Inicio

Acerca de AI

Art�culos

Investigaciones

Multimedia

Donaciones

 

 

 

 

 

AI | Alerta 360 Internacional

LUCHANDO CONTRA LA DESINFORMACI�N

 

 

 

 

 

 

 
 

 NUESTRAMISI�N >

� Luchar contra la total impunidad que otorga la desinformaci�n.

� Promover debates positivos.

� Alertar crisis.

ALERTAOBRAS >

 

 El Terror Rojo

La mayor investigaci�n sobre cr�menes del comunismo en el mundo. Entrega fascicular.
 

�ltimas publicaciones:

�  Mozambique | (1975-1994)
�  Corea del Norte | (1949-hoy)
�
  Letonia | (1940-1991)
�  Nicaragua | (1979-1990)

 

 ALERTAMUNDO >

 

� Europa

� Asia

� �frica

� Am�rica

 ALERTAINTERNACIONAL >

 

� Investigaciones

� Testimonios y relatos

� Biograf�as

� Art�culos

� Citas

� Glosario
� Lecturas

� Multimedia

  ALERTACONTACTO >

 

� �nase a AI360 hoy

 
� Escr�banos
 

� Mapa del sitio

 

� S�ganos en:

 

Facebook

Twitter

 
ALERTAIDEA

DONACIONES

Su aporte en dinero, trabajo o contactos es FUNDAMENTAL para continuar luchando.

Toda cooperaci�n es �til.

   

Aporte ahora

   

 

myspace live counter
 

 

 
   
   
 

 

TESTIMONIOS Y RELATOS

 

 

ARCHIVO DOCUMENTAL | por Alerta Internacional

 

Siete d�as: el trauma de las represiones
�ltima modificaci�n: 09 de febrero de 2010 | Descargar en formato PDF

 

(Art�culo completo titulado "Siete d�as en 1937: el trauma de las represiones
tempranas de Stalin", publicado en
Revista Azerbaijan International)

El autor azer�, Ahmad Jafarzade, ten�a ocho a�os de edad en el momento que se relata y escribe este testimonio desde la perspectiva de un ni�o.  Su art�culo fue publicado por primera vez en versi�n inglesa en la primavera de 2006.

Domingo

 

Era un poco despu�s de la media noche cuando escuch� algunos gritos. Corr� al patio. Nuestro callej�n ya estaba lleno de gente. Todos estaban mirando a la calle, horrorizados. Pero nadie ten�a la valent�a para dar un paso fuera del callej�n hacia la calle principal. Yo apenas pod�a escurrirme entre la multitud para alcanzar el otro extremo. El anciano Asgar, que estaba de pie al final del callej�n, no me dejaba pasar a la calle. Apenas logr� ponerme en posici�n para poder ver lo que estaba sucediendo.

 

A corta distancia - unos 10 o 15 metros - hab�a estacionado un gran coche. No era como un coche com�n. La gente sol�a llamarlos "Coches de perros"[1] o "Cuervos negros"[2].

 

A pesar de que muchas personas estaban mirando desde sus puertas y ventanas, ni una persona se atrev�a a salir hacia la calle.

 

De pronto, o�mos gritos procedentes de uno de los patios cercanos. Cuatro hombres uniformados del NKVD[3] estaban arrastrando a nuestra vecina Sakina hacia el coche. Era una mujer que trabajaba en un instituto.

 

La suegra de Sakina, Umleyla, estaba corriendo tras ella, descalza y con la cabeza descubierta. Dos ni�as peque�as - de 3 y 5 a�os - colgaban de su falda. El beb� en sus brazos estaba gritando.

 

Los soldados del NKVD abrieron la puerta trasera del coche y metieron a Sakina en �l. Cuando Umleyla vio esto, corri� hacia adelante gritando: "Gente, �por el amor de Dios! �Al menos perm�tanle llevarse a sus ni�os!".

 

Cuando Sakina reconoci� la voz de Umleyla, se volvi� hacia atr�s y trat� de saltar fuera del coche. Un soldado que se encontraba cerca de la puerta golpe� a Sakina en el pecho con su rifle. Sakina cay� hacia atr�s, colapsando en el asiento trasero del coche.

