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EL TERROR ROJO

 

 

INVESTIGACIONES | Alerta 360 Internacional

 

Letonia: cruenta ocupaci�n
Por Cynthia Caden
�ltima modificaci�n: 24 de agosto de 2011 | Descargar completo en formato PDF

 

Tabla de contenidos
1. Introducci�n
2. Historia
3. El enga�o
4. Colectivizaciones
5. Las extensas deportaciones
6. Represi�n
7. Destrucci�n cultural y rusificaci�n
8. Persecuci�n religiosa

9. La contaminaci�n
10. Conclusi�n
11. Bibliograf�a relacionada

 
  1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  11 

 

Las extensas deportaciones

 

Tal como ya se ha visto, inmediatamente despu�s del establecimiento del gobierno en la primera ocupaci�n, los sovi�ticos comenzaron a expulsar a las elites a zonas remotas de la Uni�n Sovi�tica, culminando este primer movimiento en la deportaci�n masiva del 14 de junio de 1941 de alrededor de 15.500 personas[1]. De ellos 5.154 eran mujeres y 3.225 ni�os menores de diez a�os[2].

 

Del total de deportados, m�s de 5.000 fueron encarcelados y los otros 10.000 ser�an enviados a asentamientos de exiliados. Se les dijo que estaban desterrados de por vida. Unos 5.000 perecieron en Oriente o en el viaje all�, o fueron ejecutados[3].

 

Las listas de deportaci�n fueron realizadas con la ayuda de secuaces locales. No era dif�cil figurar en ellas: bastaba con tener un �xito moderado en algo. Un negociante, un empresario, un granjero pr�spero, el orgulloso due�o de una farmacia o una panader�a, un escritor, un oficial o un maestro, todos se encontraban all�.

 

Las deportaciones fueron r�pidas y se realizaron en la mitad de la noche. Los deportados ten�an una hora o menos para estar listos y partir. Se les permiti� llevar consigo algunas de sus pertenencias (dinero, comida para un mes, utensilios de cocina, ropa). Esto no evitar�a que se encontraran totalmente desamparados ante el clima que iban a afrontar el siguiente invierno quienes fueron a las dur�simas Siberia y Kazajst�n.

 

La gente fue deportada sin tener cargos en su contra, sin un juicio ni posibilidad de defenderse. Esto, seg�n la historiadora Irene Sneidere, fue una violaci�n de la Convenci�n de Ginebra de 1929 que prohib�a "las transferencias individuales o masivas forzadas, as� como las deportaciones" de personas del territorio ocupado al pa�s ocupante o cualquier otro pa�s por cualquier raz�n, y la transferencia de colonos a ese territorio"[4].

 

Las familias fueron llevadas a la estaci�n de tren. All� fue donde descubrieron que los hombres ser�an separados de las mujeres y ni�os. En la orden expedida nro. 001223 se lee: �en vista del hecho de que gran n�mero de deportados deben ser arrestados y distribuidos en campos especiales y que sus familias deben proceder a asentamientos especiales en regiones distantes, es esencial que la operaci�n de remoci�n tanto de la familia de los deportados como su cabeza se realice simult�neamente, sin notificarles de la separaci�n confront�ndolos... La escolta de toda la familia a la estaci�n debe efectuarse en un veh�culo y s�lo en la estaci�n de partida debe colocarse a la cabeza de la familia separadamente de su familia en un carro especialmente destinado para cabezas de familia�[5].

 

Los trenes fueron escoltados por un oficial NKVD y un convoy militar. Aprisionados dentro de carros de ganado, con agujeros en el suelo para usar como sanitarios a la vista de todos los dem�s, los deportados fueron enviados mayormente a Siberia. Buena cantidad muri� antes de alcanzar su destino final debido a las p�simas condiciones a que estaban sometidos. Muchos m�s perecieron durante su primer invierno.

