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EL TERROR ROJO

 

 

INVESTIGACIONES | Alerta 360 Internacional

 

Guinea Ecuatorial: el Auschwitz de �frica
Por Cynthia Caden
�ltima modificaci�n: 13 de enero de 2010 | Descargar completo en formato PDF

 

Tabla de contenidos
1. Introducci�n
2. Historia
3. La verdad sobre el ascenso de Mac�as
4. El reino del terror
5. Origen de la dictadura de Obiang
6. Nuevos sufrimientos
7. Bibliograf�a relacionada

 
  1  2  3  4  5  6  7 

 

El reino del terror

 

Alcanzado el poder, Mac�as r�pidamente abandon� la democracia y se dedic� a convertir a Guinea Ecuatorial en uno de los estados africanos m�s represivos, temibles y dictatoriales.

 

El 9 de marzo de 1969, el diario ABC public� en portada: "Mac�as asume el poder absoluto en Guinea Ecuatorial", para luego asegurar que "despu�s de desembarazarse por todos los medios de sus adversarios pol�ticos, ha iniciado una purga de sus colaboradores m�s directos" y "con las armas requisadas a los extranjeros, el presidente arm� a sus partidarios, que han sembrado el terror en el pa�s".

 

Ante los ataques cada vez m�s virulentos contra los extranjeros, comenz� un �xodo imparable de espa�oles, y el antiguo pa�s colonizador tuvo que pedirle a la Cruz Roja Internacional que enviase urgentemente equipos sanitarios para relevar a sus m�dicos, quienes, como dijeron: "debido a las circunstancias, no pueden desempe�ar su humanitaria labor con eficacia, adem�s de peligrar su seguridad, por la campa�a antiespa�ola que est�n llevando a cabo las autoridades guineanas"[1].

 

Muchos exiliados debieron irse s�lo con lo que ten�an puesto. Entre ellos hab�a personas que llevaban toda su vida en Guinea. Los hijos de matrimonios mixtos nacidos all� no eran considerados espa�oles por el gobierno y se prohibi� su salida, separando as� a las familias. Otros no ten�an ni siquiera el dinero que costaba el pasaje y tuvieron que conseguir pr�stamos para partir.

 

Mac�as encarg� el adiestramiento de milicias y tambi�n envi� misiones a Pek�n para pedir alimentos y formaci�n para aprender t�cnicas de organizaci�n miliciana popular. Las "Juventudes en Marcha con Mac�as", creadas y armadas casi desde el comienzo del gobierno, sometieron a humillaciones y vejaciones a los espa�oles que encontraban aislados. La Guardia Civil prefiri� no intervenir para evitar que aumentase la violencia.

 

Un a�o despu�s todos los partidos de oposici�n fueron ilegalizados, y se cre� el Partido �nico Nacional (PUN). En julio de 1971 el partido fue renombrado PUNT, agregando "de Trabajadores", inspir�ndose en Corea del Norte. La militancia era obligatoria para todos los guineanos mayores de siete a�os de edad.

 

Se levantaron sucesivas olas de represi�n y los opositores que no hab�an alcanzado a escaparse al extranjero fueron encarcelados y muchos murieron de forma violenta. Otros fueron torturados y encerrados por largos per�odos en las inhumanas prisiones.

 

En "Guinea, materia reservada� se cuentan numerosos relatos de atrocidades cometidas en ese periodo.  En uno de ellos, un testigo relata la muerte de Federico Ngomo, antiguo Presidente de la Asamblea Nacional y luego nombrado por Mac�as auditor-jefe del Banco Central de Guinea. Ocurri� el d�a del Corpus Cristi de 1971. Los carceleros llevaron a doce prisioneros a la zona de Ngolo Ayon, a unos 5 kil�metros de Bata, y les obligaron a cavar una zanja en una zona pantanosa. As� es el relato de lo ocurrido:

 