 

Cuando Umleyla vio c�mo estaban tratando a su nuera, perdi� la cabeza. Corri� gritando: "�Oh, Dios m�o! �Oh, Dios m�o! �Por el amor de Dios, d�jenla llevarse a sus ni�os. ��C�mo voy a cuidar a este beb�? �Y los ni�os?!".

 

Uno de los soldados la empuj� alej�ndola: "�Von ostyuda!" ("�Fuera de aqu�!" en ruso).

 

Sosteniendo al beb� en un brazo, Umleyla se aferr� de la manga del soldado: "Por los brazos cortados de Hazrat Abbas[4] por los sunitas. Era conocido particularmente por ser apuesto y valiente) dejen a la joven llevarse a sus ni�os con ella".

 

El soldado tirone� de su brazo, le dio un pu�etazo en el est�mago y grit�: "�Otstan, suka!" ("�Fuera, puta!"). Umleyla cay�. El ni�o cay� tambi�n, gritando.

 

Ignorando su propio dolor y los chillidos del beb�, ella se arrastr� hasta otro soldado, se aferr� a sus pies y pidi�: "�D�jeme besar sus pies!"[5].

 

El soldado apunt� su rifle hacia ella. Pero Umleyla no ceder�a - tal vez porque no sab�a lo que ocurrir�a, o tal vez porque estaba demasiado asustada y confundida para saber qu� hacer. Se puso se pie y tom� la mano del soldado. Los agentes NKVD que estaban cerrando la puerta del auto empujaron a la anciana y comenzaron a patearla.

 

Umleyla perdi� la consciencia. El beb�, que yac�a cerca, chillaba, y los ni�os gritaban al otro lado. Todos en el barrio - mirando desde sus casas, patios, callejones e incluso desde sus techos - estaban aterrorizados. Estaban demasiado asustados para correr a ayudarla.

 

De pronto la anciana Khadija, que viv�a en nuestro departamento, corri� hacia a la calle y empez� a gritar: "�Dios! �D�nde est�s? �C�mo puedes permitir tal injusticia? �El mundo perecer�! �Qu� agon�a! �Qu� desastre!".

 

Algunos de los hombres la agarraron y llevaron de vuelta al callej�n. El coche se fue.

 

Era casi de ma�ana. Gritos sonoros me despertaron. Mi madre hab�a envuelto su velo alrededor de su cabeza y sali�. Yo fui tras ella. La puerta de la calle estaba abierta. Los vecinos estaban mirando hacia el callej�n y susurrando entre ellos. Alguien estaba gritando en la casa frente a la nuestra. Luego la puerta se abri�. Tres agentes NKVD empujaron a la anciana Khadija al callej�n. Ella lloraba, rog�ndoles. Se neg� a ceder. Cuando los agentes la levantaron, Khadija grit� a�n m�s fuerte y se aferr� a las paredes del callej�n. Comenz� a chillar en un tono extra�amente agudo: "�Santo Hazrat Abbas! �Santo Hazrat Abbas! �Santo Hazrat Abbas!".

 

Los soldados del NKVD comenzaron a golpearle los brazos con sus rifles. Trataron de tironear sus manos fuera de las paredes de roca.

 

El marido de Khadija estaba de pie cerca, llorando. No se atrevi� a acercarse a su esposa aunque ella rogaba por ayuda. Quiz�s estaba avergonzado de salir a la calle desvestido o, tambi�n estaba demasiado asustado por los agentes NKVD.

 

Finalmente, Khadija se debilit�; perdiendo su fuerza. Cay� hacia atr�s en el pavimento rocoso y se golpe� la cabeza. La sangre salpic� su pelo blanco.

 

Los agentes NKVD agarraron a la mujer que se arrastraba por el suelo. La subieron en el coche negro que estaba estacionado cerca.

 

Aunque todos los vecinos estaban llorando y ara�ando sus rostros[6], nadie se atrevi� a visitar luego la casa de la anciana Khadija para tratar de averiguar a d�nde la hab�an llevado o por qu�.

 

Lunes en la noche

 

Nuestro t�o Karim, que era de la zona, reuni� a todos los vecinos cuando lleg� a casa despu�s del trabajo. Un poco m�s tarde mi madre lleg� a casa asustada y dijo a mi hermana: "�R�pido! �Agarra todos los libros, ll�valos al patio y qu�malos".

 

Mi hermana estaba confundida: "�De qu� hablas, mam�?", dijo. "�Por qu� quemar los libros?".