 

Tras la ocupaci�n nazi desde 1941 a 1944/5, la Uni�n Sovi�tica reocup� Letonia y aplic� duras medidas para castigar al pueblo por posible colaboraci�n con el enemigo y por resistirse a la nueva ocupaci�n sovi�tica.

 

As� fue como Stalin orden� la deportaci�n de muchas personas que hab�an vivido en regiones ocupadas por los alemanes, porque sospechaba que hab�an colaborado con ellos. Los deportados fueron privados de sus derechos humanos y civiles y con frecuencia de la vida debido a las condiciones duras e inhumanas en los campos de prisioneros y el exilio.

 

Por otra parte, en ese mismo tiempo posterior a de la Segunda Guerra Mundial se activ� un significativo movimiento de resistencia, que ten�a el doloroso antecedente de la primera ocupaci�n sovi�tica en su pa�s. Este movimiento continu� por largo tiempo tras la guerra en las zonas rurales. Los "hermanos del bosque" letones (llamados �bandidos� por los sovi�ticos) lucharon y la campa�a contra ellos tom� muchas vidas. Seg�n algunos estimados hab�a unos 20.000, lo que es un n�mero impresionante si recordamos lo que ocurri� a los hombres letones en los a�os previos. Muchos de ellos eran campesinos o antiguos soldados. Seg�n los c�lculos ten�an hasta 80.000 colaboradores[6].

 

Contra los hermanos del bosque la Uni�n Sovi�tica estableci� una gran fuerza de combatientes, agentes e informantes. En confrontaciones murieron unas 6.000 personas de ambos lados y otras 18.000 fueron heridas[7]. La lucha daba esperanza a los letones, atosigaba a los ocupantes y de alguna forma les imped�a cumplir totalmente sus planes en el campo y los pueblos peque�os, aunque tambi�n llev� a tomar medidas por venganza que resultaron en el sufrimiento de los circunstantes. Aparte de algunos pocos agentes que fueron enviados para la resistencia, no hubo ayuda de Occidente.

 

Las promesas del poder sovi�tico de garantizar una amnist�a a las guerrillas que aceptaran legalizarse tras la larga resistencia eran, por supuesto, una mentira m�s. Un alto n�mero de guerrilleros respondieron a este llamado: 2.417 se legalizaron en 1945, 1.002 en 1946[8]. La mayor�a de ellos fueron juzgados o deportados en 1949.

 

De hecho, una segunda deportaci�n masiva, el 25 de marzo de aquel a�o 1949, terminar�a efectiva y completamente la resistencia armada contra el r�gimen de ocupaci�n, facilitando adem�s la hasta entonces complicada colectivizaci�n.

 

Esta vez las v�ctimas eran particularmente campesinos - lo mejor de ellos en este estado de "campesinos" y "trabajadores" � que fueron m�s de la mitad de los deportados. Puede decirse que la columna vertebral de Letonia estaba seriamente herida. M�s del 60% de los letones hab�an vivido y trabajado en el campo. Ya en la primera deportaci�n de 1941, la mitad de las v�ctimas hab�an sido campesinos.

 

Son dos, entonces, las deportaciones m�s masivas que tuvieron lugar en Letonia: durante la primera ocupaci�n sovi�tica en 1941, y en 1949, durante la segunda ocupaci�n. Debe notarse, sin embargo, que las deportaciones a campos de prisioneros Gulag y zonas de asentamiento forzado tuvieron lugar tambi�n en otras ocasiones. Muchos letones fueron enviados a los llamados "campos de filtraci�n" y de "prisioneros de guerra" tras la Segunda Guerra, y luego encarcelados o re-deportados despu�s de que se les hab�a permitido regresar a su pa�s. El n�mero total de habitantes de Letonia sometidos a deportaci�n excede el de las dos deportaciones masivas oficiales.

 

Todos estos destierros privaron a Letonia de su elite nacional. Se produjo una escasez de fuerza laboral, que se supli� a trav�s de inmigrantes de zonas no letonas de la Uni�n Sovi�tica. As�, las deportaciones tambi�n sirvieron para el objetivo de colonizar y rusificar el pa�s.