"La milicia popular cogi� palas, picos y mazas y comenz� en ese momento uno de los m�s t�tricos y espantosos espect�culos... Empezaron a golpear a los prisioneros, que por otro lado se ahogaban en aquella viscosa agua en estado de descomposici�n, y que se agarraban a los bordes de la excavaci�n con los dedos sangrando y con las u�as astilladas. Cada vez que alguno de ellos intentaba respirar aquel aire saturado y cargado de violencia y de silencio, las �Juventudes en Marcha con Mac�as� golpeaban con sus palas o sus picos las cabezas de aquellas amorfas figuras humanas rebozadas de fango y sangre en donde dif�cilmente se pod�a apreciar donde estaban la boca y los ojos. Solamente cuando cualquier movimiento, por m�nimo que fuera, se deten�a en el interior de aquella fosa pestilente, los verdugos cesaban su apasionante diversi�n del Corpus. La operaci�n, sin embargo, se repiti� al d�a siguiente con nuevos prisioneros. Los espectadores silenciosos, obligados por la Guardia Nacional a presenciar gratuitamente aquel espect�culo ofrecido por el presidente Mac�as Nguema Boyono, ahogaban una contenida arcada de terror, de dolor, de asco. Cientos de personas han muerto en forma similar...�[2].

 

Las despiadadas matanzas comenzaron a sucederse cada vez con mayor frecuencia y muchas veces en p�blico para que sirviesen de "escarmiento". Algunas fuentes indicaron que se llegaban a amontonar hasta 6.000 prisioneros en las c�rceles, aunque lo normal era matar a los detenidos m�s antiguos para hacer lugar a los nuevos. El 26 de junio de 1974 - y valga este hecho como ejemplo para no seguir enumerando otros - Mac�as orden� ejecutar a 118 prisioneros pol�ticos. Pero antes de hacerlo, oblig� a los familiares a que diesen su consentimiento y acuerdo a las sentencias sumarias. Quienes se negaron a hacerlo fueron asesinados a�n antes que sus seres queridos acusados. De este modo se aplicaba el sistema con el habitual cultivo de traiciones y denuncias comunes en los estados comunistas para destruir la confianza dentro de la poblaci�n.

 

"La estela de sangre dejada por la 'Juventud en marcha con Mac�as' es indescriptible�, reconoci� Obiang Nguema en su libro "Guinea Ecuatorial, pa�s joven". El sobrino y sucesor de Mac�as critic� los desmanes cometidos para justificar as� la violenta deposici�n de su t�o, aunque hemos de agregar que sin mencionar su propia participaci�n en muchos de aquellos sucesos cruentos. En otro p�rrafo de su obra asegur� que las dirigentes de la Secci�n Femenina del PUNT "someten a litigios pol�ticos cuestiones �ntimamente conyugales, litigios que generan las persecuciones y asesinatos de muchos maridos�[3].

 

Mediante el decreto promulgado el 7 de mayo de 1971 Mac�as asumi� "todos los poderes directos" tras argumentar que hab�a superado dos supuestos intentos de golpe de estado y "atentados para asesinar al presidente popular y democr�tico elegido por el pueblo africano de Guinea Ecuatorial�. En octubre del mismo a�o dict� un decreto-ley que sancionaba cualquier ofensa a su persona hasta con la pena de muerte y establec�a fuertes castigos para quienes fuesen condenados por delitos de rebeli�n o por intentar derrocar al Gobierno.

 

Pero a�n faltaba m�s: en julio 1972, Mac�as se autoproclam� presidente vitalicio a trav�s de una �ley constitucional�. Tambi�n se otorgar�a los t�tulos de "Honorable y Gran Camarada�, por �la sabia direcci�n que ha llevado al pa�s desde su independencia", �General Mayor de los Ej�rcitos Nacionales�, por �los m�ritos militares alcanzados�; y - como ya dijimos - �Gran Maestro de Educaci�n Ciencia y Cultura", por �la infatigable labor instructiva llevada a todo el pueblo�[4].

 

La presencia sovi�tica, norcoreana, cubana y china ya era muy importante a esta altura de los acontecimientos. Guinea Ecuatorial era una c�rcel aislada del exterior - como es natural en los estados comunistas - y subsist�a gracias a la ayuda de estos pa�ses.

