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EL TERROR ROJO

 

 

INVESTIGACIONES | Alerta Internacional

 

Deportaciones: el crimen desconocido

(Parte I: la era estalinista)
Por Cynthia Caden
�ltima modificaci�n: 03 de diciembre de 2009 | Descargar completo en formato PDF

 

Tabla de contenidos
1. Definiciones
2. El verdadero rostro de las deportaciones
3. Las v�ctimas
4. Cronolog�a de deportaciones
5. Los alemanes, un cap�tulo aparte
6. Conclusi�n

7. Bibliograf�a relacionada

 
  1  2  3  4  5  6  7 

"Al camarada Beria: Debemos aplastarlos en el olvido" (*)
Josef Stalin

Definiciones

Para introducirnos en este cap�tulo de la investigaci�n es importante tener bien claro el tema que desarrollaremos, en este caso, las deportaciones en todas sus categor�as. La Uni�n Sovi�tica, madre del comunismo mundial, ha hecho el uso m�s extensivo de la historia de esta pol�tica hoy poco conocida, o confundida con otras realidades m�s habituales dentro de la sociedad occidental moderna, como la repatriaci�n de extranjeros. �De qu� se trata, entonces, la deportaci�n a la cual nos dedicamos?

 

Con este t�rmino nos referimos en sentido lato a la expulsi�n de una persona o grupo de personas de un lugar o pa�s. La expulsi�n de nativos tambi�n es llamada destierro, exilio o transporte penal. La transferencia de poblaci�n, por su parte, es el movimiento de un gran grupo de personas de una regi�n a otra ejecutado y dirigido por la polic�a del Estado o una autoridad internacional. El destierro o exilio tiene un proceso similar, pero es aplicado forzadamente a individuos o grupos.

 

La deportaci�n es, por lo tanto, el proceso por el cual la gente es obligada a irse de su lugar de morada permanente. Viola el derecho humano b�sico de libertad de movimiento y residencia. Es m�s, los deportados con frecuencia son enviados a un pa�s o territorio que carece de respeto por los derechos humanos, y de esta manera, adem�s del trauma propio de la deportaci�n se suma el temor al encarcelamiento, la tortura o incluso la muerte[1].

 

Durante su existencia la Uni�n Sovi�tica fue un territorio de intenso movimiento poblacional. Pero esta movilidad no se deb�a a una elecci�n libre de los ciudadanos, basada en sus preferencias individuales, situaciones de mercado o variaciones en est�ndares de vida. Era un tipo diferente de movilidad caracterizado por su naturaleza planificada, a gran escala y coercitiva o, en resumen: forzada. Estas deportaciones constituyeron una parte del sistema totalitario sovi�tico, que fue condicionado por un n�mero de factores pol�ticos y econ�micos.

 

Ya durante la Guerra Civil rusa (1918-1923), se lanzaron operaciones localizadas para el reasentamiento de ciertos grupos de poblaci�n. En especial durante la d�cada de 1930 y la de 1940 la deportaci�n forzada fue practicada con gran intensidad a lo largo de toda la extensa Uni�n Sovi�tica. Aunque no ha sido la �nica en aplicar estas pol�ticas en la historia de la humanidad, s� ha sido la que la ha implementado m�s consistente e insistentemente.

 

La extraordinaria expansi�n a gran escala de las deportaciones ha afectado gravemente a millones de personas, manipulando el destino de pueblos enteros y grupos sociales completos.

 

El amplio uso de las deportaciones se deb�a a una b�squeda de expansi�n del poder sobre ciertos territorios, asegurando las fronteras de todo aquel que les resultase sospechoso o vulnerable, y eliminando dentro a todos los opositores (ya fuesen verdaderos o imaginarios) al sistema.

 

Se tratara de una motivaci�n econ�mica, social o pol�tica, o incluso por razones �tnicas, los documentos oficiales usaban esencialmente tres t�rminos intercambiables para nombrar esta pol�tica: vyselenie, que literalmente significa "expulsi�n, deportaci�n", pereselenie, que significa "migraci�n" o "transmigraci�n" y deportatsia o deportaci�n. Estas tres palabras est�n integradas en la terminolog�a sovi�tica habitual y se usaban con frecuencia para referirse al traslado forzado tanto de oponentes al r�gimen como de sus familias. Por ejemplo, un grupo as� considerado fueron los kulaks. En principio se aplicaba este t�rmino para designar a los campesinos pr�speros que pose�an grandes granjas, ganado y en ocasiones ten�an la capacidad de contratar trabajadores, es decir, que ten�an una mayor solvencia econ�mica que los dem�s, ubic�ndolos dentro de una "clase social explotadora" de los pobres (y m�s resistente a la comunalizaci�n y p�rdida de sus bienes) y por tanto, enemiga. Posteriormente, sin embargo, esta clasificaci�n se ampli� en la terminolog�a comunista, siendo aplicada sobre todos aquellos que se opon�an a las colectivizaciones forzadas, sin importar ya que fuesen ricos o pobres[2].