 

En el primer caso masivo, la noche entre el 13 y el 14 de junio de 1941, las 15.500 personas escogidas a estos efectos fueron arrestadas, como ya dijimos, sin orden judicial para ser deportadas a regiones distantes en la Uni�n Sovi�tica. Esto se dirigi� principalmente a familias que ten�an miembros en posiciones de liderazgo del estado y gobierno, econom�a y cultura locales.

 

La gente a ser deportada fue despertada en la noche y les dieron menos de una hora para prepararse para el viaje. Se les permiti� llevar con ellos s�lo lo que pod�an cargar, y todo el resto qued� atr�s para ser confiscado por el estado. Muchos murieron en el camino, especialmente beb�s, enfermos y ancianos. Los hombres, unos 8.250, fueron separados de sus familias, arrestados o enviados al Gulag a campos de trabajo forzado. Las mujeres y ni�os fueron llevados a los llamados "asentamientos administrativos" como miembros de la familia de "enemigos del pueblo".

 

No se pronunci� ni una palabra de estos eventos en los peri�dicos letones censurados por los sovi�ticos. Los parientes y amigos no ten�an forma de saber qu� hab�a ocurrido con los deportados. Ninguna de las instituciones, incluyendo el ej�rcito, prove�a informaci�n o ayuda. Diseminadas a lo largo de las v�as del tren hab�a notas de despedida escritas por los deportados para sus familias. Pocas de ellas llegaron a sus pretendidos destinatarios.

 

Las condiciones en los campos de trabajo forzado fueron inhumanas. Los reclusos perdieron su identidad, y fueron aterrorizados por los guardias y los prisioneros criminales con que los mezclaron, que ten�an m�s derechos que ellos por no ser �enemigos del pueblo�, sino un fruto � seg�n los comunistas � de la sociedad burguesa.

 

Las raciones de comida eran magras, y no reemplazaban las muchas calor�as gastadas a trav�s del dur�simo trabajo. La gente estaba d�bil, sufr�a diarreas frecuentes, escorbuto y otras enfermedades. Los inviernos estaban marcados por un fr�o insoportable, y muchos no sobrevivieron ni siquiera al primero. S�lo una peque�a parte de los deportados en 1941 pudieron alguna vez regresar a Letonia. Las familias en asentamientos forzados ten�an que defenderse de las duras condiciones; la tasa de mortandad entre los muy j�venes o ancianos era igualmente elevada.

 

La deportaci�n masiva del 25 de marzo de 1949, por su parte, se encaminaba al fin de la resistencia a la colectivizaci�n de las granjas y al mismo tiempo controlar a los colaboradores de los partisanos nacionales, como ya dijimos.

 

Estas deportaciones fueron dirigidas en particular contra la poblaci�n campesina y familias enteras fueron enviadas a zonas de asentamiento forzado de por vida. Tras la muerte de Stalin muchos pudieron eventualmente regresar, pero no podr�an recuperar ya su vida previa y fueron tratados como no confiables, y ciudadanos de segunda categor�a[9].

 

Las instrucciones sobre c�mo llevar a cabo las primeras deportaciones hab�an sido preparadas ya en el temprano agosto de 1939 para las regiones reci�n anexadas de Ucrania occidental, por el General Ivan Serov, cabeza del NKVD de Ucrania RSS, despu�s conocido como KGB. Fueron aprobadas en Mosc� y m�s tarde usadas en los Estados B�lticos. Como Comisario de Seguridad del Estado de la Uni�n Sovi�tica, Serov firm� las �rdenes el 21 de enero de 1941.