 

"Los observadores pr�ximos a la Alianza Atl�ntica hab�an se�alado, en los �ltimos meses, la preponderancia de la influencia sovi�tica en el territorio de ese pa�s, apoyada por instructores cubanos que hablan correctamente espa�ol, gracias a la aportaci�n de armamento ruso para el Ej�rcito guineano. Asimismo, la URSS hab�a participado en la instalaci�n de un sistema de telecomunicaciones en el pa�s, y a cambio de todo ello el Gobierno de Guinea habr�a dado facilidades al Gobierno de Mosc� para la instalaci�n de una base de pesca en la localidad de Luba[5]. Lo cierto es que la base no se utilizaba s�lo con fines pesqueros. Los observadores atl�nticos la calificaron como militar y estrat�gica", explicaba Pablo Sebasti�n, entonces corresponsal de ABC en Bruselas. 

 

Est� claro, entonces, que los pa�ses comunistas apoyaban, aconsejaban y cerraban los ojos ante el evidente desequilibrio mental en constante aumento del gobernante de Guinea. Seg�n un informe elaborado por el Ministerio de Asuntos Exteriores espa�ol que recogi� Rafael Fern�ndez: "El dictador muestra crecientes se�ales de inestabilidad. Se rodea de familiares o personas de Mongomo, que coloca en lugares importantes de la Administraci�n, para vigilar a los ministros. Trata con desd�n y a gritos a sus compatriotas y diplom�ticos y acapara cargos. Adem�s de ser Jefe del Estado y del Gobierno, desde marzo de 1969 es responsable tambi�n de las carteras de Defensa y Asuntos Exteriores. El funcionamiento de la administraci�n y de los �rganos del Estado es ca�tico. Comienza a ser conocida Guinea Ecuatorial como 'el reino del terror'"[6].

 

Una vez que toda oposici�n pol�tica fue eliminada, el gobierno comenz� a acosar e intimidar a la Iglesia Cat�lica Romana, que era vista como otra posible instituci�n opositora[7].

 

El gobierno dijo que "No hay otro Dios que Mac�as" y la frase "Dios cre� Guinea Ecuatorial gracias a Mac�as. Sin Mac�as Guinea Ecuatorial no existir�a", se convirti� en una parte obligatoria de todos los servicios religiosos que subsistieron.

 

La actividad empresarial se hizo casi inexistente. Exceptuando algunas peque�as empresas constructoras extranjeras, encargadas de obras p�blicas y extracci�n maderera, el resto de la escasa actividad empresarial estaba en manos del Estado, como las empresas estatales comerciales, dedicadas a la venta mediante boletos de racionamiento de art�culos importados como ropa, bebidas, electrodom�sticos o bicicletas; la empresa estatal de transportes, con una flota de autobuses que cubr�an los trayectos entre las cabeceras de distrito; o la empresa estatal de petr�leo, dedicada a la venta de productos derivados.

 

Trabajar en la Administraci�n del Estado o en una empresa estatal era un privilegio reservado a unos pocos. Sin embargo, estos trabajadores no ten�an garantizados derechos laborales, incluida la percepci�n regular de un salario, pues pod�an pasar muchos meses sin recibir su sueldo. Adem�s, los trabajadores de las empresas estatales no ten�an la libertad de rescindir su relaci�n laboral de no mediar causa justificada.

 

El trabajo era considerado como el primer deber y obligaci�n de todo ciudadano, sin que se esperase contrapartida alguna, justific�ndose que �el trabajo creador y revolucionario� dignificaba al hombre. En estas circunstancias, cualquier tipo de reivindicaci�n sobre las condiciones laborales era �contrarrevolucionario, subversivo y propio de los enemigos de la patria�[8], lo cual significaba el castigo de c�rcel.

 

En 1975 un decreto prohibiendo toda educaci�n privada llev� al cierre de todas las escuelas cat�licas, y la poblaci�n fue advertida de que el contacto con la iglesia podr�a conducirla a un castigo severo. Mientras tanto, el mismo a�o Mac�as se proclam� a s� mismo un "Milagro �nico"[9].

 

Por otra parte, el cierre de los colegios tambi�n obedec�a a que el r�gimen era virulentamente anti-intelectual. Entre 1969 y 1976 unos 75 maestros o funcionarios de educaci�n fueron ejecutados, incluyendo tres ministros. Cientos de maestros fueron expulsados, causando el cierre de similar n�mero de escuelas[10]. Mac�as declar� que la educaci�n privada era subversiva y la prohibi�[11]. Los ni�os ya no iban al colegio porque los maestros hab�an muerto o huyeron. Lo �nico que deb�an aprender era a gritar "�Nada sin Mac�as, todo por Mac�as! �Abajo el colonialismo! �Abajo el imperialismo!"[12].

