Las
v�ctimas
Cuadro: Categor�as
de
deportados/desplazados
A.
Migraciones
represivas
(deportaciones)
I. Por razones
sociales:
1.
Descosaquizaci�n
(1919-1920)
2.
Deskulakizaci�n
(1930-1933)
3.
Expulsi�n de la
nobleza/elites
(1935)
II. Por razones
�tnicas
1.
"Preparaci�n
pol�tica para el
teatro de la guerra"
y "barridos
fronterizos":
a.
total
b.
parcial
2.
Deportaciones
totales de "pueblos
castigados":
a.
preventivo
b.
"retributivo"
3.
Migraciones
compensatorias
4.
"Zona de Residencia"
impuesta
III. Por razones
confesionales
1.
Confesiones enteras
(Cristianos
Ortodoxos, Testigos
de Jehov� y otros)
2.
Cl�rigos de varias
confesiones
IV. Por razones
pol�ticas
1.
Miembros de
organizaciones y
partidos prohibidos
2.
Familiares de
"enemigos del
pueblo"
3.
Elementos
"socialmente
peligrosos"
4.
Repatriados de
tratado
5.
Nacionales
extranjeros
V. Prisioneros de
guerra
1.
Militares
prisioneros de
guerra
2.
Civiles internados
VI. Prisioneros
1.
Pol�ticos
(prisioneros de
consciencia)
2.
Criminales
B.
Migraciones
No-represivas
("voluntaria-obligatoria")
VII. Reasentamientos
planificados y
reasentamientos "de
guardia"
1. A
territorios remotos
y no reclamados
2.
De monta�as a valles
3.
Como efectos de
trabajo militar,
industrial, de
producci�n
energ�tica y otros
tipos de obras
relacionadas
4.
Reasentamiento de
miembros del
servicio militar
desmovilizados
VIII. Evacuados
(re-evacuados),
refugiados,
repatriados
voluntarios
1.
Desplazados por la
guerra
2.
Desplazados como
resultado de
genocidio,
conflictos �tnicos o
confesionales
3.
Desplazados por
desastres naturales
y cat�strofes
ambientales |
Ahora que
tenemos mucho m�s claro de qu�
se trataba una deportaci�n,
hablaremos de qui�nes fueron � y
por qu� � las v�ctimas de este
tratamiento inhumano. En el
cuadro hemos visto resumidamente
cu�les fueron los principales
blancos y la enumeraci�n de las
razones que impulsaron al
gobierno a darles este
tratamiento.
Esta
clasificaci�n propuesta tiene la
divisi�n fundamental entre
migraciones represivas y no
represivas que ya explicamos al
comienzo. Agregaremos que aparte
de su funci�n punitiva, las
"migraciones represivas" se
ejecutaban en base a una
decisi�n pol�tica suprema, que
tal como hemos dicho, no estaba
sujeta a apelaci�n o incluso
discusi�n.
En general, y
aunque parezca sorprendente, los
estudios de migraci�n forzada
revelan que el sistema sovi�tico
adher�a con mayor frecuencia a
un criterio de represi�n �tnico
que a una motivaci�n social. En
otras palabras, el discurso
p�blico del Estado estaba
directamente relacionado a la
consciencia de lucha de clases,
pero en la pr�ctica muchas de
sus decisiones gravitaban
esencialmente en razones de
�ndole nacionalista.
La deportaci�n
de los llamados "pueblos
castigados" es un ejemplo claro
de este aspecto poco considerado
de la ideolog�a comunista y sus
v�as de acci�n habituales (que
iremos viendo a lo largo de toda
la obra). En los casos
mencionados la deportaci�n misma
serv�a como castigo. Todas esas
etnias fueron deportadas no
meramente de su patria
hist�rica, sino tambi�n de otras
ciudades y distritos, as� como
desmovilizadas del ej�rcito, lo
que muestra que tales
deportaciones involucraban al
pueblo perseguido en su
totalidad. Adem�s del
escarmiento, con esta estrategia
el gobierno lograba que las
v�ctimas, dispersas, maltratadas
e indefensas en un lugar extra�o
al suyo, fueron m�s d�ciles y
por tanto controlables, para
someterlas a su voluntad.
Llamamos a este tipo de
represi�n "deportaci�n total".
Aparte de su tierra, el grupo
castigado era privado de su
autonom�a, si es que a�n
conservaba alguna antes de la
expulsi�n.
En
esencia, diez pueblos dentro de
la Uni�n Sovi�tica fueron
sometidos a deportaci�n total.