 

El 29 de enero de 1949, el Consejo de Ministros de la Uni�n Sovi�tica expidi� una orden estrictamente confidencial, Nro. 390-138, que expuso las categor�as de gente a ser deportada en Letonia, Lituania y Estonia. Estas categor�as inclu�an:

 

1. Kulaks y sus familiares;

2. Bandidos[10], nacionalistas ilegales y miembros de sus familias, as� como familiares de bandidos que ya hab�an sido asesinados;

3. Bandidos legalizados y sus familias que continuaban involucrados (o se sospechaba que lo estuvieran) en actividad antisovi�tica;

4. Miembros de la familia de colaboradores de bandidos.

 

La base "legal" de las deportaciones se encontraba en esa decisi�n ultra secreta y la instrucci�n, expedida por el Ministerio de Seguridad del Estado en febrero, "Concerniente al procedimiento de deportaci�n de varias categor�as de habitantes de Letonia RSS, Lituania RSS y Estonia RSS".

 

El 17 de marzo de 1949, Vilis Lacis firm� como Presidente la decisi�n del Consejo de Ministros de Letonia RSS. Las fuerzas militares de Seguridad del Estado y los Ministerios del Interior recibieron la orden tambi�n ultra secreta Nro. 0068 de ejecutar las deportaciones en los Estados B�lticos bajo el nombre clave "Priboi".

 

Tras la orden sovi�tica se adopt� una orden estrictamente confidencial, Nro. 282, "Sobre la deportaci�n de familias de Kulaks de Letonia RSS". La orden indicaba que 10.000 familias kulaks deb�an ser deportadas de Letonia a tierras lejanas de la Uni�n Sovi�tica.

 

11.000 familias o m�s de 38.000 individuos fueron incluidos en las listas de familias kulaks a ser deportadas, lo que indica que hab�a una reserva para lograr cumplir con las 10.000 planificadas aunque por alg�n motivo � como que se escondieran, probablemente � hubo personas que no pudieran ser enviadas.

 

La deportaci�n comenz� en la noche del 24 de marzo. Igual que en la anterior ocasi�n, se procedi� a muchos arrestos en medio de la oscuridad. Pero esto continu� al d�a siguiente, en los lugares de trabajo. En el d�a, ni�os en edad escolar en ocasiones fueron llevados a los trenes directamente desde el colegio. As�, con lo puesto, tendr�an que afrontar el exilio siberiano.

 

De esta manera, del 25 al 29 de marzo de 1949, 9.147 familias, o 29.252 individuos fueron deportados de Letonia. Hab�a 28.107 letones, 482 rusos y 663 representantes de otras nacionalidades.

 

Como el n�mero de familias kulak a ser deportadas fue menor del pretendido, lo compensaron con la deportaci�n de familias nacionalistas. Este n�mero no estaba indicado en documentos previos.

 

3.841 familias m�s (12.881 personas adicionales) fueron deportadas con esta �ltima clasificaci�n. De ellos, 12.158 eran letones, 293 rusos y 430 representantes de otros pa�ses.

 

22 trenes (n�mero 97320, 97351 y 97383) salieron de las regiones Amur, Omsk y Tomsk, cargando 12.987 familias (42.133 individuos en total) [11]. Entre ellos iban 3.369 ni�os menores de 7 a�os, 7.621 ni�os entre 7 y 16 a�os, 7.068 personas de entre 60 y 80 a�os y 734 mayores de esa edad.

 

En palabras del Ministro del Interior Kruglov, entre uno y otro �ajuste� se terminaron deportando alrededor de 42.000 personas. Como los hombres hab�an muerto en gran medida en la Segunda Guerra, y los sobrevivientes huyeron, fueron asesinados o encarcelados, la mayor�a (72,9%) de los "enemigos del pueblo" deportados de las rep�blicas b�lticas en esos d�as eran mujeres, ancianos y ni�os[12].

 

De estos deportados en 1949 murieron unos 5.000. De los m�s de 10.000 ni�os y j�venes que fueron sacados de Letonia a la fuerza, 2.080 ya hab�an muerto para fines del mismo a�o. Por otra parte, una gran parte de los deportados eran mujeres j�venes en edad f�rtil, as� que este tr�gico suceso tuvo, adem�s, parte en la cat�strofe demogr�fica letona.