 

Pero la postura hostil del r�gimen contra el intelectualismo no estaba limitada al sistema de educaci�n. Cualquier ecuatoguineano educado era visto como una amenaza, y los profesionales, como estadistas por ejemplo, pod�an ser asesinados por este simple hecho. El t�rmino "intelectual" fue prohibido por Mac�as en 1973[13].

 

Entre todos sus odios, el presidente profesaba uno particular contra los annoboneses[14], probablemente porque los isle�os manten�an una lealtad nunca disimulada por sus antiguos colonizadores espa�oles. Los habitantes de la remota Annob�n vieron pasar los a�os en un absoluto aislamiento, sin que apareciera por all� ning�n barco. Tambi�n en 1973 se declarar�a una epidemia en la isla, pero Mac�as no s�lo se neg� a enviar ayuda, sino que incluso prohibi� que lo hicieran las organizaciones humanitarias que estaban dispuestas a ayudar[15]

 

Un decreto publicado en agosto del mismo fat�dico a�o obligaba a todos los ciudadanos del pa�s a cambiar su nombre cristiano por el equivalente africano. Fernando Po pas� a llamarse isla Mac�as Nguema, Santa Isabel se convirti� en Malabo, San Carlos - la segunda ciudad de la isla - fue renombrado como Luba y la remota isla de Annob�n pasaba a ser Paqalu[16].

 

Debido a la p�sima gesti�n presidencial, el pa�s pronto entr� en crisis, a lo que contribuy� la nacionalizaci�n de la econom�a y la megaloman�a de Mac�as Nguema, que le llev� a construirse un palacio valorado en 12 millones de d�lares[17], entre otras excentricidades.

 

En medio de esta situaci�n, en un pa�s casi totalmente aislado, la poblaci�n sobreviv�a sufriendo graves penurias, y enfermedades ya erradicadas volvieron a aparecer. Sin ninguna l�gica ni preocupaci�n por su pueblo Mac�as orden� clausurar la leproser�a de Micomeseng, forzando as� a los enfermos a regresar a sus aldeas de origen. Muchos fueron rechazados o incluso perseguidos por el temor al contagio de la gente sana y se vieron obligados a refugiarse en la selva[18], donde morir�an en espantosas condiciones.

 

No es de extra�ar que en 1974, una comisi�n internacional publicase un informe en el que se calificaba al r�gimen como el m�s brutal del mundo. La iglesia denunci� el asesinato del ex-vicepresidente Edmundo Bosio y de otros miembros de la oposici�n, a lo que el presidente respondi� expulsando a la mayor�a de los religiosos del pa�s y decretando el cierre de todas las iglesias.

 

Los religiosos extranjeros tuvieron entonces que salir tambi�n de Guinea, mientras que el clero aut�ctono fue perseguido, encarcelado, torturado y asesinado. Con la influencia directa de sus nuevas amistades comunistas, Mac�as declar� el estado ateo en un pa�s con un 95% de poblaci�n cat�lica.

 

Amnist�a Internacional, en su informe anual de 1976, afirm� de Guinea Ecuatorial: �es uno de los m�s represivos y totalitarios estados de �frica�. Critic� duramente las detenciones del Vicepresidente y Ministro del Interior Miguel Eyegue, uno de los m�s importantes consejeros militares del Presidente, la del capit�n Salvador El�, y las de entre 15 y 20 sacerdotes y monjas cat�licas.

 

En marzo de ese a�o Mac�as firm� un decreto-ley en el que ordenaba que "todos los ni�os guineanos entre 7 y 14 a�os, recibir�n obligatoriamente adiestramiento militar� y �cualquier padre de familia o persona que se niegue a entregar a su hijo ser� encarcelado o fusilado�. Otro decreto-ley, firmado el mismo d�a, reafirmaba la africanizaci�n de t�rminos del a�o anterior, prohibiendo "exhibir ninguno de los nombres de pila puestos por la Iglesia al ser bautizados" y "el mal pronunciamiento de los nombres africanos y menos con entonaci�n europea�[19].