 

El t�rmino "deportaci�n masiva"[3], por su parte, se refiere espec�ficamente a los desplazamientos forzados de un n�mero grande de personas desde su lugar de origen a otro territorio lejano de reasentamiento [pereseleniye], realizados en unas series de operaciones organizadas seg�n un criterio social y/o nacional de los deportados, usando m�todos coercitivos.

 

La coerci�n misma puede ser directa o indirecta. En el primer caso se trata de migraciones represivas, o deportaciones[4], que son las tratadas aqu�. El �ltimo t�rmino denota migraciones "voluntarias-obligatorias" [dobrovolmo-prinuditelnyye][5]. Ese es el caso en que el Estado impone circunstancias y factores que influencian la decisi�n individual respecto al reasentamiento de manera que la gente se vea compelida a seguir la opci�n preferida por el Estado. Poni�ndolo de otra forma, en el primer caso hablamos de un impacto represivo abierto (coercitivo) que el Estado ejerce sobre sus ciudadanos, como por ejemplo ir a buscar a las personas a sus casas y obligarlas a subirse a un transporte para partir; en el segundo se refiere a la presi�n administrativa decidida para determinar la elecci�n individual. Como estas �ltimas, a pesar de su habitual injusticia, pueden producir decisiones que podr�an interpretarse como "impulsadas por la fuerza de las circunstancias", no nos dedicamos especialmente a este caso, si bien es necesario notar que el uso de coerci�n es evidente. Por ejemplo: no realizar el trabajo �voluntario� pod�a (y sol�a) derivar en encarcelamiento, deportaci�n, degradaci�n social, no recibir alimentos y otras medidas punitivas graves.

 

Con todo lo explicado queda claro entonces que las deportaciones son una de las formas espec�ficas o tipos de represi�n pol�tica[6], y adem�s representan un procedimiento designado por el Estado para perseguir a sus oponentes pol�ticos y mantener un seguimiento de ellos, sin importar si son reales o no. Los casos en que un grupo entero (social, �tnico o confesional) es sometido a deportaci�n son referidos como "deportaciones totales".

 

Durante el curso de la Segunda Guerra Mundial, las deportaciones completas o totales se convirtieron en un instrumento de la pol�tica nacional estalinista, que despu�s ser�an repetidas por distintos pa�ses comunistas, copiando su metodolog�a. En aquel entonces afectaron profundamente al mapa �tnico de la Uni�n Sovi�tica. M�s all� de la presunta b�squeda de seguridad (fronteras, posibles enemigos internos, etc.), las deportaciones serv�an para castigar a los pueblos que se opon�an a la implementaci�n del socialismo o desarrollaban sentimientos nacionalistas extendidos[7]. Esta respuesta represiva quebraba la cohesi�n, atemorizaba a los descontentos oblig�ndoles a ceder y facilitaba la imposici�n de las pol�ticas locales. As�, creando regiones no homog�neas �tnicamente, las deportaciones jugaban un importante papel en el proceso de sovietizaci�n en todos los pueblos subyugados.

 

Por tanto, las deportaciones masivas no s�lo han significado una expulsi�n brutal y la dispersi�n a trav�s del amplio territorio sovi�tico, sino que tambi�n han implicado la negaci�n de la existencia colectiva de todos los deportados. Toda se�al hist�rica, simb�lica y material de las vidas de los deportados han sido destruidos en su territorio natal; villas y carreteras fueron renombradas usando nombres rusos; la historia oficial y los manuales fueron reescritos; y las estructuras pol�ticas fueron desmanteladas. Ser v�ctima de deportaci�n significaba la p�rdida de los derechos de ciudadan�a en la propia tierra de residencia (e incluso de nacimiento) antes de ser trasladado, la confiscaci�n de sus bienes, la obligaci�n de realizar trabajos forzados y la muerte civil.