Siete de ellos - alemanes,
karachais, calmucos, ingushes,
chechenos, balkarios y t�rtaros
de Crimea - perdieron tambi�n su
autonom�a nacional. Su n�mero
total fue de 2 millones y la
tierra poblada por ellos antes
de la deportaci�n exced�a los
150.000 kil�metros cuadrados,
que quedaron completamente
vac�os hasta que otros traslados
(en general del tipo laboral
voluntario-obligatorio)
volvieron a ocupar las regiones.
Seg�n el criterio antes
formulado, otros tres pueblos -
finlandeses, coreanos y turcos
de Mesketia - cayeron bajo la
categor�a de "pueblos totalmente
deportados".
En este trabajo
nos hemos dedicado
espec�ficamente a cuatro tipos
de deportaciones represivas:
social, �tnica, confesional y
pol�tica. El desplazamiento de
prisioneros de guerra, y los
considerados como �ofensores
pol�ticos� y �criminales� contra
el r�gimen � con su consiguiente
sentencia penal o de muerte �
han quedado fuera de esta
investigaci�n particular y se
tratar�n en un cap�tulo
espec�fico aparte.
En el caso de
las migraciones forzadas "no
represivas", la decisi�n suprema
u orden no era necesariamente un
factor determinante. El
mecanismo que gobernaba este
tipo de migraci�n era
absolutamente diferente. Un
oficial pod�a no llegar con una
orden de reasentamiento, pero la
gente quedaba enfrentada a una
situaci�n en que ten�a que tomar
�voluntariamente� la decisi�n
que quer�an las autoridades, que
en este caso era trasladarse
para realizar trabajo
obligatorio en alg�n lugar
lejano de su tierra de
residencia. Esta metodolog�a era
simple y m�s ventajosa para el
Estado, porque la carga del
costo en tales traslados era
soportada por los mismos
"voluntarios". Aunque como es
evidente, en realidad el grado
de "voluntad" se acercaba a cero
y la obediencia s�lo se deb�a al
temor a castigos a�n mayores.
Incapaces de superar los
obst�culos burocr�ticos, muchos
de los que fueron desplazados de
esta forma quedaron
inhabilitados para regresar a
sus casas, de las cuales hab�an
sido forzados a salir �por su
elecci�n�. Por la conveniencia
ya mencionada, esta fue una de
las migraciones m�s masivas que
hayan ocurrido en la historia
mundial: alrededor de 25
millones de personas fueron
transportadas a las regiones
orientales de la Uni�n Sovi�tica
s�lo en 1941-42,
para que realizasen trabajo
�voluntario-obligatorio�.
Tambi�n
incluimos el reasentamiento
llamado planificado, organizado
o agr�cola, que fue ejecutado
para compensar la dislocaci�n
interna de fuerza laboral y
recursos de tierra en el extenso
territorio de la Uni�n
Sovi�tica. Esto ocurri� en parte
por circunstancias hist�ricas y
en buena medida por pol�ticas
nacionales y econ�micas
implementadas por las
autoridades sovi�ticas para
obtener alg�n objetivo sin
importar las consecuencias.
Formalmente y como ya hemos
expresado, este tipo de
reasentamiento era "voluntario".
Sin embargo - una vez m�s - en
realidad bajo las condiciones
impuestas por el r�gimen
totalitario, la situaci�n era
muy diferente.
Los
m�todos de reclutamiento
"voluntario", especialmente
aquellos usados en la d�cada de
1930, descartan cualquier duda
respecto a la naturaleza forzada
e ineficiente del
reasentamiento. Por ejemplo, el
"Informe sobre los resultados de
reasentamiento por el Ej�rcito
Rojo de casas en la regi�n del
C�ucaso Norte", fechada el 10 de
diciembre de 1933, dice:
"Impulsados por su aspiraci�n de
lograr las "cifras previstas",
algunas unidades militares
recurrieron a la fuerza mientras
realizaban el reclutamiento, con
frecuencia tomando la forma de
una orden. Las tarjetas de
identificaci�n del partido
fueron quitadas a algunos
comunistas que se rehusaban a
reasentarse en la regi�n Kuban,
y otros miembros fueron
expulsados del Partido. Un
"voluntario" en el tren Nro. 170
fue forzado a firmar un
compromiso de no abandonar el
Kuban. Algunos militares del
Ej�rcito Rojo recibieron la
orden de abandonar la regi�n de
sus posiciones activas en la
l�nea del frente".