 

Entre los extranjeros sufrir�an muy particularmente los trabajadores nigerianos que trabajaban en las plantaciones de cacao en Fernando Po. Vieron impotentes c�mo se iban deteriorando los cultivos, de dif�cil producci�n. Las fincas que hab�an pasado a manos de guineanos se degradaban r�pidamente, la producci�n disminu�a y los patrones no pagaban. Los castigos eran m�s frecuentes y duros que nunca antes, convirti�ndolos pr�cticamente en esclavos absolutamente carentes de derechos dentro del pa�s. Si protestaban por las condiciones en que deb�an trabajar el gobierno respond�a con acci�n policial o militar. En vista de todo esto muchos escaparon. Ya en 1972 se hab�an marchado unos 20.000 de los 50.000 nigerianos que viv�an y trabajaban en Guinea Ecuatorial.

 

En enero de 1976 la situaci�n lleg� a extremos intolerables. Mac�as hab�a incumplido todas las promesas que hiciera antes a las autoridades nigerianas, que entonces enviaron un barco a Malabo para repatriar a los trabajadores que desearan regresar a su pa�s. Todos quer�an salir cuanto antes hacia su patria, que se encontraba a unas cinco horas de navegaci�n. En el barco se abarrotaron 1.500 personas aterrorizadas. En los muelles quedaban unos 7.000 nigerianos que quer�an tambi�n subir al barco. Mac�as envi� soldados con el argumento de que har�a respetar el orden y para evitar que se marcharan algunas guineanas que se hab�an casado con nigerianos.  

 

"En medio de un p�nico generalizado en los muelles, los soldados abrieron fuego con armas autom�ticas", dijo la revista �frica en marzo de 1976. Fuentes gubernamentales nigerianas manifestaron luego que en la matanza perdieron la vida al menos 11 trabajadores.  

 

Despu�s de esto el gobierno nigeriano orden� la repatriaci�n de todos los trabajadores. Se vivieron unas jornadas dram�ticas en las que los nigerianos escapaban como pod�an en abarrotados barcos enviados desde su pa�s o en cualquier cosa que flotara.  Algunos aseguran que Nigeria no intervino militarmente por miedo a la presencia sovi�tica en Guinea, entonces ya muy importante. Nadie sabe exactamente la cantidad de nigerianos que murieron en aquellos sucesos. Los barcos escaseaban pues Mac�as hab�a ordenado destruirlos mucho antes para evitar fugas de su atemorizado pueblo. Este nuevo �xodo masivo perjudic� gravemente al pa�s, y las cosechas de cacao quedaron m�s afectadas a�n que en el previo abandono precipitado de los espa�oles unos a�os antes.

 

Ese mismo a�o el semanario norteamericano The Guardian informaba que unos 26.000 "esclavos" estaban trabajando en las plantaciones de cacao y caf� de Guinea Ecuatorial y cit� un informe de la Sociedad Anti-esclavitud - con sede en Londres - que aseguraba que la isla de Fernando Po era un gran campo de trabajos forzados. Seg�n la informaci�n del semanario, incluido en uno de los boletines �La Voz del Pueblo� de la ANRD[20], Mac�as hab�a obligado a la poblaci�n a trabajar en las plantaciones, debido a la salida forzada de los braceros nigerianos.

 

Para sustituir a los exiliados el gobierno decidi� que cada pueblo y cada familia del pa�s deb�an entonces enviar a la isla un cupo de trabajadores para salvar la cosecha de cacao. Si la gente no se alistaba voluntariamente, se proced�a a su detenci�n y traslado forzoso desde su pueblo hasta las plantaciones en Fernando Po; los obreros as� tra�dos no ten�an derecho a salario alguno, y tan s�lo recib�an una escasa raci�n de alimentos. Sin asistencia m�dica ni de ning�n otro tipo y sin familiares o conocidos a quienes acudir para sobrevivir, muchos de estos trabajadores forzados hurtaban en las fincas de los habitantes de la isla ante la impotencia de �stos, que no ten�an instancia alguna donde denunciar a �los trabajadores revolucionarios�, como entonces se les llamaba. Estas personas no pod�an retornar a sus aldeas, y s�lo en casos excepcionales consiguieron una autorizaci�n de desplazamiento, o �credencial�[21].

