A
pesar de la dificultad para
conseguir informaci�n directa de
Corea del Norte y China, se sabe
que este �ltimo ha tenido entre
100.000 y 200.000 norcoreanos
refugiados viviendo all�,
y un n�mero mucho menor que ha
huido a Rusia y Corea del Sur en
el tiempo.
Esos norcoreanos que huyeron de
su pa�s corriendo un gran
peligro, primero debieron eludir
o sobornar a los guardias de la
frontera norcoreana. Luego,
deb�an hacer lo mismo con las
autoridades chinas o arriesgarse
a ser arrestados. Se estima que
los arrestados en China en 1999,
aproximadamente 7.000 (alrededor
del 10% de los reci�n llegados)
fueron forzadamente repatriados
otra vez a Corea del Norte.
El
gobierno considera que dejar el
pa�s es una traici�n castigable
con largos t�rminos de c�rcel o
ejecuci�n. Con unas condiciones
en constante empeoramiento, s�lo
en marzo de 2000 las autoridades
chinas forzaron a regresar a
Corea del Norte a 5.000
refugiados.
Todas esas repatriaciones violan
los acuerdos de derechos humanos
internacionales que China ha
firmado o ratificado.
Entre ellas, ha firmado o
ratificado acuerdos
internacionales como:
- El Convenio de las Naciones
Unidas sobre el estado de los
refugiados, art�culo 33, que
proh�be el retorno forzado de
refugiados cuando est�n en serio
peligro que resultar�a en
mayores violaciones de sus
derechos humanos.
- El Protocolo relacionado al
estado de refugiados, que
requiere cooperaci�n cercana con
la Oficina del Alto Comisionado
para Refugiados de la ONU.
- La Convenci�n contra tortura,
art�culo 3, que proh�be la
repatriaci�n forzada cuando hay
causas para creer que los
repatriados ser�an sujetos a
tortura; y
- El Convenio sobre derechos
civiles y pol�ticos, que hace a
la libertad de dejar el propio
pa�s un derecho legal.
Lamentablemente, China ha
violado sin problemas de
consciencia los tratados que
primero firm� asegurando su
cumplimiento. Despu�s de que
quienes buscan protecci�n son
forzadamente repatriados, Corea
del Norte �se hace cargo de
ellos� y comienza el proceso del
pago por el crimen de haber
intentado huir.
Primero son interrogados en una
oficina de la agencia de
inteligencia en la frontera.
Luego son enviados a un campo de
detenci�n cerca de la frontera o
estaci�n de polic�a. Estas son
operadas por la Agencia de
Seguridad Nacional (tambi�n
conocida como la Polic�a de
Seguridad Nacional) o la Agencia
de Seguridad del Pueblo
(conocida como polic�a), y en
ocasiones por ambas.
Si sobreviven a los maltratos de
los interrogatorios, de all�
pasan a otro centro de
detenci�n cercano a su villa.
Una oficina de la agencia de
inteligencia de la regi�n de su
pueblo determina el castigo
final.
As� alcanzan su destino en uno
de cuatro lugares: su casa (el
m�s improbable), campos de
trabajo forzado, prisiones o
campos para ofensores pol�ticos.
Las mujeres, ni�os y ancianos
usualmente son "reeducados" en
la zona de su vivienda con 3 a 7
d�as de lenguaje violento y
golpes. Los j�venes de m�s de 16
a�os con frecuencia son enviados
a campos de educaci�n a trav�s
del trabajo.
Kim,
que fue forzadamente repatriada
a Corea del Norte en octubre de
1998 junto a su marido por
autoridades chinas, cont� a
Amnist�a Internacional que su
marido muri� mientras estaba
detenido: "Mi marido fue
torturado en el cuarto de al
lado al que yo era interrogada;
fue esposado y golpeado con un
palo. Parece que confes� los
planes (que �bamos a ir a Corea
del Sur). Escuch� que no pudo
hablar, que se hab�a quedado sin
dientes; muri� en noviembre de
1998. Nunca lo volv� a ver. Supe
de la muerte de mi esposo s�lo
en febrero de 2000, cuando fui
transferida a la instalaci�n de
detenci�n provincial en
Chongjin".
Un
ex oficial norcoreano cont� a su
vez que "cuando un detenido
no quer�a hablar, era golpeado
con el uso de los pu�os;
mantenido despierto por varios
d�as y hecho arrodillar por
muchas horas. Los prisioneros
pol�ticos eran detenidos en
confinamiento solitario; para
interrogaci�n, eran llevados a
un cuarto de entrevistas. Sus
manos eran esposadas incluso en
las celdas para evitar que se
suicidaran".
Si los prisioneros eran
descubiertos comunic�ndose eran
golpeados con palos de madera o
barras de hierro. Despu�s de los
golpes, les tiraban agua fr�a
sobre el cuerpo, incluso en la
mitad del invierno. Algunos
prisioneros han sufrido la
"tortura del agua" antes
mencionada, donde son atados y
forzados a beber grandes
cantidades de agua que despu�s
les fuerzan a expulsar con
golpes en el est�mago. La
informaci�n disponible sugiere
que los golpes son comunes
durante estos interrogatorios a
repatriados.
Por su parte, los acusados de
encontrarse con surcoreanos son
enviados a campos para
�delincuentes� pol�ticos. En
tales casos, absolutamente todas
las detenciones y
encarcelamientos son acompa�adas
por condiciones miserables,
golpes, malos tratos y tortura.
Hay,
por otra parte, aproximadamente
6.000 refugiados norcoreanos en
Rusia. Rusia los tolera, sin
garantizarles estatus de
refugiados o permisos para
vivir. Los refugiados deben
temer ser arrestados como
extranjeros ilegales por las
fuerzas legales rusas, o
aprehendidos por el Servicio de
Seguridad de Corea del Norte.
Los agentes norcoreanos tambi�n
persiguen a las personas que han
ayudado a los refugiados.
Fuerzas de seguridad
norcoreanas, a veces en el
territorio de la Federaci�n
Rusa, han ejecutado refugiados
all� atrapados.
Corea del Sur tiene una pol�tica
de aceptar y asistir a los
refugiados del norte. A pesar de
eso, hay menos de 1000
refugiados en el sur y menos que
120 en Se�l. Esto se debe a
varias razones: el estigma unido
a los surcoreanos en la mente de
los norcoreanos a trav�s de la
fuerte campa�a ideol�gica del
gobierno; el peligro probable
para los miembros de la familia
que permanecen en el Norte; el
mayor tiempo y procedimientos
para acercarse siquiera a la
zona fronteriza; y la dificultad
que encuentran para adaptarse a
la vida del sur.