En
particular, la falla para
implementar el reasentamiento
planificado en la d�cada de
1920, combinado con las
ganancias en moneda fuerte
generadas de la exportaci�n de
madera, determin� en gran medida
las formas de traslado y
explotaci�n laboral que
introdujo el Estado en la d�cada
de 1930, a trav�s del uso de
prisioneros (campos de trabajo
Gulag) y los deportados
(reasentados especiales,
aquellos exiliados por �rdenes
administrativas, etc.). Lo
cierto es que el trabajo forzado
era considerado m�s productivo
que el empleo libre. As�, las
migraciones planificadas
apuntaban a zonas que ten�an
d�ficit de fuerza laboral. La
gente era explotada con
dur�simas jornadas laborales de
12 horas o m�s
de trabajo extenuante, sin
respetar en muchos casos ni
siquiera un d�a de descanso
semanal y con una compensaci�n
tan baja que casi se podr�a
decir que eran esclavos.
�De qu� se
trat�, a grandes rasgos, cada
una de las categor�as
mencionadas? Desarrollaremos
brevemente algunas para ilustrar
al lector, pero primero vamos a
ofrecer una descripci�n un poco
m�s detallada de los comienzos
de las deportaciones, para
comprender el origen de la
mentalidad de la que se
desprender�a el resto de las
pol�ticas de traslado forzado en
la historia de la Uni�n
Sovi�tica.
Las primeras
campa�as
Ya desde el
principio del gobierno
comunista, mientras todav�a se
encontraba en medio de la Guerra
Civil, se iniciaron las
pr�cticas extremas de
deportaci�n, faltando a�n
d�cadas para el inicio de la
Segunda Guerra Mundial. En la
zona occidental del C�ucaso
Norte los eventos fueron
ampliamente determinados por la
larga confrontaci�n entre los
cosacos "blancos" y aliados de
Osetia por un lado
(anticomunistas) y por el otro
los vainakhs, que quer�an ganar
ventaja de la redistribuci�n de
tierras que podr�an alcanzar de
su uni�n con los bolcheviques
(comunistas).
La
primera orden para un movimiento
masivo de poblaci�n fue expedida
por un congreso de Soviets del
�blast
Terskaya ya en el temprano
abril-mayo de 1918. Las
poblaciones de cuatro
asentamientos
stanitsa
- Tarskaya, Sunzhenskaya,
Vorontsovo-Dashkovskaya y
Feldmarshalskaya
- fueron designadas para
eliminaci�n. Y el 24 de enero de
1919 - en ese momento a nivel
estatal - el Comit� Central del
Partido Comunista Ruso expidi�
una directiva sobre
descosaquizaci�n, que preve�a el
despojo y reasentamiento forzado
de cosacos como una de las
medidas a tomar.
En marzo de
1920, con el Ej�rcito Rojo
alcanzando la victoria en esos
territorios, la sovietizaci�n
tom� formas severas. Los Cosacos
Terek ser�an los primeros
expulsados como respuesta
aplastante a su rebeli�n contra
las autoridades sovi�ticas. Los
residentes de tres asentamientos
stanitsa ubicados en la
llanura - Tarskaya, Sunzhenskaya
y Vorontsovo-Dashkovstaka (y
aparentemente los de Tarsky
khutor) - fueron reasentados el
17 de abril de 1920.
Tras
una orden expedida por G. K.
Ordzhonikidze (miembro del
Consejo Militar Revolucionario
del Frente del C�ucaso) en
octubre de 1920, los residentes
de los asentamientos stanitsa
de Yermolayevskaya, Romanovskaya,
Samashkinskaya, Mikhaylovskaya y
Kalinovskaya,
entre 18 y 50 a�os de edad,
enfrentaron el mismo destino.
Otros fueron reasentados
tambi�n, pero m�s all� de un
radio de 50 kil�metros de sus
lugares de residencia anterior.
De esta forma, un total de 9.000
familias (o unas 45.000
personas) fueron sacadas de la
regi�n Donbass y enviadas al
norte, especialmente a
Arkhangelsk Gub. Cualquier
retorno de cosacos a su tierra
era perseguido y castigado.
El movimiento
poblacional fue intenso
(considerando que se trataba
s�lo del comienzo) y aqu� s�lo
mencionamos algunos casos m�s
notorios. El reasentamiento de
campesinos cosacos rusos
acomodados de Semirechye se
llev� a cabo en la primavera y
verano de 1921, durante una de
las primeras hambrunas que se
producir�an a ra�z de pol�ticas
como la de una reforma agraria
que se implement� bajo el
eslogan de luchar contra el
"chauvinismo kulak" y liquidar
la desigualdad entre colonos
europeos no nativos y los
nativos, ya que el primer grupo
fue hist�ricamente clasificado
como enemigo del �ltimo, lo que
muestra ya en ese entonces la
realidad pr�ctica de las
motivaciones nacionalistas
mencionadas.