 

Hubo pesquisas a lo largo de todo el pa�s para recolectar hombres y llevarlos a trabajar obligados a las plantaciones de cacao. En la Navidad de 1976, por ejemplo, lleg� un barco a Annob�n despu�s de los a�os previos de aislamiento. Los isle�os pensaron que por fin llegar�a apoyo m�dico y otras ayudas. Al darse cuenta de su error los que pudieron se escaparon a cuevas que s�lo ellos conoc�an en su tierra. Mientras tanto, los guardias de Mac�as capturaban a todos los hombres que encontraron entre los 16 y los 40 a�os[22].

 

La gente, forzada a realizar un cultivo dif�cil sin ninguna experiencia, no consigui� cubrir ni siquiera las cuotas m�s m�nimas. A pesar de las amenazas y represalias, no alcanzaban ni siquiera un triste 10% de la producci�n original - anterior a la independencia - tras la partida de los nigerianos.

 

En condiciones similares de carencia y maltrato se desarrollar�a el trabajo en el sector de la construcci�n, concretamente en las obras de alguna que otra infraestructura, como fue la construcci�n de la central hidroel�ctrica de Bikomo, donde los trabajadores guineanos apenas percib�an, de manera muy irregular, un salario de 3000 bikwele, que alcanzaba escasamente para la manutenci�n de cinco d�as[23].

 

Adem�s, tanto los funcionarios p�blicos como la poblaci�n en general estaban obligados cada s�bado a trabajos p�blicos, como la limpieza de la hierba de las calles (o �chapeo de las ciudades�), al estilo habitual de los pa�ses comunistas. En cualquier momento y lugar los cuerpos de seguridad pod�an detener a las personas y obligarlas a trabajar en tareas de limpieza. La instituci�n del trabajo forzoso gratuito y generalizado era conocida como �trabajar por el PUNT�.

 

M�s all� de este trabajo forzoso generalizado, los reclusos de la c�rcel central de Black Beach (muchos de ellos presos pol�ticos) eran empleados - sin remuneraci�n alguna - en trabajos de obras p�blicas, limpieza de las ciudades, o en las fincas estatales y plantaciones privadas de alimentos de las personalidades del r�gimen.

 

En febrero de 1977 la desaparecida revista �Cuadernos para el Di�logo� public� un reportaje escrito por un guineano que pidi� que su nombre fuese protegido, donde contaba que en ese momento hab�a miles de personas en su pa�s que hab�an sido condenadas a realizar trabajos forzados, las mujeres eran violadas por los guardianes, y que a los prisioneros no les daban comida y muchas veces tampoco les pasaban la que les llevaban sus familiares. "La tortura est� a la orden d�a�, dec�a el autor del art�culo.

 

'Cambio-16' al explicar que Guinea estaba ya empobrecida hasta l�mites extremos, public� una cita del periodista guineano Donato Ndongos "los diez a�os de poder absoluto por parte de Mac�as han servido para que una producci�n cercana a las 50.000 toneladas de cacao se reduzca a las 3.000 actuales; para que el caf� haya pasado de las 8.000 a las 1.000 toneladas; para que 160.000 guineanos hayan tomado el camino del exilio, otros 4.000 est�n en las c�rceles de Guinea y 30.000 personas est�n condenadas a trabajos forzados".

 

Fueron surgiendo grupos opositores en el exterior, que denuncian la situaci�n que se estaba viviendo en Guinea. La ANRD, en una Conferencia Nacional sobre los Refugiados de Guinea Ecuatorial en agosto de 1978, consider� por su parte que en ese entonces - y a pesar de todas las medidas gubernamentales para evitarlo - hab�a unos 60.000 guineanos exiliados en Gab�n, 40.000 m�s en Camer�n, otros 15.000 en Nigeria, 8.000 en Espa�a y unos 300 en Sao Tom� y Pr�ncipe. La suma total supon�a alrededor de un tercio de la poblaci�n del pa�s.

