La
Stasi, en alem�n Ministerium f�r Staatssicherheit o Ministerio para la Seguridad
del Estado, fue establecida en 1950 y ser�a uno de los cuerpos represivos y de
inteligencia m�s efectivos del mundo. Se cre� siguiendo el modelo de la KGB
sovi�tica y fue uno de sus socios m�s leales, llegando a intercambiar servicios
y funcionarios. Cre� la Fracci�n del Ej�rcito Rojo, ala radical comunista, a
quien prestaba credenciales diplom�ticas y apoyo de inteligencia para sus
operativos no s�lo en Alemania sino en el resto del mundo libre, como su trabajo
con los Tupamaros uruguayos y otras guerrillas sudamericanas. Tambi�n apoy� las
C�lulas Revolucionarias, golpes de Estado socialistas y a numerosos grupos
terroristas como al tristemente c�lebre Carlos �el Chacal�
Lo que pocos saben
es que esta misma Stasi impuls� a los neonazis alemanes. Entre las sorpresas que
aguardaban a los investigadores que clasifican los archivos Gauk de la siniestra
polic�a secreta comunista alemana, estuvo encontrar su cooperaci�n con el
movimiento neonazi en la Alemania libre, durante las d�cadas de los a�os �70 y
�80.
El apoyo y
patrocinio comunista a los movimientos neonazis no es casual: su fin �ltimo era
legitimar al comunismo a trav�s del �fantasma nazi� que se erig�a como nueva
amenaza, concentrando la atenci�n sobre esa forma de socialismo y, al mismo
tiempo, desestabilizar el orden de la Alemania libre, ejemplo vivo de
prosperidad que proyectaba sobre la Alemania comunista una sombra de verg�enza e
indignaci�n.
La estrategia
consisti� en soltar en las ciudades de gran concentraci�n de trabajadores
inmigrantes millares de panfletos - elaborados por la Stasi - que recordaban el
discurso nacional socialista del estilo �Alemanes, defi�ndanse ustedes mismos�.
El resultado
esperable fue �espantar� a los trabajadores alemanes que ve�an sus puestos de
trabajo y su propia cultura y seguridad amenazados por los inmigrantes. Por
consecuencia, surgieron movimientos que propon�an el retorno de los inmigrantes
a sus lugares de origen, como Italia o Turqu�a.
La campa�a de
terror psicol�gico dio a luz la Uni�n del Pueblo Alem�n (DVU), un peque�o
partido pol�tico de Munich, de inspiraci�n hitleriana, que servir�a a efectos de
manipulaci�n social. Al fin contaban con un �malo� de carne y hueso con el cual
los comunistas pod�an hacer el papel de v�ctimas, aunando a todos cuantos se
sent�an amenazados por el resurgimiento del terror nazi.
Operaci�n �No me
olvides�
Tras el fin cruento
la Segunda Guerra, la hostilidad entre el mundo libre y el imperio sovi�tico
continu� bajo el contexto llamado �guerra fr�a�.
Un papel crucial en
la estratega roja jug� lo que podr�amos llamar el mecanismo psicol�gico del
�terror de proximidad�. Bajo esta forma de manipulaci�n de la opini�n p�blica se
creaban �pesadillas� asociadas al renacimiento o nacimiento de aut�nticos
�fantasmas�.
Entre los m�s
efectivos estuvieron la �estalinizaci�n de pa�ses libres� - que forzaba a la
poblaci�n a votar al socialismo moderado para evitar al extremo -, la �pesadilla
nuclear�, creada para contener las acciones libertadoras por temor a desatar una
tercera guerra mundial y el �resurgimiento del nazismo y fascismo�, que tuvo un
�xito inconcebible en travestir a sus antiguos aliados y hermanos socialistas en
los grandes y pr�cticamente �nicos villanos de la historia.
Transcurrido tan
s�lo 16 a�os desde el fin de la II Guerra Mundial, en 1961, un militar alem�n
acusado de deportar masivamente a jud�os fue juzgado por Israel. El Teniente
Coronel Adolf Eichmann fue el fantasma que el comunismo sovi�tico necesitaba.