La
informaci�n sobre migraciones
forzadas en la d�cada de 1920 y
especialmente en sus inicios, es
m�s que fragmentaria. Como
regla, estos reasentamientos
fueron locales, teniendo lugar
dentro de regiones. Hay pocos
datos hasta el comienzo de la
campa�a de colectivizaci�n. En
la segunda mitad de la d�cada se
planificaron reasentamientos que
representaban una pol�tica
dom�stica y recibieron m�s
atenci�n. Para controlar e
implementar las pol�ticas
relacionadas se fund� el Comit�
de Toda la Uni�n para
Reasentamiento [VPK] del Comit�
Ejecutivo Central de Toda la
Uni�n.
La
l�gica de reasentamiento
organizado fue dictada, por un
lado, por el �exceso� de
poblaci�n campesina en las
regiones centrales y la excusa
del consecuente desempleo all�
(que no intentaron remediar) y,
por el otro, por la necesidad de
explotar la producci�n agr�cola
a grandes reservas de tierras
sin uso del Lejano Oriente y
Siberia. Tambi�n hab�a tierra
sin uso en la parte europea del
pa�s
y en el C�ucaso Norte (en parte
como resultado de las medidas de
descosaquizaci�n). De hecho, en
cuatro regiones centrales de la
Federaci�n Rusa 34% de la
poblaci�n campesina fue empleada
en trabajos temporarios fuera de
sus lugares de residencia.
Parad�jicamente como pueda
sonar, 13,5 millones de
campesinos fueron considerados
"excesivos" en las rep�blicas de
Rusia, Ucrania y Belar�s. Esta
era una buena excusa para
cambiarlos de lugar y hacerlos
trabajar.
Simult�neamente
hubo una significativa carencia
de mano de obra en Karelia y el
�blast Murmansk (Siberia) en las
industrias pesquera y forestal.
Unas 20.000 a 25.000 personas de
otras regiones fueron empleadas
en estas �reas. Siberia
occidental hab�a sufrido una
p�rdida masiva de fuerza laboral
como resultado de la guerra
civil: cientos de villas fueron
totalmente destruidas, y una
vasta regi�n, donde la
producci�n agr�cola sol�a ser
altamente eficiente, simplemente
dej� de existir en t�rminos
econ�micos.
As� se iniciaba
esta estrategia laboral que
luego se repetir�a numerosas
veces a lo largo de la historia
del dominio sovi�tico. Se
expidieron una serie de
resoluciones del Estado para
lanzar la campa�a de
reasentamiento. La misma comenz�
en 1924 cuando se realiz� en la
regi�n del Volga, y continu� en
1925 cuando tuvo lugar el
reasentamiento en Siberia y el
Lejano Oriente. En 1926 llegar�a
el turno de los Urales y el
C�ucaso Norte.
El
15 de marzo de 1927 se
estableci� un Comit� de
Reasentamiento dentro del Comit�
Ejecutivo Central de Tayikist�n
RSS. Ya en 1925-26 se hab�an
trasladado a 500 casas Dekhan de
Garmsky vilayat (distrito) en
Pamir a las tierras bajo
desarrollo en las vilayats
Kurgan-Tyubin y Djilikul. Desde
entonces aumentar�a el
movimiento, entre 1927 y 1928,
con el traslado de 4.500 casas
que produjeron la fundaci�n de
docenas de nuevas villas,
colectivos y granjas sovi�ticas
y un aumento en la producci�n de
algod�n.
La extensi�n que alcanzaron
estas plantaciones resultar�a
bastante t�xica a nivel
ambiental, siendo tambi�n una
causa de la corta expectativa de
vida en las regiones en que se
implementaron, adem�s del
descuido deliberado de la
producci�n de alimentos por
parte de las autoridades, que
llevar�a a nuevas y graves
hambrunas en vastos territorios.
Los
cuerpos a cargo de
reasentamiento fueron
reestructurados una vez m�s. Una
circular "Organizaci�n de la
disposici�n de los reasentados
en colectivos de trabajo" fue
expedida por el Comit� de
Reasentamiento a fines de 1929 y
enviada a las Comisar�as del
Pueblo de Agricultura de las
rep�blicas de la Uni�n Sovi�tica.
El documento se refer�a al
reasentamiento planificado como
una pol�tica asignada para
promover la reorganizaci�n de la
producci�n agr�cola en base a la
colectivizaci�n.
