El
comunismo es perverso no s�lo desde la voz de quienes han sido v�ctimas de los
mismos cr�menes no importa en qu� �poca o naci�n se haya impuesto. Lo es tambi�n
a los ojos de la simple raz�n.
Pensemos desde lo m�s b�sico de la realidad humana. �Somos seres eficientes? Es
decir, �tenemos la capacidad de poder reducir nuestros esfuerzos para alcanzar
un objetivo? Es de sentido com�n que el ser humano tiene la capacidad
intelectual, creativa y tecnol�gica para ahorrar esfuerzos para alcanzar un
objetivo e incluso, si puede, aumentar los frutos de su trabajo. De esta
capacidad se nutre el progreso que nos arranca de las �pocas cavernarias y nos
proyecta a un futuro m�s eficiente y productivo, con menor esfuerzo y mejores
resultados tanto en calidad como en cantidad. S�lo al comunismo se le ocurrir�a
negarlo.
Esto nos lleva a una segunda realidad, �somos racionales? El lector puede
responder por si mismo lo que el comunismo niega.
Somos racionales desde el momento en que usted mismo puede distinguir entre lo
que le conviene y lo que no le conviene. Y tiene la libertad de actuar en
consecuencia, esto es, de obrar seg�n m�s le conviene. El comunismo niega tal
libertad y a�n el concepto mismo de racionalidad humana.
De aqu� accedemos a una tercera y es la fuerza de los deseos. �Qui�n negar�a que
los hombres no deseamos constantemente m�s y mejores cosas? Mejorar nuestra vida
y la de nuestros seres queridos y hasta de la sociedad entera es natural y
propio de los hombres. S�lo al comunismo se le ocurre negar el deseo de
perfecci�n y mejora conforme a un deseo insaciable de perfecci�n en las cosas.
Y de aqu� alcanzamos una cuarta realidad y es el inter�s propio del ser humano.
Antes que a todos a los nuestros, y antes de ellos, nosotros. Piense el lector,
por ejemplo si no procura primero el bienestar de su propia familia antes que la
de la ciudad entera y, en los casos que corresponde, no se procurar� el
bienestar de la ciudad antes que la de toda la naci�n, etc. Es natural al ser
humano que ordene sus intereses desde si y los despliegue al mundo. Sin dejar de
afectarnos, mientras mas ajeno el mal, menos nos afecta y mientras m�s cercano
mayor es su impacto. En buen cristiano, "la caridad comienza por casa".
El comunismo niega incluso la dignidad humana al negarle al hombre ser due�o de
los frutos de su trabajo. Nuestro trabajo se traduce en bienes que adquirimos o
recursos que conservamos. Un sueldo no es m�s que trabajo traducido en un monto
econ�mico con el cual adquirimos bienes y servicios. Y, si es posible, ahorramos
para necesidades futuras e incluso para asegurar una vida mejor a nuestros hijos
y generaciones que les contin�en. El comunismo niega como leg�tima la fortuna
heredada y al hacer al hombre un esclavo de la sociedad, le impide disponer de
los frutos de su trabajo. El hombre que entrega los frutos de su esfuerzo al
Estado, es esclavo del Estado y no un hombre libre.
El comunismo sostiene que �de cada uno seg�n su capacidad, y a cada uno seg�n su
necesidad�. Esto es, que todos daremos lo m�ximo para recibir lo m�nimo, donde
el h�bil percibe lo mismo que el in�til e incluso se arriesga a ser castigado si
acaso el in�til se muestra contumaz en seguir la ideolog�a comunista. El hombre
m�s eficiente, racional y lleno de deseos y preocupaci�n por los suyos se ver�
forzado a no mostrar ni afecto por sus amados ni inter�s en superarse y mejorar,
no por defecto propio sino por fuerza del sistema comunista.
Y no s�lo esto. Para imponer su doctrina perversa el comunismo niega la libertad
y dignidad de las personas. �Con qu� otro calificativo podr�amos calificar sino
de perverso, aunque asuste a muchos, a una doctrina que justifica el episodio
m�s siniestro y oscuro de toda la historia humana?