 

La infraestructura financiera y administrativa estaba destruida completamente. La situaci�n econ�mica era cr�tica. Apenas si hab�a alimentos en los mercados y ya no se pod�a cazar, porque Mac�as hab�a ordenado a toda la poblaci�n a entregar sus armas por temor a levantamientos. Tampoco se pod�a pescar porque hab�a ordenado destruir los cayucos y botes, para evitar huidas. Las exportaciones de Guinea en 1978 fueron cinco veces inferiores a las del inicio de los a�os 70, pr�cticamente limitadas al poco cacao que se produc�a. La antiguamente aceptable red de carreteras del pa�s iba deterior�ndose por falta de mantenimiento, y en algunos lugares la selva ya se hab�a comido los caminos.

 

En el banco no hab�a dinero, pues Mac�as se lo llevaba en maletas a su refugio de R�o Muni, especialmente las divisas. Entonces, el propio dictador, o cualquier autoridad militar, empezaron a secuestrar espa�oles para pedir rescates a cambio de su liberaci�n. Tuvieron que salir de Guinea los �ltimos misioneros espa�oles que all� quedaban, acusados de espiar para el Gobierno espa�ol por medio de la confesi�n. Todos los testimonios aseguraban que en Guinea mor�an numerosos detenidos a palos o por maltratos y hambre. Seg�n Cambio-16 a finales de 1978 solo quedaban en Guinea unos 50 espa�oles, de la Embajada, Iberia, Aviaci�n Civil, Escuder y Galiana, Mallo, Tok, Fleitas, Sampaka, Cabanillas y San Crist�bal.

 

Los hospitales estaban en ruinas y no hab�a medicinas en el pa�s. La mortalidad infantil pas� de ser una de las m�s reducidas de �frica a una de las m�s elevadas. La situaci�n de la ense�anza era catastr�fica, con las escuelas cerradas y los maestros fugados o asesinados. El Gobierno guineano no dedicaba ni un c�ntimo a la ense�anza o la sanidad.

 

Ey� Nchama, secretario general de ANRD, dijo al Daily News de Tanzania en un viaje a Dar el Salam, que �no hay ley en Guinea Ecuatorial, lo �nico que cuenta es la ley de la selva. La polic�a tiene el poder de detener arbitrariamente a cualquier sospechoso de ser un opositor a Mac�as�.

 

El sanguinario dictador ser�a al fin depuesto el 3 de agosto de 1979, en un golpe militar de su sobrino y entonces Ministro de Defensa, Teniente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, despu�s de que el presidente ordenara el asesinato de uno de sus hermanos[24].

 

El m�dico personal de Mac�as, Agust�n Loery - a quien el golpe le salv� pues se encontraba condenado a muerte - asegur� que el ex presidente era un "loco secular". El doctor afirm� que la regi�n de Mongomo hab�a quedado devastada y que la mayor�a de sus habitantes huyeron. Muchos murieron al cruzar a nado el r�o que separa a Guinea de Gab�n. En el pa�s hab�a alrededor de 2.000 casos de lepra y la filaria estaba muy extendida y sin atenci�n m�dica. Los ni�os ten�an s�ntomas de raquitismo y los vientres abultados, debido a la pobre alimentaci�n y a los gusanos intestinales que los devoraban por dentro.

 

Ante la situaci�n cr�tica en que se encontraba Mac�as huy� a su aldea natal en el distrito de Mongomo, donde fue hecho prisionero por los hombres de Obiang, quienes lo condujeron a Malabo para que fuese sometido a juicio. Durante su b�squeda previa en el palacio de Nzangayong se encontraron los bastones de �bano con incrustaciones de marfil con los que romp�a cabezas a diestra y siniestra. Durante sus once a�os de reino, desde 1968 a 1979, fue denominado merecidamente �el Pol Pot de �frica"[25].

 

Condenado a muerte por el tribunal por los delitos de asesinato, traici�n, genocidio y apropiaci�n de fondos p�blicos, fue ejecutado junto a seis de sus colaboradores el 29 de septiembre de 1979. Su muerte fue celebrada por la mayor�a de la poblaci�n. Lamentablemente, el futuro no mejorar�a mucho las condiciones de vida de los esperanzados habitantes.
 

Notas:

[1] "Guinea Ecuatorial: La ocasi�n perdida". Juan Mar�a Calvo. 1989.