Esta
perspectiva provey� un punto de
encuentro para la ideolog�a de
reasentamiento y las campa�as
pol�ticas fundamentales de los
bolcheviques, a saber,
colectivizaci�n, deskulakizaci�n
y "exilio kulak". Casi
inmediatamente, en diciembre del
mismo a�o, el Comit� Central del
Partido Comunista tom� la
implementaci�n del programa de
reasentamiento, despu�s de que
Stalin convirtiera el movimiento
de la pol�tica de mera
restricci�n de actividad
comercial kulak directamente en
una pol�tica de liquidaci�n de
los kulaks como clase social.
Las
migraciones forzadas en la forma
de limpieza de zonas fronterizas
fueron puestas en pr�ctica
aproximadamente al mismo tiempo.
Las primeras resoluciones sobre
el reasentamiento de elementos
socialmente peligrosos en las
�reas de fronteras occidentales
de la Uni�n Sovi�tica, en
Ucrania RSS y Belar�s RSS fueron
adoptadas a fines de 1929 por el
Consejo de Comisarios del
Pueblo. Siberia, en particular
la zona taiga, fue el destino
exclusivo para aquellos
expulsados por esta raz�n.
Informes estad�sticos sobre
personas sacadas de las zonas
fronterizas ucranianas y
bielorrusas se refieren a los
reasentados como "individuos de
asignaci�n especial", aunque
fueron deportados dentro de la
campa�a conjunta que inclu�a el
"exilio kulak". Por ejemplo, en
1930, 19.473 personas fueron
reasentadas. Subsecuentemente,
sus familiares recibieron el
"permiso" para reunirse con
ellos.
Deskulakizaci�n y "exilio kulak"
en 1930-31
La
colectivizaci�n de zonas
rurales, decidida en noviembre
de 1929 por el Comit� Central
del Plenum del Partido
Comunista, llev� a la
"liquidaci�n de kulaks como un
grupo social", proceso tambi�n
conocido como "deskulakizaci�n".
La campa�a de colectivizaci�n
ten�a un doble objetivo:
primero, "extraer" (t�rmino
usado en instrucciones
confidenciales) a todos los
elementos inclinados a oponerse
activamente a la colectivizaci�n
forzada, y segundo, "colonizar"
vastas regiones inh�spitas de
Siberia, el Gran Norte, los
Urales y Asia Central.
El
primer documento oficial que
decret� una "deskulakizaci�n" de
gran escala fue un decreto
conjunto del Comit� Ejecutivo
central y el Sovnarkom (Consejo
de Comisarios del Pueblo) el 1
de febrero de 1930. Inicialmente
las familias de kulaks eran
deportadas a zonas remotas para
"asentamiento especial", sin
cuidado particular acerca de su
ocupaci�n. En 1931-32 los
problemas de deskulakizaci�n y
planificaci�n territorial de los
asentamientos de exiliados
fueron manejados por una
comisi�n especial del Politbur�
conocida como Comisi�n Andreev-Rudzutak.
Las nociones de "asentamiento de
trabajo" / "colonos de trabajo"
fueron introducidas en 1934 y se
usaron oficialmente hasta 1945.
Desde 1945 la terminolog�a fue
unificada, y los kulaks
exiliados fueron documentados
como "reasentados especiales -
kulaks".
El
primer objetivo segu�a la
afirmaci�n Bolchevique - que se
hab�a declarado siempre desde
que tomaron el poder - de que el
campesinado, cargado de
antagonismos de clase, ocultaba
"elementos capitalistas" (kulaks)
y por tanto era
irremediablemente hostil al
r�gimen. El segundo objetivo
estaba en concordancia con el
Primer Plan de Cinco A�os
(lanzado en 1929), que
enfatizaba el desarrollo de
regiones ricas en recursos pero
poco pobladas a trav�s de
trabajo penal o de deportados.
La "deskulakizaci�n" consist�a
en principio en la negativa para
aceptar a los kulaks en los
koljoses
(lo que les convert�a en parias
del sistema), luego ven�a la
expropiaci�n de sus bienes, el
aislamiento y finalmente la
deportaci�n de millones de
granjeros, para eliminarlos como
clase social y forzar a quienes
se quedaban a aceptar la
colectivizaci�n.