Bajo sus garras se elev� el racismo a causa de Estado, dando caza a las minor�as
raciales no s�lo en holocaustos como el del socialismo nacional de Hitler sino
dondequiera fue impuesto. As� sangra �frica con sus genocidios, Europa con sus
razas perseguidas y masacradas, el Asia y sus pueblos aniquilados o Am�rica con
sus pueblos borrados por voluntad del comunismo.
- Un comunismo que
estimula la lucha y el odio entre clases sociales, instigando el odio entre los
sectores de producci�n econ�mica, entre la familia y los cuerpos sociales.
- Un comunismo que
fomenta el odio a los sentimientos religiosos y que ha perseguido, torturado y
aniquilado cualquier expresi�n religiosa con un odio infernal.
- Un comunismo que
asesina no s�lo a los "impuros" ideol�gicos, esto es, aquellos que se sospecha
no ser suficientemente radicales en la doctrina comunista, sino que asesina a
los ni�os ya en el vientre materno para castigar y controlar a sus padres,
adem�s de da�ar tambi�n directamente a los ancianos y enfermos.
- Un comunismo feroz
en masacrar cualquier rasgo de intelectualidad, aristocracia o superioridad de
cualquier clase. Un comunismo que persigue a la ciencia y al progreso.
- Un comunismo que
hace de la mentira un instrumento de control y del terror el mecanismo favorito
para controlar a los pueblos libres que jam�s y en ning�n pa�s desearon esta
doctrina espantosa.
- Un comunismo que a
trav�s del hambre ha quebrantado la resistencia de las personas decidas a
comprar voluntades a cambio de dos granos y un sorbo de agua.
- Un comunismo que
esclaviza a los pueblos impidi�ndoles no s�lo expresarse libremente - so pena de
destierro, c�rcel o destrucci�n de sus seres queridos - sino incluso de pensar
con libertad a trav�s de sus campa�as de "re-educaci�n" en la ideolog�a,
haciendo de mentiras, falacias y sofismas una nueva forma de pensar y de vivir,
dando las espaldas al mundo civilizado que hereda con los tiempos los avances
del pensamiento, la ciencia, la filosof�a, la tecnolog�a y la religi�n, para
enterrar en vida a sus naciones en un retroceso cultural, moral y social que
espanta a quienes tuvieron la triste experiencia de sobrevivir o visitar sus
c�rceles abiertas llamadas ir�nicamente "rep�blicas democr�ticas y populares".
- Un comunismo que ha
fomentado la muerte cruenta en el mundo libre a trav�s del terrorismo para
implantar por el terror lo que de buena gana no quieren las naciones.
- Un comunismo que no
duda en fomentar las drogas como medio de corromper a los pueblos para
embaucarlos con sus mentiras y para esclavizarlos posteriormente.
- Un comunismo que al
caer no queda sino en su versi�n mafiosa o separatista, que no hace m�s que
continuar con la esclavitud y la violencia donde la fuerza de los hechos dio en
la ca�da de una forma de socialismo que hay que ver qu� cabeza de la Hidra
levantar� en sus pr�ximas etapas.
- Un comunismo que
corrompe las naciones libres a trav�s de campa�as de descr�dito de las
autoridades y que financia e infiltra las industrias de entretenimiento para
envenenar a sus v�ctimas a trav�s de una mentalidad favorable a sus perversiones
tir�nicas.
- Un comunismo,
finalmente, que niega la libertad, la dignidad, la familia, la moral, la
identidad nacional, la concordia social, la propiedad y la libre iniciativa, que
miente, mata, roba, tortura, persigue, blasfema, arruina econ�mica, social,
econ�mica, tecnol�gica, filos�fica y socialmente a las naciones que tiraniza�
�No puede y debe ser
llamado como m�nimo perverso? Juzgue el lector.