 

Mam� camin� directo hacia los estantes sin replicar. "�Eres suficientemente grande para saber! �No han escuchado que todos los escritores, poetas y cient�ficos han sido acusados de "enemigos del pueblo"? �Deber�amos arriesgarnos a ser arrestados por causa de estos libros?".

 

Mi hermana dijo entonces: "Mam�, nos han dicho en el colegio que s�lo cinco o seis personas han sido identificadas como "enemigos del pueblo". S�lo quemar� sus libros y todo estar� bien. No hay necesidad de quemar estos libros".

 

Mi madre era una persona educada. Ella sab�a que aquellos que hab�an sido identificados como "enemigos del pueblo" ya hab�an sido asesinados. Pero el t�o Karim le hab�a advertido: "Al�jate de los problemas. S�lo toma los libros y arr�jalos afuera".

 

Mi hermana comprendi� que no ten�a sentido llorar, pero las l�grimas cayeron por sus mejillas mientras tiraba los libros fuera del estante.

 

Una fogata ard�a en el medio del patio. Los vecinos estaban apilando sus libros cerca del t�o Karim, quien, despu�s de chequear la primera y la �ltima p�gina[7] los lanzaba al fuego.

 

Mi hermana cargo sus brazos con libros y los llev� hacia mi t�o Karim. Ocasionalmente, se inclinaba y dec�a: "T�o Karim, pero este es "Shahname" de Firdowsi. �Por qu� tenemos que quemarlo?". "S�lo arr�jalo al fuego. �No ves que uno de los traductores es un "enemigos del pueblo"?

 

"�Y qu� acerca de la �pica Koroghlu?". "El compilador y editor tambi�n es un "enemigo del pueblo".

 

"Pero", protestaba mi hermana, "el autor es el escritor franc�s Balzac". "El escritor del prefacio ha sido arrestado", respond�a mi t�o.

 

"Estas son las obras de Sabir, Ruzuli y Akhundov. �Puedo conservarlas?". El t�o Karim agarr� los libros y los arroj� al fuego, gritando: "El primer libro, el editor. El segundo, el compilador. El tercero, el escritor del prefacio. Todos son "enemigos del pueblo". �Quieres que se lleven a la hermana Kablayi por estos libros?".

 

Sec�ndose las l�grimas, mi hermana pregunt�: "�Pero no es una pena tirar los libros de ashugs[8] y los poetas del pueblo?"[9].

 

"T�, peque�a, �s�lo sal de aqu�! �Sabes siquiera qui�nes son las personas que editaron, compilaron, escribieron los prefacios de los libros?".

 

Mi hermana no hizo m�s preguntas. Sollozando, s�lo tom� los libros y los arroj� a las llamas. Ya estaba oscuro, pero parec�a como la tarde en nuestro vecindario. La luz de las llamas hab�a iluminado cada patio.

 

Martes

 

En el inicio del segundo per�odo, el maestro Aisha, Presidente de Clases del Partido en la Facultad, entr� en nuestra sala de clases y dijo a nuestro maestro: "Tenemos un evento importante. Detenga la clase y saque silenciosamente a los ni�os al sal�n de deportes en la planta baja".

 

Nuestro maestro reuni�n los libros sobre la mesa, nos alien� y escolt� al sal�n de deportes. El maestro Aisha nos hizo sentar en la l�nea del frente. Los estudiantes de clases superiores se sentaron en fila detr�s de nosotros. Un poco m�s tarde, el director del colegio - maestro Ilyas - entr� con varias personas y se sent� en la mesa, que estaba cubierta con una tela roja. El director comenz� a hablar sobre el sistema socialista y las luchas contra sus enemigos. Nos pidi� que fu�semos vigilantes y denunci�ramos a cualquier enemigo de clase.

 

En conclusi�n nos dijo: "Ni�os, ustedes son las personas j�venes m�s felices en el mundo. En ning�n lugar del mundo los ni�os son tan alegres como ustedes. Hagan lo mejor por preservar esa vida hermosa, por proteger y mantener esta sociedad que ha creado el proletariado. Ahora van a conocer a un Pionero que ha probado por sus acciones que es un verdadero ni�o sovi�tico".