La
cr�nica de "exilio kulak" es un
componente integral de la
historia de deskulakizaci�n y
colectivizaci�n que aqu� s�lo
mencionamos a efectos
explicativos de las
deportaciones. El 20 de julio de
1931, el Bur� de Reasentamiento
del Comit� Central del Partido
Comunista consider� la cuesti�n
del reasentamiento masivo y
dictamin� que esta tarea
estrat�gica del partido se hab�a
cumplido en gran medida en los
meses anteriores. Sin embargo,
el destierro masivo de kulaks
continu� en 1932, 1933 e incluso
despu�s, como casos
excepcionales o como materia de
limpieza de granjas colectivas
de elementos kulak o
"saboteadores". Es m�s, el 13 de
febrero de 1933, el OGPU se
dirigi� al Politbur� del Comit�
Central del Partido Comunista
con una proposici�n de
reasentamiento adicional de 1
mill�n de deportados a Siberia
Occidental y otro mill�n a
Kazajst�n.
Los
reasentados incluir�an
representantes de los siguientes
grupos: campesinos
deskulakizados culpables � seg�n
el r�gimen � de socavar la
provisi�n de pan u otras
campa�as, dado que era frecuente
que el trabajo comunal en
p�simas condiciones laborales y
de vida (excesivo tiempo y
esfuerzo, poca alimentaci�n y
paga, etc.) produjese menos de
la cuota que estaban obligados a
cumplir; residentes urbanos que
rehusaran dejar ciudades bajo
las regulaciones de pasaporte;
campesinos que escaparon a
ciudades y centros industriales
tratando de evitar la
deskulakizaci�n y
colectivizaci�n; aquellos
prohibidos en las zonas
fronterizas y sentenciados a
t�rminos de tres a cinco a�os
por OGPU. En respuesta a esta
iniciativa, el 17 de abril de
1933 el Politbur� del Comit�
Central del Partido Comunista
expidi� una resoluci�n para
comenzar el establecimiento de
asentamientos de trabajo OGPU,
aunque no se asignaron los
fondos necesarios.
Para 1933,
virtualmente todo el contingente
de deportados era de campesinos
deskulakizados. Mientras en 1930
el inter�s del estado estaba en
las tierras y propiedades de los
deskulakizados, en 1931-2 la
mayor raz�n estaba en buscar
"fuerza laboral". O sea,
conseguir mano de obra
pr�cticamente gratis.
La
proporci�n de colonos para
trabajo entre el amplio n�mero
de personas reprimidas
(prisioneros y colonos de
trabajo) permaneci� m�s o menos
estable a fines de la d�cada de
1930: 34,4% en 1937 y 31,6% en
1939. Los campos de prisioneros
Gulag y reclusiones
reformatorias, por su parte,
aumentaron de 45,1% a 56,6%
en los mismos a�os.
Deportaciones
de territorios fronterizos en
1939-1941
Varias olas de
reasentamiento forzado
ocurrieron en los territorios
que se encontraban sobre
fronteras que un�an a la Uni�n
Sovi�tica con el resto de
occidente. Estos territorios
inclu�an al Oblast Murmansk y
las tierras recientemente
anexadas: partes de Polonia y
Rumania (alrededor de 20.000
personas: los hombres fueron
deportados a Siberia, mientras
que las mujeres y ni�os a
Kazajst�n), y los Estados
B�lticos.
En territorios
anexados de Polonia (los
territorios Kresy y el Bialystok
Voivodeship (1919-1939), la ola
inicial de represi�n de 1939 fue
de alguna forma una continuaci�n
de la operaci�n polaca del NKVD
y fue racionalizada como
convicci�n de "enemigos
sociales" o "enemigos del
pueblo": militares, polic�as y
personal administrativo,
terratenientes, industriales y
comerciantes. Eran usualmente
sentenciados a 8-20 a�os en
campos de trabajos forzados s�lo
por haber ejercido una profesi�n
que se consideraba opuesta a los
designios del r�gimen.
Adem�s, la poblaci�n a lo largo
de la frontera oriental de
Polonia, as� como los guardias
forestales y los trabajadores
del ferrocarril fueron
internados.
Las deportaciones masivas de la
poblaci�n polaca a zonas remotas
de la Uni�n Sovi�tica tuvieron
lugar en 1940-1941. No se conoce
el n�mero exacto, pero el
estimado total de polacos
deportados var�a entre 1.000.000
y 1.600.000.
El
23 de junio de 1940 Lavrenti
Beria, cabeza del NKVD, orden�
que se limpiara el Oblast
Murmansk de "nacionales
extranjeros", escandinavos y
otras nacionalidades.
Finlandeses, suecos y noruegos
fueron enviados a la Rep�blica
Socialista Sovi�tica Carelo-Finlandesa.
Los alemanes, coreanos, chinos y
otros fueron enviados a Altay.