 

La propiedad de las v�ctimas fue confiscada igual que en la primera ola de deportaciones. Esta propiedad no fue devuelta m�s tarde (en tiempos sovi�ticos) ni compensada. A algunas categor�as de los entonces expatriados se les permiti� regresar s�lo en las d�cadas de 1960 y 1970, mucho despu�s de la muerte de Stalin, ocurrida en 1953. Pero ellos no fueron rehabilitados ni se les concedi� amnist�a, porque nunca hab�an tenido un juicio en la corte.

 

En total, 30.620 familias y 94.799 personas fueron deportadas de los tres Estados B�lticos s�lo en la segunda ola masiva de expulsi�n hacia las inh�spitas tierras antes mencionadas.

 

Con esta clase de m�todos el sistema sovi�tico aplast� la disidencia, fue tambi�n como pudo lograr la colectivizaci�n agr�cola en Letonia, y los hermanos del bosque quedaron sin apoyo. Como eran particularmente campesinos, lo mejor de ellos, quienes fueron v�ctimas en este estado "campesino" y "obrero" - fueron casi la mitad de los deportados - puede decirse que la columna vertebral letona estaba seriamente da�ada. De los deportados en 1949 tambi�n murieron unos 5000. Esta vez m�s de 10.000 ni�os y gente joven fueron sacados de Letonia. De los ni�os b�lticos deportados 2.080 ya hab�an muerto para el fin de ese mismo a�o. Una gran parte de las deportadas eran mujeres j�venes f�rtiles, por lo que la deportaci�n tuvo parte en la cat�strofe demogr�fica letona.

 

Tras la instrucci�n oral del Viceministro de Seguridad del Estado de la URSS, V. Merkulov, 675 alemanes y otros extranjeros fueron deportados de Riga[13].

 

En 1951 deportaron a 40 personas m�s por ser Testigos de Jehovah. Tras la deportaci�n de marzo de 1949, otras 448 personas fueron deportadas hasta 1952 tras servir una sentencia de castigo y campos de reeducaci�n[14]. Por tanto, adem�s de la gran deportaci�n, otros 1.732 residentes letones fueron deportados desde 1945 a 1952.

 

S�lo en la d�cada de 1940, por todas las causas mencionadas hasta ahora, Letonia hab�a perdido ya al 30% de su poblaci�n[15].

 

Llega a resultar indignante que los amigos de la tergiversaci�n deformen los dram�ticos sucesos que tuvieron lugar en la era sovi�tica hasta l�mites desvergonzados. Un ejemplo de esto lo ha dado Aleksandr Gilman, quien escribi� en el peri�dico Chas el d�a del recuerdo de la deportaci�n en 2005, sobre el "Mito del 14 de junio": "Mucha gente joven viv�a junta en una barraca, se enamor�, celebraba, re�a por sucesos divertidos: no era un exilio sino una excursi�n de naturaleza libre y hermosa"[16].

 

�Vemos algunas cifras muy elocuentes de esta �excusi�n de naturaleza libre y hermosa�? De la primera gran deportaci�n, dos tercios fueron reasentados y el tercio restante (5.263 personas) fue a Siberia en calidad de arrestados. S�lo aproximadamente un quinto de estos �ltimos sobrevivieron. 700 de ellos fueron disparados, y 3441 personas murieron en instituciones penales debido a la tortura, las enfermedades y las condiciones inhumanas[17]. En ese primer viaje, 43 personas murieron ya en el camino al destino al que las hab�an condenado.

 

De todas las personas deportadas el 14 de junio de 1941, 6.081 (m�s del 39% del total de deportados) murieron por las terribles condiciones de vida. De ellos, 46,5% eran mujeres (13,7% de ellas eran esposas), 27,9% eran menores de 20 a�os y 15% eran ni�os menores de 10 a�os[18].