 

El director se puso de pie, gir� hacia la puerta y comenz� a aplaudir. Los maestros y estudiantes lo imitaron: tambi�n se pusieron de pie y aplaudieron. La puerta se abri�. Un ni�o de unos 11 o 12 a�os de edad entr� como un soldado y se acerc� a la mesa. Estaba usando un pa�uelo rojo de Pionero alrededor de su cuello.

 

Continuamos aplaudiendo hasta que el director nos hizo parar. Todos se sentaron. Alguien que no conoc�amos se puso de pie y dijo: "Queridos ni�os, este Pionero que est� de pie ante ustedes es un verdadero h�roe. Ha hecho un gran servicio al Partido Bolchevique y al gobierno sovi�tico denunciando a un "enemigo del pueblo" que estaba realizando actos de sabotaje por muchos a�os. Sigan su ejemplo. Sean vigilantes como �l. Ahora escuchemos a nuestro h�roe Pionero, Salim Mikayilov. �l les contar� c�mo denunci� al enemigo".

 

Todos est�bamos curiosos. Nos pregunt�bamos c�mo este ni�o podr�a denunciar al enemigo. Despu�s de que terminaron los aplausos, el h�roe pionero dio un paso al frente y en voz alta y aguda dijo: "Soy un pionero sovi�tico. Mi padre es el Partido Bolchevique y mi madre la tierra sovi�tica. Estoy preparado para sacrificar mi vida por ellos. El lema de mi vida son las palabras del l�der del grupo Pionero: "�Siempre vigilante!". He sido Pionero por dos a�os. Siempre busco enemigos de clase en todas partes. En estos dos a�os pasados, he informado a las autoridades sobre personas que ayunan[10], hacen 'namaz'[11], leen el Quran, visitan sitios religiosos, invitan hu�spedes a sus casas y compran muchos productos en tiendas. Pero mi mayor acto de valent�a fue cuando descubr� a mi propio padre como un 'enemigo del pueblo'".

 

Nuestro director se puso de pie cuando escuch� esas palabras, comenz� a aplaudir y nos indic� a todos que empez�ramos a aplaudir tambi�n.

 

El h�roe Pionero continu� su discurso, ganando confianza a medida que hablaba: "Comenc� a notar que un n�mero de personas visitaban a mi padre. Sol�an venir y cerrar la puerta, y comenzaban a hablar de algo. Pens� que si fuesen buenas personas, no tendr�an secretos. Eso significaba que mi padre no era una buena persona. Cuando descubr� que uno de los invitados de mi padre era el antiguo director de una escuela secundaria, y que otro era un miembro de la familia del khan, comprend� que mi padre era realmente un "enemigo del pueblo". Inform� este asunto al NKVD. Mi padre fue denunciado como un "enemigo del pueblo". Los invito a todos ustedes a ser patri�ticos y vigilantes como yo".

 

El director nos hizo aplaudir. Continuamos por un tiempo. Uno de los invitados se puso de pie y dijo: "Ni�os, todos ustedes viven en el antiguo vecindario de la ciudad. All� hubo muchos seyids[12], mullahs[13], derviches[14], hajis[15], karbalais[16], mashadis[17], y otros charlatanes que sol�an vivir en ese vecindario. Muchos de ellos todav�a viven en nuestra sociedad, fingiendo ser alguien m�s. Ninguno de ellos podr� nunca ser amigo del gobierno sovi�tico. Su deber honorable es ser como el h�roe Pionero y exponer a esos enemigos de clase".

 

Mi�rcoles

 

En frente a nuestra escuela hab�a un dep�sito que se usaba como estaci�n de polic�a. La gente dec�a que su s�tano podr�a contener a unas doscientas personas. Las personas que fueron arrestadas en las calles o bazares eran llevadas all�. Luego el coche negro ven�a y acarreaba a esa gente a otro lugar. �ltimamente yo not� que mucha gente era llevada all�. La mayor�a de ellos eran personas de aspecto decente, que usaban buena ropa. Cuando escuch�bamos un ruido afuera, los ni�os nos trep�bamos sobre nuestros pupitres y nos asom�bamos a la ventana para ver lo que ocurr�a. Nuestra maestra nos amenazaba, pero no le prest�bamos atenci�n.

