Habitaciones
ultra snobs, cenas de 200 euros y lo mejor del red set deambulando por los
pasillos, donde no es raro ver a reyezuelos de moda como Mikel Erentxun,
Jos� Andr�s o el gur� foodie Ferr�n Adri�.
�Utop�a�
no es un hotel de lujo m�s. Es el �non plus ultra� de la moda de la
Espa�a socialista. Una excentricidad m�s, se dir�a, si no se tratase de una
situaci�n tan dolorosa como indignante.
Enclavado en C�diz, el hotel de Casas Viejas se apropia de la bandera roja
de la revuelta anarquista del 33, el tristemente famoso y sangriento pr�logo
el per�odo m�s negro de la naci�n �bera.
Como
unos ofrecen glamour y otros confort, �ste ofrece al pasajero la oportunidad
de �sentir el esp�ritu revolucionario de los a�os 30�. Sus
habitaciones, decoradas sin reparar en gastos, est�n cuidadosamente
dise�adas tem�ticamente: Poetas, Estrecho, T�nger, Art Dec�, Utop�a, Par�s
1937, Jazz, Tango, Cabaret, Casas Viejas, Estrellas, Ilustraci�n,
Vanguardias, Paquebot, Zeppelin y la lujosa Rep�blica.
All�
se dan cita lo m�s granado de la vanguardia cultural europea en un ambiente
relajado y con encanto vintage. Y para que nada quede sin su lugar
ofrecen un museo para turistas donde venden toda la imaginer�a y creaci�n
ad-hoc para so�ar con el �per�odo dorado�. All� pueden adquirirse a
precios muy poco populares fotograf�as y recuerdos de sus personajes e hitos
m�s famosos donde el amor y el odio se combinan al canto de los euros para
rememorar �la apasionante d�cada de los 30�.
Omiten, por supuesto, los prontuarios respectivos y las escenas crudas de
profanaciones de templos, linchamientos de religiosos, asesinatos en masa y
pandillas anarquistas dando caza a ciudadanos para ejecutarles sumariamente.
Eso, no tiene �encanto� y rompe completamente con el aire festivo y �jazzy�
del ambiente.
No es
para menos: �Utop�a� est� junto a nada menos que la choza de
Seisdedos,
el caudillo anarquista abatido en la cercan�a.
Originalmente �Utop�a� se iba a llamar �Libertaria� en honor a
la anarquista lugare�a. Sin embargo el sindicato CGT, h�bil en materias de
lucro empresario, prefiri� estrat�gicamente apostar por el tono nost�lgico
del caudillo. Consiguieron, incluso, sumar al hotel los terrenos de la Choza
de Seisdedos declarados como Bien de Inter�s Cultural. Pero no s�lo esas
prebendas alcanz� el red set con su nueva casa de mu�ecas: el de Seisdedos
ha sido el primer �Lugar de Memoria� protegido por la Junta de
Andaluc�a. Entusiastas con el triunfo, la izquierda caviar postula la
construcci�n de �una universidad o, incluso, una estaci�n del AVE�.
Monumentos dignos de una epopeya de la imaginaci�n roja, con la amnesia de
que all� mismo fue donde muri� quemado vivo Seisdedos por �rdenes
�republicanas�. Un pago t�picamente izquierdista a los favores de sus
hordas.
El
canto de gorgonas despierta las hambres rojas danzantes al ritmo chic del
turismo y los negocios. Con 20.500 euros, el Gobierno ha subvencionado a la
�Asociaci�n Memoria Hist�rico Militar Ebro 1938� para recrear en
terreno la batalla.
30.000
euros gubernamentales fueron derramados en manos de la �Asociaci�n
Espacios para la Memoria� para pasear a los turistas frente al Jarama,
una idea que ha despertado el entusiasmo de nada menos que la Plataforma
Bolivariana de Madrid, y la participaci�n del emisario de Hugo Ch�vez en
Espa�a. Claro, eso si, con el cuidado de desarrollar un �turismo
sostenible�.
M�s
jugoso es el caso del desprestigiado Enric Marco, el famoso prisionero de
los
�campos de
concentraci�n de Mauthausen�
que luego fuera desmentido como estafador. Sin embargo, el falso prisionero
embols� 25.000 euros gubernamentales para pasear a los estudiantes por el
campo de la mano de Amical Mauthausen. Evidentemente, los esc�ndalos
personales no logran empa�ar a los l�deres rojos.
El
negocio con la �ficci�n hist�rica� creada por la izquierda se nutre
de fondos estatales ya desde antes de la Ley de Memoria Hist�rica del 2007.
Proyecto que, como observan los analistas, fue escrupulosamente omitido del
discurso electoral de la izquierda y silenciado en el discurso de Rodr�guez
Zapatero al ser investido.
La
maquinaria, como se imaginar� el lector, no se detiene. Ya creada una
Oficina para las V�ctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura en el
Ministerio de Justicia, el Gobierno rojo impulsa un Plan Nacional de
Exhumaci�n y el trazado de un Mapa de Fosas con rango oficial. Las
asociaciones y plataformas que no se hayan creado hasta hoy comienzan a
tomar cuerpo y sacar cuentas para apuntarse a la lluvia de dinero que les
vendr� tanto por parte del gobierno como de los millares de turistas snobs
que pulular�n en torno a las historias que se les quiera comentar con
nostalgia y aire chic.
Y con
ellos los intelectuales tambi�n afilan l�pices. La Moncloa ha ayudado
directamente a dos profesores de la Universidad de Le�n para editar el
primer libro de texto sobre Memoria Hist�rica, unas �Unidades did�cticas
para la Recuperaci�n de la Memoria Hist�rica� que exhiben en portada una
bandera de la Segunda Rep�blica.
Sin
embargo, el negocio no es tan f�cil como aparenta. Los empresarios rojos
deben refrenar su entusiasmo para evitar situaciones tan embarazosas como el
alboroto por la industria tur�stica en torno a la fosa de Alpujarras que
conten�a, al menos, 2.500 cuerpos de victimas republicanas pero que tras
ex�menes forenses los �nicos huesos quedaron reducidos a �restos de un
perro y de especies caprinas�.
Tambi�n hay ambiciones desvergonzadas como aquellos famosos 17.000 euros
para �actividades sobre la memoria hist�rica�, por parte del Ayuntamiento de
Sevilla, a Arqueoactiva y la Asociaci�n por la Memoria Hist�rica,
adjudicadas a dos grupos tan �ntimamente id�nticos que presentaron el mismo
presupuesto y el mismo proyecto.
Pero
nada de eso detendr� el surgimiento de otros �Utop�as� y el negocio
en torno a una memoria muy desmemoriada.