 

Aparte de los deportados ese d�a de junio al menos 7.670 personas m�s fueron deportadas en varias fechas durante 1940-41. La mayor�a de ellos ser�an disparados despu�s de una corta investigaci�n o murieron durante esa investigaci�n.

 

De la gran ola de deportaci�n de 1949, por otra parte, 58,1% eran mujeres, 17,8% ni�os preescolares y ancianos, y 16,3% eran escolares[19]. Durante esta deportaci�n 183 personas murieron en el camino, y 4941 (12% de los deportados) murieron pronto en el duro exilio[20].

 

El art�culo 6, p�rrafo C de los Estatutos del Tribunal Internacional de Guerra de Nuremberg formado en consonancia con el Acuerdo del 8 de agosto de Londres, 1945, entre los aliados - Estados Unidos y Gran Breta�a, as� como la Uni�n Sovi�tica, proveen de reconocimiento de los siguientes cr�menes como cr�menes contra la humanidad: asesinato, exterminio, esclavitud, deportaci�n  otros actos inhumanos cometidos antes y durante la guerra; o persecuciones por motivos pol�ticos, raciales y religiosos[21]. Por lo tanto, las represiones masivas realizadas por la URSS contra los residentes de Letonia son considerados cr�menes contra la humanidad.

 

La �fiesta� de las deportaciones de las que habla Aleksandr Gilman nada tiene que ver con la realidad, y nadie en su sano juicio quisiera tener tan �feliz� experiencia. Por el contrario, se ve en el relato de muchos testigos oculares del destino de los grupos de letones deportados la desesperaci�n, el sufrimiento y la muerte a que tantos fueron sometidos.

 

Por ejemplo, un grupo de 2.500 letones fue deportado en 1941 a los campos de prisioneros del distrito Perm, cerca de Chusovoy, ferrocarril Vsesvatska. Un sobreviviente de ese campo, Roberts Verovs, inform� que en 1952 quedaban s�lo 17 letones vivos all�. Voldemars Krinte cuenta del campo n�mero 11 en Vorkuta que no hab�a barracas ni tiendas esperando a 1.200 prisioneros cuando llegaron. Un mero letrero de madera en un banco de nieve indicaba el lugar del campo. S�lo 5 prisioneros sobrevivieron. Otro sobreviviente de un campo en Kalinin, el doctor veterinario Edwards Atrens, testific� que durante 5 meses, en 1945, al menos 50 letones murieron all� de hambre y agotamiento.

 

Hab�an 50 campos de prisioneros en la regi�n Usolog-Sollkamsk, distrito Perm. Cada campo ten�a entre 1.000 y 1.500 prisioneros. Ninguno de los 1.000 prisioneros deportados all� desde Letonia el 14 de junio de 1941 pudo sobrevivir. Todos menos 17 de 400 mujeres y ni�os deportados a la desolada regi�n del R�o Yenisei de Siberia murieron en el duro invierno de 1942.

 

La Fundaci�n Nacional Letona con sede en Estocolmo, en 1951, reuni� en la obra �Estos nombres acusan� los nombres e informaci�n que pudo ir colectando junto a la Federaci�n Mundial de Letones Libres, para corroborar y explicar el tr�gico destino de m�s de 150.000 prisioneros y deportados de su pa�s s�lo hasta la fecha. 

 

Notas:

[1] "Nota de antecedentes: Letonia" Mayo de 2009. Oficina de Asuntos Europeos y Euroasi�ticos.

[2] "Letonia: el per�odo sovi�tico". Walter R. Iwaskiw, ed. Letonia: Estudio de un pa�s". Washington: GPO para la Biblioteca del Congreso. 1995.

[3] Cifras en "El caso de Letonia: campa�as de desinformaci�n contra una peque�a naci�n". Jukka Rislakki. Ed. Rodopi. Amsterdam-Nueva York. 2008.

[4] Ib�d.