 

Durante el recreo hoy, uno de los ni�os grit�: "Hey chicos, vengan afuera, la polic�a est� trayendo a un grupo de gente del 'Hamshari Palani'[18]". Corrimos afuera. La calle estaba llena de gente. Un grupo de personas estaban caminando a la mitad de la calle hacia la estaci�n de polic�a. Fueron rodeados por un par de oficiales de polic�a, un agente NKVD y cuatro Komsomols[19].

 

La mayor�a eran ancianos. Los Komsomols dieron la se�al para que el grupo se detuviera en frente del colegio. Como la mayor�a de los arrestados viv�an en el vecindario, los ni�os se�alaban y cuchicheaban con sorpresa y temor: "�Hey! �ven a Mir Salah Agha?"[20].

 

"Oh, �han arrestado a Seyid Mahammad Agha tambi�n!"

 

"Oh Dios m�o, Haji Rasul est� all� tambi�n!".

 

"Hey, Hamza, all� est� nuestro vecino Karbalai Iman".

 

"Oh, miren lo que le pas� a Mir[21] Asadulla. Pueda ser sacrificado por su sagrado esp�ritu"[22].

 

Los Komsomols estaban tirando las barbas de esos seyids, mullahs, hajis, karbalais, mashadis y golpeando sus caras, escupi�ndoles y golpe�ndoles en sus cabezas. Los agentes NKVD los golpeaban con porras de goma.

 

Uno de los Komsomols se volvi� hacia la multitud y anunci�: "Ciudadanos, por muchos a�os, ustedes han besado las manos de estos seyids, mullahs, hajis, karbalais y mashadis sinverg�enzas, mentirosos, deshonestos, traidores e inmorales. Ustedes pensaban que eran personas devotas y honestas. Han estado viviendo de su dinero y minti�ndoles por un tiempo muy largo. No hay lugar para tal gente en una sociedad socialista".

 

Otro Komsomol pate� a Haji Rasul en la espalda. El anciano cay� y se lastim� la cabeza. Apenas pudo ponerse de pie. El Komsomol dijo: "Yo era un criado de este Haji. �Esc�panlo! �Golp�enlo!". La gente de la calle les arrojaba piedras. Nadie dijo nada. Llevaron al grupo al s�tano y los golpearon. Luego son� la campana.

 

Jueves

 

Estaban dando una pel�cula nueva en el Teatro de Pel�culas Octubre[23], cerca del bazar m�s all� del Hamshari Palani. Se llamaba "Onuchlar" (Trece). Era imposible conseguir entradas. Nos tom� dos d�as. Los ni�os en nuestro vecindario apenas hab�an sido capaces de comprar boletos en todo el d�a. Despu�s de rogarles, me dieron uno tambi�n.

 

Llegamos al teatro media hora antes de que comenzara la pel�cula. No hab�a asientos vac�os; la gente estaba sentada incluso en las escaleras entre las filas. Las luces se apagaron. Pero en lugar de la pel�cula, se hizo un anuncio por los altavoces: "�Queridos aficionados al cine! Antes de proyectar la pel�cula, nos gustar�a conducir una breve sesi�n con nuestros poetas. Ellos recitar�n algunos de sus nuevos poemas para ustedes". Alguien comenz� a aplaudir. Todos se unieron. Cinco hombres y una mujer subieron al escenario. El director del teatro los present� y luego fue tras bastidores.

 

Los poetas comenzaron:

 

Hemos comprendido las mentiras de los mullahs,

hemos quemado a los demonios y malvados.

Hemos quebrado la suerte de los adivinos,

y desgarrado sus libros y libretas.

 

�Abre tus ojos al mundo, mi amigo!

Los mullahs son cornudos, los seyids son bastardos.

Los Karbalai son estafadores, los Hajis son malvados.

Los Mashadi son mentirosos, sinverg�enzas y pervertidores de ni�os.

"Tenemos una nueva Atagha[24], hermana Masma en Bak�,

Su sudor, suciedad, aliento es la cura de todas tus penas.

 

Mi patria est� en paz ahora,

cada d�a es un festival,

las sonrisas aparecen en los rostros del pueblo.

Nuestra pradera cambia el color cada d�a.

Las cuerdas sobre el saz de la sonrisa del ashug.

La gente es libre, las lenguas son libres.

Las flores son libres en los jardines libres.

 

El comunismo es nuestra alma.

El Partido es nuestra fe.

Stalin es nuestro l�der.

Vamos hacia el progreso.