[2] "Guinea, materia reservada". R. Fern�ndez. Madrid. Sedmay Ediciones. 1976.

[3] �Guinea Ecuatorial, pa�s joven�. Teodoro Obiang Nguema. Madrid, Ediciones Guinea, 1985.

[4] "Guinea Ecuatorial: La ocasi�n perdida". Juan Mar�a Calvo. 1989.

[5] Desde la cual las aguas de Guinea quedar�an en pocos a�os esquilmadas de sus recursos ict�cola

[6] "Guinea, materia reservada". R. Fern�ndez. Madrid. Sedmay Ediciones. 1976.

[7] "Guinea Ecuatorial, la dictadura olvidada: trabajo forzado y asesinato pol�tico en �frica central". Informe de Investigaci�n Nro. 2. Suzanne Cronje. Londres: Sociedad de Anti-Esclavitud. 1976 / "Mac�as: Verdugo o victima". Agustin Nze Nfumu. Madrid: Herrero y Asociados, 2004.

[8] "Trabajo y libertades sindicales en Guinea Ecuatorial". Alicia Campos Serrano y Pl�cido Mic� Abogo. Fundaci�n Paz y Solidaridad �Seraf�n Aliaga� � Confederaci�n Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).

[9] "Guinea Ecuatorial: Colonialismo, terror de Estado y b�squeda de estabilidad". Ibrahim K. Sundiata. Colorado: Westview Press. 1990. p�gs. 129-130.

[10] Ib�d. p�gs. 132-133.

[11] "Macias Nguema: Cruel y sangriento dictador". Afro Articles. Rashid Suleiman. 6 de agosto de 2008.

[12] "Guinea Ecuatorial: La ocasi�n perdida". Juan Mar�a Calvo. 1989.

[13] "Guinea Ecuatorial: Colonialismo, terror de Estado y b�squeda de estabilidad". Ibrahim K. Sundiata. Colorado: Westview Press. 1990. p�g. 133.

[14] La isla Annobon es la isla del Golfo de Guinea m�s apartada del continente africano. S�lo tiene 15 km. cuadrados y se encuentra a m�s de 300 kil�metros de la costa de Gab�n y a m�s de 600 kil�metros de Malabo, la capital de su estado.

[15] "Guinea Ecuatorial: La ocasi�n perdida". Juan Mar�a Calvo. 1989.

[16] �Pap� gallo� en recuerdo del s�mbolo utilizado por Mac�as en las elecciones.

[17] "Francisco Mac�as Nguema". Biograf�as y Vidas en l�nea.

[18] "Guinea Ecuatorial: La ocasi�n perdida". Juan Mar�a Calvo. 1989.

[19] Ib�d.

[20] Alianza Nacional de Restauraci�n Democr�tica.

[21] "Trabajo y libertades sindicales en Guinea Ecuatorial". Alicia Campos Serrano y Pl�cido Mic� Abogo. Fundaci�n Paz y Solidaridad �Seraf�n Aliaga� � Confederaci�n Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).

[22] "Guinea Ecuatorial: La ocasi�n perdida". Juan Mar�a Calvo. 1989.

[23] "Trabajo y libertades sindicales en Guinea Ecuatorial". Alicia Campos Serrano y Pl�cido Mic� Abogo. Fundaci�n Paz y Solidaridad �Seraf�n Aliaga� � Confederaci�n Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL).

[24] En junio de 1979 un hermano menor de Teodoro Obiang mor�a tras protestar porque su paga en el ej�rcito estaba en mora. Esta amenaza al c�rculo interno de poder movi� a Obiang a reunir a varios parientes y miembros poderosos juntos y realizar un golpe exitoso.

[25] "Macias Nguema: Cruel y sangriento dictador". Afro Articles. Rashid Suleiman. 6 de agosto de 2008.
 

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 Tomo n� 12 de la obra "El Terror Rojo": Escalofriante experiencia en una de las m�s atroces dictaduras militares comunistas. Laos - la tierra del mill�n de elefantes � fue sometida por Pathet Lao, con la ayuda de la URSS y Vietnam, al terror salvaje y criminal. Barbarie, pobreza, represi�n y genocidio marcan hasta hoy al pa�s con menor libertad econ�mica del mundo...

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