Las
deportaciones de "colonos
exiliados" de los Estados
B�lticos (lituanos, letones y
estonios) y la parte anexada de
Rumania (Besarabia y Bukovina
del Norte) se realizaron en
mayo-junio de 1941. Estamos
ahora explicando someramente de
qu� se trat� cada categor�a
principal de deportaci�n, y
luego ampliaremos informaciones
particulares por fecha.
Las
deportaciones "preventivas" de
nacionalidades den 1941-42
Estas
deportaciones estaban
relacionadas con ciudadanos
sovi�ticos de "nacionalidad
enemiga" o que viv�an en un
territorio considerado riesgoso,
durante el transcurso de la
Segunda Guerra. Los afectados
fueron en su mayor�a los de
etnia alemana, finlandesa,
rumana, italiana y griega. Al
final de ese per�odo los
t�rtaros de Crimea tambi�n
fueron incluidos en esta ola de
deportaci�n.
El comienzo de
la Segunda Guerra coincidi� con
una de las operaciones - para
ese entonces ya rutinarias - de
deportaci�n de ciudadanos a
zonas remotas de la gran Patria.
A diferencia de los guardias
fronterizos, los miembros de la
Cheka no estaban inconscientes
de la guerra y completaron sus
tareas exitosamente y casi sin
p�rdidas.
Ya
el 22 de junio un decreto del
Pres�dium del Soviet Supremo "De
ley marcial" fue expedido,
proveyendo de derechos a las
autoridades militares locales
para desterrar a todas las
personas reconocidas como
socialmente peligrosas por
procedimiento administrativo.
Beria circul� una directiva
correspondiente el 4 de julio de
1941. Bajo la orden Nro. 017 del
Consejo Militar del Frente
Occidental, una zona operacional
de combate de 5 km. de ancho
(luego expandida a 25 km.) fue
establecida, de la cual toda la
poblaci�n civil deb�a ser
reasentada.
El
17 de noviembre de 1941 se
expidi� la orden Nro. 0428,
firmada por J. Stalin y B.
Shaposhnikov, jefe de los
Cuarteles Generales, que dec�a:
"Todos los asentamientos en la
retaguardia de las tropas
alemanas, 20-60 km. detr�s de la
l�nea del frente y 20-30 km. a
la derecha e izquierda de los
caminos, deben ser destruidos y
convertidos en cenizas (...). En
caso de necesidad de retirar a
nuestros destacamentos en una
localidad particular, toda la
poblaci�n sovi�tica debe sacarse
tambi�n, y todos los
asentamientos, sin excepci�n,
deben ser destruidos para que
los enemigos no puedan usarlos".
Los
a�os de la guerra se
distinguieron no s�lo por la
lucha contra el enemigo, sino
tambi�n por un gran n�mero de
actos de injusticia,
discriminaci�n y represi�n hacia
una parte de la poblaci�n
sovi�tica. Los pueblos
castigados eran sometidos a
deportaci�n total, con la
justificaci�n oficial de
retribuci�n por la traici�n
supuestamente cometida por
ellos, o para "evitarles la
tentaci�n" de cometerla. De
hecho, las "deportaciones
preventivas" no fueron un
castigo por traici�n potencial,
sino por "tener el origen �tnico
de una naci�n extranjera que
est� en guerra o puede unirse a
la guerra en el lado enemigo".
Deportaciones
punitivas de nacionalidades en
1943-1944
Estas
deportaciones ten�an relaci�n
con etnias ya definitivamente
declaradas como cooperadoras con
los ocupantes nazis que las
hab�an invadido y atacado. Se
trataba de acciones de
"retribuci�n" por los cr�menes
real o supuestamente cometidos
durante la guerra en detrimento
del estado sovi�tico. Esas
deportaciones afectaron
directamente a seis pueblos:
karachais, calmucos, chechenos,
ingushes, balkarios y t�rtaros
de Crimea.
Despu�s de los
sovi�ticos de etnia alemana
lleg� el turno a los karachais y
a los calmucos bajo la embestida
punitiva del NKVD/MGB ya en
1943, en noviembre y A�o Nuevo
respectivamente. Luego
continuar�an con todos los
dem�s.
Colectivamente,
la deportaci�n de trece
nacionalidades segu�a las metas
de seguridad y pol�tica
extranjera del r�gimen de Stalin.
El gobierno sovi�tico sac� a
aquellas nacionalidades de las
que desconfiaba de las fronteras
y zonas estrat�gicas de la Uni�n
Sovi�tica, elimin� la
posibilidad de espionaje y
sabotaje que, paranoico, ve�a
por todas partes y suprimi� la
oposici�n a su gobierno en zonas
sensibles de la Uni�n Sovi�tica.