 

Los poetas aplaud�an cada secci�n del poema y la audiencia se un�a a ellos. Luego uno de ellos preguntaba a la audiencia: "�Qui�n es nuestro enemigo?".

 

Voces desde la audiencia respond�an: "Los burgueses, khanes, beys, terratenientes, kulaks!"[25].

 

"Miembros del partido Musavat que han sido expuestos como "enemigos del pueblo", cient�ficos, poetas y escritores que fueron sus seguidores".

 

Uno de los poetas levant� su mano y dijo: "�Muerte a los enemigos del socialismo, muerte a los enemigos de nuestro pueblo!". Las luces se apagaron, la pel�cula comenz�.

 

Viernes

 

Mi madre comenz� a hacer preparativos la noche anterior. Iban a llevar a la hija de la t�a Zubeyda, Nasiba, al "pir" - un lugar sagrado llamado Rahima Khatun en Nardaran[26]. Muchas mujeres y ni�os van all�. Mi madre acord� llevarme tambi�n, despu�s de que le rogu� varias veces.

 

Alrededor de las 7 AM unas 20 mujeres y ni�os abordamos el tren el�ctrico en la estaci�n de trenes en Sabunchu[27]. Alrededor de las 9 AM llegamos a Mashtagha[28]. Arrendamos dos carros (tirados por un caballo o un burro) y fuimos al peque�o pueblo. Cuando llegamos, descubrimos que hab�a un gran candado en la puerta del lugar sagrado, y un Komsomol estaba de pie junto a la puerta con un rifle en la mano.

 

Incluso aunque la t�a Zubeyda le rog� al Komsomol que nos dejara entrar porque su peque�a ni�a ten�a un problema al coraz�n e incluso prometi� dar limosnas, el Komsomol no la escuch�. Finalmente, el Komsomol maldijo el lugar sagrado, a la t�a Zubeyda y a nosotros. Mi madre no pudo soportarlo, por lo que reuni� al grupo y les dijo a los del carro: "Hermanos, hemos venido tan largo camino hasta aqu� y no queremos regresar sin poder cumplir nada. Les pagaremos, s�lo ll�vennos a la mezquita del pueblo para que hagamos "namaz" (oraciones isl�micas) por esta ni�a".

 

Los conductores del carro replicaron: "Hermana, �de qu� est� hablando! Todas las mezquitas de alrededor han sido convertidas en clubes, teatros de pel�culas, restaurants o negocios ahora. Pensamos que hab�an venido aqu� a ver la villa. De otra forma, les habr�amos dicho que no se molestaran".

 

Regresamos a la ciudad decepcionados. Cuando las mujeres y ni�os se bajaron del tren de regreso en Sabunchu, escuchamos que hab�a una nueva torre cerca de la costa. La gente pod�a subirse y saltar con un paraca�das. Quisimos ir y ver. Comenzamos a caminar hacia el mar. Despu�s de un rato nos encontramos con miles de personas de pie cerca del puente. La gente estaba llorando, gritando y alborotando. Los polic�as estaban alejando a la gente. Mi madre avanz�. Me agarr� de su mano. Fue una escena horrible: los hombres estaban de pie en un lado, las mujeres y ni�os en el otro. Todos estaban llorando. Todos trataban de decir algo unos a otros, pero hab�a tanto ruido que no se pod�a o�r nada.

 

Result� que esa gente hab�a sido tra�da de villas en Karabaj[29], Lankaran[30] y Mughan[31]. Fueron forzados a dejar sus casas apresuradamente en la noche. Se les prometi�: "seg�n el decreto de Stalin, se les dar� un muy buen lugar para vivir en Kazajst�n". Hab�an sido tra�dos a Bak� en trenes de carga. Ahora estaban separando a las familias, poniendo a las mujeres y ni�os en los mismos coches y a los hombres en otros diferentes.

 

Por eso todo el mundo estaba tan conmocionado. Esa gente era inocente, todos pod�an ser deportados, incluyendo Bolcheviques, Pioneros, Stakhanovitos[32], ancianos y j�venes por igual, hombres y mujeres.

 

S�bado

 

Un silencio impuesto descendi� en el vecindario. La nuera de Mashadi Ganbar hab�a sido enviada ayer en exilio, y sus cuatro nietos fueron llevados a un orfanato. S�lo un mes atr�s, su hijo hab�a sido denunciado como un "enemigo del pueblo". El anciano rog� muchas veces que dejaran a la madre llevarse a sus ni�os con ella, o les permitieran quedarse con �l, pero los agentes del NKVD no lo permitieron.