[5] Orden respecto al procedimiento de deportaci�n de elementos antisovi�ticos de Lituania, Letonia y Estonia. (Estrictamente secreto). Comisario del Pueblo Adjunto de Seguridad P�blica de la URSS. Comisario de Seguridad P�blica de la tercera Fila (firmado): Serov.

[6] "El caso de Letonia: campa�as de desinformaci�n contra una peque�a naci�n". Jukka Rislakki. Ed. Rodopi. Amsterdam-Nueva York. 2008.

[7] Ib�d.

[8] Informe oficial secreto. Riga:LNDVA. 1995. p�gs. 73-74.

[9] "Historia de la ocupaci�n en Letonia (1940-1991)". Documento informativo. Deportaciones masivas sovi�ticas desde Letonia. Valters Nollendorfs y Uldis Neiburgs. Ministerio de Asuntos Extranjeros de la Rep�blica de Letonia.

[10] En este contexto, como ya se ha dicho, el t�rmino bandido se usa para referirse a partisanos anti-sovi�ticos, que permanecieron activos en los bosques letones por algunos a�os tras la invasi�n sovi�tica, as� como otros oponentes al r�gimen de ocupaci�n.

[11] Los n�meros var�an un poco seg�n las fuentes, si bien est�n en torno a la misma cifra. Una descripci�n general de la revista estonia "Luup" (la lupa) del 22 de marzo de 1999: 41.708. / El investigador Aigi Rahi dio el n�mero: 42.322. / Kaspars Ozolins, de la embajada en Estocolmo dio el n�mero: 40.374.

[12] Comunicaci�n top secret del Ministro del Interior S. Kruglov al liderazgo de la Uni�n Sovi�tica, 9 de mayo de 1949 ahora en el Archivo del Estado Let�n.  "Los Estados B�lticos: A�os de Dependencia 1940-1990". Misiunas y Taagepera. Londres: Hurst & Berkeley: University of California Press. 1993. p�gs. 94-107 / Museo de la Ocupaci�n de Letonia 2002 / Majas Viesis, 12 de junio de 1999 / "Campo de batalla b�ltico". Senn, A. E. en Nollendorf y Oberlander 2005. p�g. 29 / "Represiones contra campesinos en Letonia en 1944-1953". Bleiere, Daina. En Nollendorfs & Oberlander (ed.). 2005. pag. 250 / "Las actividades y tareas de las agencias de Seguridad Nacional de LRSS". Bergmanis, Aldis y otros. 2005. p�g. 278.

[13] Archivos del Estado de Letonia. Colecci�n Nro. 101, Descripci�n Nro. 18, Caso Nro. 40a, p�gs. 58-64.

[14] "Continuaci�n de las deportaciones". Spridzans B. Lista de deportados 1941-1953, 2. Riga. 1995. p�g. 128.

[15] "El caso de Letonia: campa�as de desinformaci�n contra una peque�a naci�n". Jukka Rislakki. Ed. Rodopi. Amsterdam-Nueva York. 2008.

[16] Peri�dico Chas, 14 de junio de 2005.

[17] "La deportaci�n del 14 de junio de 1941. Crimen contra la humanidad". Materiales de la Conferencia Internacional. 12-13 de junio de 2001, Riga / Escritos de la Comisi�n de Historiadores de Letonia, Vol. 6; p�gs. 21-25.

[18] Ib�d. Escritos� p�gs. 40-50.

[19] "Acci�n represiva del r�gimen comunista y sus consecuencias en Letonia". Ritvars Jansons. Documentos de la KGB.

[20] "An�lisis estructural de las deportaciones de la d�cada de 1940". Dimanta S., Zalite I.  /  "Da�o causado por el poder de ocupaci�n en Letonia desde 1940 hasta 1990". Estocolmo: Toronto, 2000. p�gs. 141-155.

[21] "Aspectos jur�dicos internacionales de las deportaciones del 14 de junio de 1941". Lepse A. / Escritos de la Comisi�n de Historiadores de Letonia, Vol. 6, p�g. 96.
 

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