 

Como regla, las decisiones concernientes a operaciones de deportaci�n fueron expedidas por el Partido Comunista gobernante y el gobierno sovi�tico, siguiendo iniciativas tomadas por el servicio de seguridad (OGPU-NKVD-KGB) y por otras agencias. Esto colocaba a las operaciones de deportaci�n fuera del campo judicial del sistema sovi�tico de justicia[8], y fuera de la legislaci�n internacional y Aliada concerniente a los prisioneros de guerra. La Comisar�a del Pueblo para Asuntos Internos (NKVD) era la responsable de llevar a cabo todas estas operaciones especiales. De esta manera se reforzaba m�s su posici�n frente a la del poderoso ej�rcito, al que se opon�a desde el per�odo preguerra.

 

El constante flujo de transferencia poblacional llev� a la necesaria creaci�n de asentamientos especiales donde los deportados tendr�an que vivir y trabajar obligatoriamente, sin opci�n de elegir. En varias ocasiones se usaron diversos t�rminos para las personas que eran reubicadas masivamente: asentamiento especial, asentamiento de exilio, reasentamiento especial, exilio administrativo (un t�rmino que se refer�a a una forma extrajudicial de decidir los destinos de personas "por medios administrativos"), etc.

 

Adem�s de su necesidad para albergar a los desplazados, el asentamiento involuntario jugaba un papel importante en la colonizaci�n de zonas remotas donde hac�a falta mano de obra. Esta utilidad fue espec�ficamente mencionada en los primeros decretos sovi�ticos acerca de campos de trabajo involuntario. La gente era, en la pr�ctica, esclava del Estado.

 

Con este m�todo (luego ampliamente difundido en pa�ses comunistas, hasta la actualidad) se obten�a un suministro pr�cticamente inagotable de mano de obra casi gratuita para desarrollar la econom�a de Siberia, Kazajst�n, Asia Central y otros territorios escasamente poblados, que en general ten�an climas extremos. El r�gimen asign� a los exiliados a asentamientos especiales para trabajo de agricultura, ganader�a, pesca, talaje, miner�a, construcci�n e industria.

 

Los asentamientos de trabajo eran un tipo de exilio interno que usaba a los colonos para trabajo obligatorio. La principal categor�a de "colonos para trabajo" eran kulaks y sus familiares deportados en la d�cada de 1930, antes de la Gran Purga. Los asentamientos laborales estaban bajo administraci�n del Gulag[9] pero hay una clara distinci�n entre el sistema de esos asentamientos y los de campos de trabajo de prisioneros y campos de internados y prisioneros de guerra. Por ese motivo, cuando hablamos aqu� de deportados no nos estamos refiriendo a los millones de reclusos sovi�ticos, de los que hablaremos en un cap�tulo especial.

 

En comparaci�n con el sistema penal � s�lo un poco m�s conocido � algunos pueden verse tentados a creer que estos asentamientos de personas totalmente inocentes eran "normales", porque la gente viv�a en familia y hab�a algo m�s de libertad de movimiento que dentro del circuito carcelario. Sin embargo, esa "libertad" s�lo era permitida dentro de un �rea espec�fica, y las privaciones estaban a la orden del d�a. De hecho, los �colonos especiales� viv�an en condiciones materiales deplorables y casi no ten�an derechos. Todos se encontraban bajo control del NKVD: una vez al mes una persona ten�a que visitar una oficina de reforzamiento legal local en zonas rurales o un departamento de militsiya en asentamientos urbanos, ten�an horarios extremos de trabajo y no pod�an trasladarse por decisi�n propia. Sencillamente, el gobierno sovi�tico operaba los asentamientos especiales como prisiones sin murallas.

 

Por otra parte, los asentamientos �libres� eran para personas liberadas de los l�mites de campos de trabajo forzado punitivo "para asentamiento libre" antes de la expiraci�n de su condena, as� como para aquellos que hab�an servido el t�rmino completo pero permanec�an restringidos en su elecci�n de lugar de residencia. Esas personas eran conocidas como colonos libres. En la pr�ctica, nada de lo que hac�an depend�a de su libre voluntad.

 

Los "colonos libres" de la primera categor�a con frecuencia deb�an realizar trabajo asignado al campo de trabajo correspondiente o alg�n otro trabajo obligatorio. M�s tarde, la gente pod�a ser asignada para "asentamiento libre" en otros lugares tambi�n, incluso en pueblos, con trabajo obligatorio dondequiera fuese requerida mano de obra.

 

La mayor parte de la poblaci�n en asentamientos de exilio eran v�ctimas de lo que ahora se llama �limpieza �tnica�. Se trata del traslado forzoso por parte del Estado de grupos nacionales enteros a los que se saca de sus zonas de asentamiento tradicionales. Es decir, cientos de miles de personas cada vez, que en pocos d�as eran reubicadas a la fuerza s�lo por el hecho de pertenecer al pueblo castigado de turno.

