Barnum - el creador del espect�culo
circense moderno - no podr�a estar m�s de acuerdo con la pol�tica-circo empleada
por las izquierdas. A �l se le atribuye la frase �a cada minuto nace un idiota�.
Idea propia o simplemente atribuida a su nombre, sobre ese principio construy�
su imperio multimillonario hecho de fraudes, esc�ndalos y mucha publicidad.
Conoc�a c�mo encandilar a las masas. De hecho incursion� en pol�tica con un
�xito notable. Junto con mejorar el abastecimiento de agua, pavimentaci�n y
alumbrado el�ctrico, construy� un hospital y fue un destacado impulsor de la
�campa�a de temperancia� contra los excesos del alcohol y prostituci�n. Combin�
la publicidad circense, obras sociales y una campa�a moralizante: la f�rmula
perfecta para cautivar la imaginaci�n popular de los votantes.
La pol�tica-tsunami no es m�s original. Se basa en el principio Atila: me sigues
o mueres. Su f�rmula es simple y no requiere mucha inteligencia. Basta una horda
de b�rbaros dispuestos a arrasar a quien se oponga o cruce en su camino y un
discurso altisonante que reivindique sus propios deseos como la �nica realidad
posible.
Como con el fen�meno tel�rico natural, asistimos a una serie de temblores de
diversa magnitud - seg�n el tono del discurso del poder - y dependiendo de la
violencia del �sismo� esperamos el tsunami proporcional que destruya todo a su
paso. El problema de los circos es que pasada la temporada el humo de los fuegos
artificiales se va y el p�blico regresa a sus casas con la decepci�n de que nada
cambi� realmente. O bien exige su dinero si capt� el fraude y se siente
indignado. Indescriptiblemente estafado.
La pol�tica tsunami tiene el problema del cortoplacismo. Hay dos maneras de
tener el edificio m�s alto del pueblo. Una forma es salir a perseguir a los
otros constructores: descuidamos el nuestro y dedicamos nuestro tiempo y energ�a
a destruir todas las dem�s edificaciones que amenazan nuestra estatura. �Ahora
el propio es el m�s alto! Pero eso sale bien con el primer edificio. Se van del
pueblo los del primer edificio. Y se sigue con el otro.
Puede que no sea tan dif�cil, pero cuando se llega al tercero los del edificio
estar�n esperando en pie de guerra gritando �Un momento. Ya sabemos a qu�
viene�. Es el momento en que ya no se le conoce como �constructor� sino como
�destructor�. �Tira todo abajo con tal de ser lo �nico en pie! Pero estos
estilos - si bien usualmente los sufrimos por separado - no son incompatibles.
En un extremo delirio de poder, podr�amos concebir incluso una mezcla extra�a de
Barnum con Atila: hordas b�rbaras arrasando disidencias o alternativas por un
lado y, por otro, la estridencia circense anunciando �el espect�culo m�s grande
del mundo�. Uno que mezcle medidas moralizantes y mejoras de corte popular.
En este contexto casi apocal�ptico me pregunto con ustedes, �realmente queda
espacio para un cambio? Creo que s�. Pero se necesitan l�deres. Verdaderos
l�deres. Y esos se forman. Muy pocos nacen con un talento excepcional que les
convierte en seres extraordinarios.
El aut�ntico liderazgo es hijo del rigor, de la disciplina y del aprendizaje
constante. Requiere una mejora continua para un grupo de valores y elementos
particulares. Y sobre esto se proyectan las ideas que el l�der encarna. La
efectividad de un l�der no se basa en f�rmulas r�pidas ni en t�cnicas de
manipulaci�n. Como comunicadores deben escuchar un ��yo tambi�n!� y no un
exasperado �y a m�, �qu�?�. Deben expresarse de tal manera que puedan cubrir los
temas sin recurrir a un burdo intento de impresionar.
No deben temer a utilizar la l�gica y las razones, de forma sencilla, breve y
directa, creando una expectativa realista aunque se tengan grandes planes, pues
es mejor que los dem�s se sorprendan al ver que lo prometido se cumpli� con
creces y mucho m�s f�cilmente que lo que se dijo.
Los pol�ticos son un dolor de cabeza, s�. Pero all� no acaba la pol�tica ni la
historia se detiene con ellos. A�n hay esperanza en tanto ni el circo ni las
hordas paralicen a los l�deres ni detengan la reacci�n de los pueblos.
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ALERTALIBROS |
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Tomo
n� 12 de la obra "El
Terror Rojo":
Escalofriante
experiencia en una de
las m�s atroces
dictaduras militares
comunistas. Laos - la
tierra del mill�n de
elefantes � fue sometida
por Pathet Lao, con la
ayuda de la URSS y
Vietnam, al terror
salvaje y criminal.
Barbarie, pobreza,
represi�n y genocidio
marcan hasta hoy al pa�s
con menor libertad
econ�mica del mundo... |
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ALERTAIMAGEN |
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Bielorrusia
Residentes de Minsk,
"ajusticiados"
con horca
de parte de los
comunistas por haber
ayudado de alguna forma,
aunque fuese
insignificante,
a los prisioneros de
guerra. 1941.
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