 

Despu�s de que se fueron, el anciano fue a la cocina y se suicid� con un hacha. Su esposa no pudo soportar lo que vio y tomando el cordel que se usaba para colgar la ropa, lo at� a la ventana y se colg�.

 

Los cuerpos fueron lavados[33] y colocados uno junto al otro en el medio del patio. No se encontr� a nadie que recitara las oraciones f�nebres. Los que sab�an c�mo hacerlas ten�an miedo de decir nada. No hab�a elecci�n m�s que enterrar los cuerpos sin oraciones rituales.

 

Cuarenta o cincuenta mujeres se reunieron en c�rculo en la mitad del patio. Nanabaji se adelant� gritando: "�Es un desastre, un desastre!".

 

Todas las mujeres replicaron: "�Qu� desastre!"

 

"�Hemos perdido al �nico hijo en la familia!"

 

"�Qu� desastre!"

 

"�Hemos perdido a la joven novia!"

 

"�Qu� desastre!"

 

"�Hemos perdido beb�s lactantes!"

 

"�Qu� desastre!"

 

"�Hemos perdido a Mashadi Gambar!"

 

"�Qu� desastre!"

 

"�Hemos perdido a Durnisa khanum!"

 

"�Qu� desastre!"

 

Una de las mujeres comenz� a gritar con voz muy aguda:

 

"La tierra llora, las rocas lloran.

Quienes presencian este dolor

lloran con l�grimas de sangre".

 

Sollozando, Nanabaji comenz� otra vez: "�Es un desastre, un desastre!". Cuando dijo eso, se sinti� como si todo el mundo se uniera, no s�lo aquellas mujeres en el patio. Y como las mujeres, todo el mundo estaba diciendo en coro: "�Qu� desastre!".

 

Notas:

[1] A�n hoy, la polic�a es mencionada como "perros" en Azerbaiy�n, por eso "coche de perros".

[2] Veh�culo usado por la polic�a secreta para transportar personas que hab�an sido arrestadas a los cuarteles centrales y prisi�n.

[3] Narodnyi Komissariat Vrutrennikh Del, acr�nimo de la temida Comisar�a Popular de Asuntos Internos, precursora del KGB - Komitet Gosudarstvennoy Bezopasnosti o Comit� de Seguridad del Estado.

[4] Fue uno de los nietos del Profeta Mahoma. Junto con 72 miembros de la familia y amigos cercanos, Abbas fue asesinado cerca de Kerbala (Iraq en la actualidad).

[5] Expresi�n de sumisi�n que significa que la persona har� todo por la otra.

[6] Tradici�n de auto-mutilaci�n entre mujeres asociada con luto. Ara�arse la propia cara para hacerla sangrar no ha sido muy practicado en los �ltimos 20-30 a�os, pero la pr�ctica a�n exist�a en villas remotas.

[7] En la primera estaba el t�tulo del libro y el nombre del autor, la �ltima indicaba el editor y varios otros profesionales involucrados con la preparaci�n de la publicaci�n.

[8] Juglares itinerantes que componen versos y memorizan y representan largas epopeyas cantadas, acompa��ndose con el tradicional instrumento de cuerdas llamado saz.

[9] Los escritores m�s reverenciados en la Uni�n Sovi�tica eran reconocidos con el t�tulo de "escritor del pueblo". Con el honor ven�an becas y ciertos privilegios. Sin embargo, los honores no eran necesariamente otorgados a los intelectuales m�s capaces.

[10] Pr�ctica religiosa musulmana durante el mes de Ramadan, cuando los seguidores se abstienen de comer y beber durante las horas diurnas.

[11] Significa rezar. Los devotos del Islam siguen oraciones prescritas a cinco horas espec�ficas del d�a.

[12] Descendiente santo del profeta Muhammad del Islam.

[13] Cl�rigo isl�mico.

[14] Miembro de una fraternidad religiosa asc�tica musulmana sufi, conocidos por su extrema pobreza y austeridad. Viven como ermita�os, completamente aislados del mundo.

[15] Musulm�n que ha estado en un peregrinaje a la Meca en Arabia Saudita.