Un gran n�mero de esos exiliados
murieron como resultado de estas
deportaciones. En muchas
ocasiones, la excusa de su
colaboracionismo no ten�a
posibilidad alguna de ser real,
porque el ocupante alem�n s�lo
hab�a estado en una peque�a
porci�n de su territorio o se
hab�a quedado muy poco tiempo.
En otros casos, la cooperaci�n
de unos pocos reca�a
injustamente sobre decenas o
cientos de miles de personas
totalmente inocentes y ajenas a
cualquier estrategia pol�tica.
Deportaciones
posguerra
Las
deportaciones despu�s del final
de la Segunda Guerra Mundial no
fueron particularmente
diferenciadas o clasificadas por
"operaciones NKVD". Los
afectados fueron personas de los
territorios que estaban bajo la
administraci�n de las potencias
del Eje: familiares de personas
acusadas de lealtad a la
administraci�n del Eje y de
personas de continuada
resistencia al poder sovi�tico,
que eran clasificados como
"bandidos". La "limpieza" de
territorios anexados continu�
hasta inicios de la d�cada de
1950. En julio de 1949,
revueltas de campesinos rumanos
de Besarabia y Bukovina del
Norte fueron reprimidas y
terminaron en la deportaci�n de
alrededor de 95.000 personas.
Adem�s se
produjo la expulsi�n masiva de
toda persona de etnia alemana,
as� fuesen ancestros lejanos en
su genealog�a los que les hab�an
dado el apellido. De este tema
en particular hablamos en un
apartado especial, dada la
gravedad del caso.
Ukazniks
El t�rmino
ukaznik deriva del t�rmino ruso
"ukaz" que significa "decreto".
Se aplica a aquellos convictos
seg�n varios decretos
sovi�ticos, pero el uso m�s
com�n se refiere a las series de
decretos relacionados a lo que
m�s tarde se formaliz� en la ley
sovi�tica como parasitismo, o
evasi�n del trabajo "socialmente
�til".
Entre los
primeros de estos estuvo el
decreto del 2 de junio de 1942
"Acerca de la responsabilidad
penal por evasi�n de trabajo de
utilidad social y para las
formas parasitarias antisociales
de vida en el Sector Agr�cola".
Se sol�a aplicar a koljozniks
que no lograban alcanzar la
cuota de trabajo requerida por
el estado. El t�rmino de exilio
era de 8 a�os.
De esta forma
miles de trabajadores fueron
condenados a pasar a�os de
trabajo forzado. De hecho, entre
1948 y 1952 se registraron
33.266 colonos especiales "ukazniks".
Sus "cr�menes" eran: ausentismo
(incluidos casos en que el/la
obrero/a se enfermaba y el
m�dico llamado a certificar la
enfermedad no se presentaba),
baja cuota de producci�n,
trabajos �no productivos�
(cl�rigos, intelectuales, etc.).
Persecuci�n
religiosa
Muchos grupos religiosos fueron
prohibidos y perseguidos por la
ley sovi�tica "Sobre la
Separaci�n de la Iglesia del
Estado y la Escuela de la
Iglesia". Entre ellos sufrieron
muy particularmente los
cat�licos, los cristianos
ortodoxos y los musulmanes, como
religiones mayoritarias en
distintas naciones sovi�ticas de
ese entonces. Muchos cl�rigos y
creyentes fueron deportados
solamente a causa de su
fidelidad a una fe. Y entre los
grupos minoritarios, se
convertir�an en blanco de ataque
en particular aquellos que
prohib�an a los miembros unirse
a grupos de Pioneros, Komsomols
o servir en el Ej�rcito
Sovi�tico.
Usualmente los miembros de
esas agrupaciones y
especialmente sus l�deres
eran sometidos a la ley
criminal y tratados caso por
caso. Sin embargo, el 3 de
marzo de 1951, el Consejo de
Ministros de la Uni�n
Sovi�tica expidi� un
decreto, "Sobre la expulsi�n
de participantes activos de
la secta ilegal anti-sovi�tica
de jehovistas y sus
familiares". Seg�n este
decreto, unos 9.400 Testigos
de Jehov�, incluyendo
alrededor de 4.000 ni�os,
fueron violentamente
deportados de los Estados
B�lticos, Moldavia y zonas
occidentales de Belar�s y
Ucrania en 1951, un evento
conocido como "Operaci�n
Norte".