 

En realidad �ste no es un fen�meno nuevo. Ya los antiguos asirios lo hac�an en el siglo VIII antes de Cristo y se ha repetido numerosas veces a lo largo de la historia antigua. En el siglo XX, el desarrollo de tecnolog�a de transporte y organizaci�n pol�tica ha facilitado la realizaci�n nefasta de la limpieza �tnica. Un Estado con un aparato poderoso y organizado de coerci�n y un sistema ferroviario funcional puede reubicar a naciones enteras con una rapidez abismal.

 

La Uni�n Sovi�tica bajo Josef Stalin perfeccion� este estilo moderno de limpieza �tnica entre 1937 y 1949. S�lo entre 1941 y 1948, el r�gimen deport� a 3.266.344 personas desde sus hogares a asentamientos especiales en el interior de la Uni�n Sovi�tica[10]. M�s de dos tercios de esas personas castigadas eran miembros de grupos nacionales deportados completamente por raz�n de su etnia. Los deportados perdieron sus hogares, posesiones, gran parte de su cultura, dignidad, libertad y cientos de miles de vidas en el exilio[11].

 

Las migraciones internas forzadas - desde la deportaci�n de cosacos en 1919 hasta la deportaci�n de los clasificados como "par�sitos" a mediados de la d�cada de 1950, representaron un fen�meno hist�rico que involucr� a m�s de 6 millones de personas, sin contabilizar aqu� al exorbitante n�mero de personas inocentes de etnia alemana despu�s de la Segunda Guerra Mundial[12] ni a todos aquellos trasladados para realizar trabajo �voluntario�. Ambos casos ser�n mencionados espec�ficamente m�s adelante en este mismo trabajo.

 

Lo cierto es que la deportaci�n estalinista de grupos nacionales enteros fue uno de los peores cr�menes contra la humanidad perpetrados en el siglo XX. Sus v�ctimas fueron exiliadas deliberadamente a zonas con climas insalubres, p�simas condiciones de vivienda e insuficiente comida. En algunos casos esta cruel pol�tica llev� a la muerte de m�s de un tercio de la nacionalidad deportada como resultado directo de las condiciones de traslado y vida que les impusieron. Stalin y sus seguidores quer�an castigar a las naciones exiliadas y les import� poco la mortalidad masiva que sigui� naturalmente a esta metodolog�a. Por eso, se hizo poco (o nada) por detener las muertes debidas a exposici�n, enfermedad o hambre entre los exiliados.

 

La Asamblea General de las Naciones Unidas aprob� la Convenci�n sobre la Prevenci�n y Castigo del Crimen de Genocidio el 9 de diciembre de 1948[13]. El Art�culo II declara: "En la presente convenci�n, genocidio significa cualquiera de los siguientes actos cometidos con intento de destruir, totalmente o en parte, a un grupo nacional, �tnico, racial o religioso"[14]. La convenci�n luego listaba cinco actos que pueden constituir genocidio. Entre estos actos est�: "Infligir deliberadamente condiciones de vida sobre el grupo calculadas para causar su destrucci�n f�sica totalmente o en parte"[15]. Este pasaje describe acertadamente el destino de los millones de personas que fueron confinadas en asentamientos especiales bajo el r�gimen estalinista, dado que se les someti� a condiciones materiales deliberadamente da�inas, con el conocimiento de que esto llevar�a a la destrucci�n f�sica de muchos de ellos.

 

Pero es dif�cil comprender la estremecedora realidad humana detr�s de lo que podr�a parecer un simple cambio de ubicaci�n geogr�fica. Para evitar esa confusi�n, y antes de detallar qui�nes fueron las v�ctimas de estos procedimientos y por qu� sufrieron ese triste destino, presentaremos aqu� al lector de qu� se trataba esta desgracia en la vida de quienes tuvieron que padecerla.

 

Notas:

(*) Citado en "Contra su voluntad. La historia y geograf�a de migraciones forzadas en la Uni�n Sovi�tica". Central European University Press. Budapest - Nueva York. 2004.

[1] Enciclopedia de Derechos Humanos. Volumen II. James R. Lewis. Carl Skutsch. Sharpe Reference.

[2] De hecho, en innumerables ocasiones fueron personas de un bajo estrato social quienes se sublevaron contra las injustas leyes a lo largo de la historia de la reforma agraria, confiscaciones, etc. en la Uni�n Sovi�tica. Pero ese ser� un tema que se desarrollar� espec�ficamente en cada caso.