Comenz� la operaci�n �No me olvides� que trabaj� duramente para convencer al
mundo libre, y en especial a la Alemania traumatizada, que el nazismo segu�a
siendo una amenaza y estaba conectado con el movimiento neonazi. Tanto fue el
�xito de la guerra psicol�gica que el 13 de agosto de ese mismo a�o coment� la
construcci�n del Muro de Berl�n, llamado oficialmente Antifaschistischer
Schutzwall, �Muro de Protecci�n Antifascista�.
La Stasi escribi�
panfletos que se distribu�an en la Alemania libre con un despliegue brillante de
manipulaci�n psicol�gica por el terror. "El juicio de Eichmann es un intento del
inframundo jud�o para manchar nuestro honor. Hemos retomado la lucha de nuevo.
Nuestros compa�eros ya est�n lanzando un contraataque contra los Jud�os". Y la
campa�a desde Berl�n comunista agregaba "Es obvio que jud�os no han entendido
que deben desaparecer de Alemania Occidental".
El Terror al
Poder
El operativo de la
Stasi fue un �xito. Los alemanes libres, aterrorizados, comenzaron a escribir
cartas a la prensa alarmados por la supervivencia y resurgimiento del nacional
socialismo. El resto del mundo uni� sus gritos de alarma, alimentado con el
discurso de la intelectualidad izquierdista y el apoyo de los movimientos
socialistas y �populares� en las naciones libres. Los detalles de la captura de
Eichmann en Argentina - Operaci�n Garibaldi � serv�an de m�sica para la
opereta.
Para la polic�a
secreta de la Alemania comunista el triunfo se celebr� cuando Gerhard Schroder,
Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania Occidental, se vio presionado al
grado de hacer una declaraci�n p�blica negando que Bonn fuese a dar un giro o
simpat�a hacia el nacionalsocialismo, lo que en t�rminos pol�ticos significaba
una pol�tica de �mano tendida� con el comunismo. Cualquier cr�tica, acci�n o
condena contra el comunismo y las atrocidades que se hac�an cada d�a m�s
p�blicas y evidentes, ser�a considerada una acci�n fascista y nazi y, por lo
tanto, se confirmaba el fantasma neo-nazi.
Una d�cada despu�s
la campa�a de terror destinada a paralizar la reacci�n occidental ante los
cr�menes comunistas estuvo bajo la direcci�n del esp�a Markus Wolff. El
peri�dico �Welt am Sonntag� cit� las declaraciones de un oficial mayor de la
Stasi donde se reconoc�a su papel activo en la formaci�n de la c�lula
paramilitar Grupo Hoffmann de Combate Deportivo, quienes, en 1977 y seg�n la
denuncia del diputado Helmut Geys, contaban con �un armamento m�s completo que
las SS durante el per�odo nazi� , que inclu�a carros de combate, veh�culos
militares articulados, ametralladoras, antia�reos y numerosos tipos de armas
ligeras. Bajo la cooperaci�n de la Stasi el Grupo Hoffmann fue a entrenar con la
Organizaci�n de Liberaci�n Palestina (OLP) en el L�bano y en 1982 asesinaron en
Erlangen, Alemania libre, al editor jud�o Schlomo Lewin.
La supervisi�n de
la polic�a secreta de la Alemania comunista fue tan efectiva que gracias a su
densa red de informantes y la direcci�n de oficiales de inteligencia, la llamada
�extrema derecha� sirvi� con ejemplaridad a los intereses comunistas, jugando un
papel de �pesadilla� sin jam�s atacar al comunismo alem�n. Gracias a los grupos
neonazis creados por la Stasi, el gobierno comunista alem�n pudo fabricarse una
pol�tica de �Estado Anti-fascista� muy superior al acomplejado y aterrorizado
Occidente, temeroso del resurgimiento del nazismo y, por tanto, siempre
dispuesto a conceder favores a la izquierda y seguir su juego para no ser
acusado de simpatizar o girar hacia la �extrema derecha�, convirtiendo en
�aceptable� s�lo a una �derecha moderada�.