[16] Peregrino que ha visitado santuarios sagrados en Karbala, Iraq.

[17] Peregrino a Mashad, Iran.

[18] Una comunidad del vecindario.

[19] Abreviatura sil�bica para el ruso KOMmunisticheski SOyuz MOLodiozhi, o Uni�n Comunista de la Juventud, que fue establecida en 1918. Komsomol era el �ltimo estadio de la juventud para ganar membrec�a en el Partido Comunista. La progresi�n era: Octobristas, Pioneros y luego Komsomols.

[20] Agha: un l�der, gobernador o jefe. Aqu� significa se�or.

[21] Sin�nimo de Seyid que indica a un descendiente sagrado del Profeta Muhammad en la tradici�n musulmana.

[22] La gente utiliza esta expresi�n cuando est� hablando sobre alguien que considera santo.

[23] Muchas cosas recibieron el nombre Octubre. Se refiere al mes de 1917 cuando tuvo lugar la revoluci�n Bolchevique.

[24] Atagha: Es "hombre de carne", refiri�ndose a Mir Movsum Agha (1883-1950) quien era buscado en la religi�n popular debido a sus alegadas capacidades curativas en la fe. Su tumba est� en Shuvalan, un pueblo en la Pen�nsula Absheron, no muy lejos de Baku. Todav�a es popular hoy, m�s de 50 a�os despu�s de su muerte. Durante el per�odo sovi�tico, la curaci�n por la fe era un tab�. Aqu� el poema se refiere a la nueva medicina a tomar en lugar de lo que los sovi�ticos ve�an como un comportamiento supersticioso.

[25] Kulaks: el estrato m�s rico de los campesinos, criticados por los Bolcheviques

[26] Pueblo hist�rico en la Pen�nsula Absheron, cerca de Bak�, la capital.

[27] Pueblo as� como un distrito de la Pen�nsula Absheron.

[28] Asentamiento en la Pen�nula Absheron.

[29] Una regi�n del oeste de Azerbaiy�n que ha estado bajo ocupaci�n armenia desde 1992.

[30] Un pueblo en el sur de Azerbaiy�n que est� en la frontera con Ir�n.

[31] Una regi�n del r�o Kur-Araz en la zona central del pa�s.

[32] En la Uni�n Sovi�tica, una persona que segu�a el ejemplo de Aleksei Grigorievich Stakhanov, que trabaj� tan duramente que tuvo un m�rito adicional al trabajo.

[33] Es una tradici�n en el Islam que antes del entierro el cuerpo del muerto sea lavado ceremonialmente.

 

 

 

ALERTALIBROS

 Tomo n� 12 de la obra "El Terror Rojo": Escalofriante experiencia en una de las m�s atroces dictaduras militares comunistas. Laos - la tierra del mill�n de elefantes � fue sometida por Pathet Lao, con la ayuda de la URSS y Vietnam, al terror salvaje y criminal. Barbarie, pobreza, represi�n y genocidio marcan hasta hoy al pa�s con menor libertad econ�mica del mundo...

Leer online Descargar

 

ALERTAIMAGEN

 Bielorrusia

Residentes de Minsk, "ajusticiados" con horca de parte de los comunistas por haber ayudado de alguna forma, aunque fuese insignificante, a los prisioneros de guerra. 1941.

 

  ALERTA 360 INTERNACIONAL

 

ALERTA 360 INTERNACIONAL�

Buenos Aires - Santiago - Sao Paulo - Madrid - Nueva York

 

 

Necesidades urgentes

 

 

Publicaciones

 

El Terror Rojo. M�s 60 tomos,

miles de p�ginas, fuentes y

gr�ficos. An�lisis y cifras.

 

Cifras de V�ctimas

 

�ndice Mundial de Victimizaci�n.

Cuadros tem�ticos

a nivel global o nacional.

 

Suscripci�n

 

Reciba c�modamente en su correo libros y novedades.

Semanal | Gratis

 

     

 

Alerta 360 Internacional� es una organizaci�n ciudadana de car�cter independiente

y sin �nimo de lucro. Depende de la cooperaci�n del p�blico

para su subsistencia aut�noma de grandes intereses.

Su objetivo es informar y promover debates positivos

en torno a los grandes focos de crisis.

 

� 2009 by Alerta 360 Internacional�. Todos los derechos reservados.