[3] Mientras que "deportaci�n masiva" se utiliz� en documentos sovi�ticos oficiales como tal, o bajo la expresi�n, por ejemplo: "deportaci�n de todo el pueblo Balkario", se ha popularizado por estudiosos de las deportaciones que deseaban subrayar su naturaleza extensiva.

[4] Del lat�n deportatio: exilio, destierro. El t�rmino ruso deportatsiya tiene el significado de expulsi�n forzada de uno o muchos individuos de una ciudad o territorio.

[5] Esta formulaci�n parad�jica es com�n en el antiguo bloque sovi�tico, aplic�ndose a actividades como subbotniki (d�as de trabajo "voluntario" por la poblaci�n "libre") y a las formas m�s brutales de medida represiva.

[6] Del lat�n repressio: medida punitiva de retribuci�n, encaminada a suprimir o poner fin a determinados acontecimientos. Cf. la formulaci�n en la Ley de la Federaci�n Rusa: "Sobre la rehabilitaci�n de v�ctimas de represi�n pol�tica", del 18 de octubre de 1991, art�culo 1: "Por represi�n pol�tica se entienden las diversas medidas de coerci�n impuestas por el estado por consideraciones pol�ticas y tomando las formas de: privaci�n de vida o libertad; colocaci�n forzada en instituciones psiqui�tricas; expulsi�n del pa�s y privaci�n de ciudadan�a; remoci�n de grupos de poblaci�n de sus patrias; enviar individuos y grupos a exilio interno; reasentamiento especial o deportaci�n; trabajo forzado bajo condiciones de libertad restringida; junto con otros tipos de privaci�n o infracci�n de los derechos y libertades de personas reconocidas como peligrosas socialmente para el estado o sistema pol�tico sobre la base social, nacional, religiosa u otro criterio. Estas medidas son ejecutadas de acuerdo con decretos expedidos por cortes u otros cuerpos dotados con autoridad judicial, o a trav�s de medidas administrativas implementadas por �rganos de poder ejecutivo, oficiales, organizaciones no gubernamentales o sus ramas dotadas con poder administrativo".

[7] "Deportaciones masivas sovi�ticas". Aur�lie Campana. Enciclopedia de Violencia Masiva.

[8] Ni el C�digo Civil ni el Criminal fueron tomados en cuenta e incluso los sustitutos de la justicia sovi�tica como la "troika" o el Consejo Especial [Osoboye Soveshchaniye] no estaban involucrados. Conf recuencia el �ltimo expidi� decisiones jur�dicas para el "destierro a zonas remotas de la Uni�n Sovi�tica" tras un t�rmino en el Gulag o supervisi�n por los cuerpos del asentamiento especial que eran responsables por exiliados "ordinarios" (internos) pero esto es una materia diferente.

[9] El Gulag (Administraci�n principal de campos y colonias de trabajo correctivo) era una agencia del gobierno que administraba los campos de trabajo penal en la Uni�n Sovi�tica. Eventualmente, el t�rmino Gulag comenz� a denotar todo el sistema de trabajo penal en la Uni�n Sovi�tica. El Gupvi (Administraci�n principal para asuntos de prisioneros de guerra e internados), por su parte, era un departamento del NKVD, a cargo de los internados civiles extranjeros y prisioneros de guerra en la Uni�n Sovi�tica entre 1939 y 1953.

[10] "Sobre el exilio de los Coreanos del territorio del Lejano Oriente". N. F. Bugai. Otechestvennaia istoriia (Historia de la Patria). Nro. 6. 1992. Doc. 2. p�gs. 142�143 / "De la historia de la deportaci�n de 'Coreanos rusos'". N. F. Bugai y Haruki Wada. Druzhba narodov (Amistad de pueblos). Nro. 7. 1992.  p�gs. 220�221.

[11] "De la historia de la deportaci�n de 'Coreanos rusos'". N. F. Bugai y Haruki Wada. Druzhba narodov (Amistad de pueblos). Nro. 7. 1992. 220�221.

[12] El resto de las represalias que los comunistas aplicaron contra sus antiguos aliados pol�ticos se explicar� detalladamente en la investigaci�n sobre Alemania Oriental.

[13] Ib�d.

[14]  "Una deportaci�n �tnica sovi�tica temprana: los coreanos del lejano oriente". Michael Gelb. Russian Review, vol. 54. Julio de 1995. p�g. 409.

[15] "Josef Stalin - L. Beria: 'Deben ser deportados': documentos, hechos, comentarios". N. F. Bugai, ed. Mosc�: Druzhba narodov. 1992. Doc. 11. p�g. 47.
 

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